Otro de los puntos fuertes del pleno de ayer -aunque apenas suscitó debate- fue la aprobación de la nueva ordenanza que regula el servicio del agua, un documento que recibió luz verde con los votos a favor de PP e IF y con la abstención de BNG, PSOE e IU. Todos los partidos de la oposición señalaron que coinciden con la filosofía de fondo de la propuesta, aunque no están seguros de que su fórmula de aplicación vaya a ser satisfactoria. El nacionalista Xaime Bello y el socialista Lorenzo Ramos recordaron, además, que el PP prometió durante la campaña electoral la bajada del servicio. En la práctica, a partir del mes de julio la nueva ordenanza fiscal elimina el actual mínimo, 30 hectómetros cúbicos cada dos meses, que se viene cobrando en cada domicilio aunque se gaste menos. Se pagará, sin embargo, un canon fijo por abastecimiento y otro por saneamiento. Además, se incluyen dos céntimos de subida por cada hectómetro cúbico servido y otros dos por el hectómetro cúbico saneado. Los precios no se revisaban desde hace un lustro.