La capital empezó a recibir ayer agua procedente de la Costa del Sol occidental para paliar la grave sequía que sufre. Casi un año después las tornas han cambiado y ahora es Málaga la que necesita el envío de recursos hídricos de esta zona debido a las escasas lluvias que se han registrado en los últimos meses. Desde el mediodía de ayer se están enviando 200 litros por segundo del pantano de La Concepción que se unirán a los 300 que ya se traen desde La Viñuela.

Con estos nuevos recursos, los malagueños podrán respirar tranquilos porque el abastecimiento para el verano está garantizado en la capital. Pero para poder iniciar esta operación, la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) ha tenido que realizar varias obras de acondicionamiento en la red de abastecimiento que han dejado sin agua a los vecinos de Churriana durante varios días por la rotura el viernes de una tubería y otra el lunes, también en la zona.

Estos hechos impidieron dar luz verde al trasvase de agua hasta ayer a mediodía, cuando los técnicos de Emasa comunicaron a la empresa de agua de la Costa occidental Acosol que las instalaciones estaban listas para recibir los recursos. Según explicó el gerente de la empresa municipal, José Luis Rodríguez, también se detectó un problema con la conducción que une la capital con la Costa debido "a la falta de limpieza que provocó que el agua no llegará con el nivel de cloro que marca la legislación".

Aunque la Cuenca Mediterránea Andaluza no está de acuerdo con esta versión y asegura que esta tubería "es la misma que durante varios meses ha estado llevando agua desde Málaga hacia la Costa occidental", por lo que acusó al gerente de Emasa de usar "un doble lenguaje" y de "entrar en una guerra con una asunto tan importante y serio como la sequía".

Pero subsanados todos estos obstáculos, el trasvase se ha podido llevar a cabo tal y como acordó el Comité de Gestión de la Sequía el pasado 27 de abril como consecuencia de la preocupante situación de la capital y la espectacular recuperación de las reservas del pantano de La Concepción. El agua que se envíe desde este embalse se introducirá directamente en la red municipal de abastecimiento de Málaga a la altura de Churriana y el resto se irá derivando a la planta potabilizadora de Pilones que se usará como depósito antes de enviarla a la desaladora de El Atabal.

Sin embargo, este sistema se hará solamente de forma temporal, ya que Emasa pretende iniciar próximamente la construcción de una nueva tubería desde la conducción de la Costa a la altura de la N-340 en Churriana que permita desviar al agua hasta esta zona gracias a una estación de bombeo que la impulse hasta el depósito de Rojas. Esta actuación costará 1,8 millones de euros, cuya financiación estudian la Junta y el Ayuntamiento.