conservationists believe in subterranean aquifers
Mon, 03/07/2006
Si el grifo de Asturias se está quedando seco, Caleao no es, para los conservacionistas, la solución. El centro de Asturias tiene, según la Confederación Hidrográfica del Norte, un déficit de abastecimiento de cincuenta millones de metros cúbicos de agua. A pesar de ello, los geólogos y expertos han dado a la Administración la receta para evitar la construcción de un nuevo embalse en Asturias. A un plan de racionalización del uso del agua se une la mejora de la red para evitar pérdidas o la mejor regulación del consumo industrial. Y en lugar de llenar un valle de agua optan por mirar hacia abajo.
Según la publicación «Más agua, ¿para qué?», que analiza la situación del agua en Asturias, los acuíferos subterráneos pueden ser una salida para impedir Caleao. Y echan cuentas. Para una población de ochocientos mil habitantes situados en el centro de la región, asumiendo la necesidad de 250 litros por persona y día, el volumen de agua necesaria para satisfacer la demanda doméstica es de 73 hectómetros cúbicos por año. Una cifra bastante inferior a los recursos estimados para los acuíferos subterráneos del centro de la región, que, según los estudios realizados, ascienden a doscientos hectómetros cúbicos al año.
La Universidad de Oviedo, por encargo de la Confederación Hidrográfica del Norte, está realizando actualmente un estudio para determinar la capacidad real de estos acuíferos, que pueden ser explotados para abastecer a los ochocientos mil asturianos del centro y que quizá pueda evitar Caleao.
Pero la lista de alternativas es larga y la minería está incluida. Cuando se excavan las galerías mineras el agua que estaba ocupando los poros de las rocas permeables que se arrancan junto al mineral fluye hacia los nuevos huecos y es preciso drenarla para permitir las labores de extracción. Es el agua de mina y el volumen medio bombeado de las minas de Hunosa en los últimos cuatro años ascendió a treinta hectómetros cúbicos, lo que supone casi la totalidad de la capacidad del futuro embalse de Caleao, que está proyectado para albergar en torno a 35 hectómetros cúbicos.
Según la publicación «Más agua, ¿para qué?», que analiza la situación del agua en Asturias, los acuíferos subterráneos pueden ser una salida para impedir Caleao. Y echan cuentas. Para una población de ochocientos mil habitantes situados en el centro de la región, asumiendo la necesidad de 250 litros por persona y día, el volumen de agua necesaria para satisfacer la demanda doméstica es de 73 hectómetros cúbicos por año. Una cifra bastante inferior a los recursos estimados para los acuíferos subterráneos del centro de la región, que, según los estudios realizados, ascienden a doscientos hectómetros cúbicos al año.
La Universidad de Oviedo, por encargo de la Confederación Hidrográfica del Norte, está realizando actualmente un estudio para determinar la capacidad real de estos acuíferos, que pueden ser explotados para abastecer a los ochocientos mil asturianos del centro y que quizá pueda evitar Caleao.
Pero la lista de alternativas es larga y la minería está incluida. Cuando se excavan las galerías mineras el agua que estaba ocupando los poros de las rocas permeables que se arrancan junto al mineral fluye hacia los nuevos huecos y es preciso drenarla para permitir las labores de extracción. Es el agua de mina y el volumen medio bombeado de las minas de Hunosa en los últimos cuatro años ascendió a treinta hectómetros cúbicos, lo que supone casi la totalidad de la capacidad del futuro embalse de Caleao, que está proyectado para albergar en torno a 35 hectómetros cúbicos.