Strong storms in Huesca and Zaragoza
Thu, 20/07/2006
Las fuertes tormentas provocaron ayer importantes daños materiales y provocaron numerosos problemas, especialmente en las capitales de Zaragoza y Huesca, si bien en la provincia de Teruel también fue necesario evacuar a 90 niños de un campamento.
La fuerte tromba de agua caída por la tarde en la capital aragonesa inundó calles, zonas bajas y locales comerciales, así como problemas en el tráfico rodado, según dijeron a Efe fuentes policiales y de la Administración autonómica. Según el Gobierno de Aragón, las precipitaciones provocaron diversos problemas en la red viaria, concretamente en la N-II, donde algunos vehículos se salieron de la vía y otros colisionaron por alcance, aunque ningún incidente fue grave.
Más de 200 avisos en Zaragoza
Los bomberos de Zaragoza recibieron más de 200 avisos de inundaciones en calles y garajes, desprendimientos de tejas, ramas de árboles y hasta pequeños muros de solares a causa de la fuerza del viento. La tormenta, que estuvo acompañada de aparato eléctrico y fuertes rachas de viento, comenzó a descargar poco antes de la 19,00 horas y lo hizo con gran intensidad durante casi una hora sobre la capital aragonesa, su área metropolitana y otras localidades de la provincia como Calatayud, Ateca o Leciñena. Las inundaciones, que afectaron a varias líneas de autobuses del transporte público, se produjeron en muchos casos al saltar las arquetas de las alcantarillas.
Asimismo, la intensa tormenta caída en Huesca, acompañada de fuertes ráfagas de viento, provocó el caos en esta capital y colapsó durante casi dos horas al cuerpo de bomberos, con continuas llamadas de los vecinos de los edificios donde hubo inundaciones en bajos y garajes. Según fuentes municipales, la intensidad de la lluvia, más de 30 litros por metro cuadrado entre las 13,45 y las 14,30 horas, formó grandes charcos y corrientes de agua en céntricas calles de la ciudad, que paralizaron el tráfico al no poder ser absorbido el caudal por los registros de las alcantarillas.
El agua, mezclada con granizo de pequeñas dimensiones, originó grandes charcos en el casco urbano, donde algunos registros saltaron de sus huecos debido al empuje del caudal y provocó inundaciones en polígonos industriales como el del Sepes, donde la circulación se hizo imposible durante algunos minutos. La gran cantidad de agua caída inundó partes del Palacio de Deportes de Huesca así como una zona de sótanos del Hospital San Jorge, cuyos responsables se vieron obligados a estudiar la posibilidad de desconectar el sistema de climatización del edificio en previsión de averías, añadieron las fuentes.
Fuentes del cuerpo de bomberos de Huesca explicaron que el teléfono de su centralita se vio bloqueado en unos pocos minutos por casi un centenar de llamadas de vecinos que requerían algún tipo de ayuda.
Traslado nocturno
Por otra parte, la Guardia Civil evacuó en la noche del martes a 90 niños y una decena de adultos que les acompañaban de dos campamentos ubicados en el término municipal de Bronchales, ante la fuerte tormenta que cayó en la zona, informó la Delegación del Gobierno en Aragón. Sesenta niños, de entre 12 y 15 años, junto a diez monitores, de Valencia fueron evacuados del cámping «Garganta», situado a un kilómetro de la localidad de Bronchales y fueron trasladados a un local del Ayuntamiento. Del camping «La Corraliza», también en Bronchales, un grupo de niños madrileños, de entre 6 a 15 años, fueron alojados en el Ayuntamiento, mientras que el resto que formaba la acampada, hasta 140, permanecieron en los albergues.
La fuerte tromba de agua caída por la tarde en la capital aragonesa inundó calles, zonas bajas y locales comerciales, así como problemas en el tráfico rodado, según dijeron a Efe fuentes policiales y de la Administración autonómica. Según el Gobierno de Aragón, las precipitaciones provocaron diversos problemas en la red viaria, concretamente en la N-II, donde algunos vehículos se salieron de la vía y otros colisionaron por alcance, aunque ningún incidente fue grave.
Más de 200 avisos en Zaragoza
Los bomberos de Zaragoza recibieron más de 200 avisos de inundaciones en calles y garajes, desprendimientos de tejas, ramas de árboles y hasta pequeños muros de solares a causa de la fuerza del viento. La tormenta, que estuvo acompañada de aparato eléctrico y fuertes rachas de viento, comenzó a descargar poco antes de la 19,00 horas y lo hizo con gran intensidad durante casi una hora sobre la capital aragonesa, su área metropolitana y otras localidades de la provincia como Calatayud, Ateca o Leciñena. Las inundaciones, que afectaron a varias líneas de autobuses del transporte público, se produjeron en muchos casos al saltar las arquetas de las alcantarillas.
Asimismo, la intensa tormenta caída en Huesca, acompañada de fuertes ráfagas de viento, provocó el caos en esta capital y colapsó durante casi dos horas al cuerpo de bomberos, con continuas llamadas de los vecinos de los edificios donde hubo inundaciones en bajos y garajes. Según fuentes municipales, la intensidad de la lluvia, más de 30 litros por metro cuadrado entre las 13,45 y las 14,30 horas, formó grandes charcos y corrientes de agua en céntricas calles de la ciudad, que paralizaron el tráfico al no poder ser absorbido el caudal por los registros de las alcantarillas.
El agua, mezclada con granizo de pequeñas dimensiones, originó grandes charcos en el casco urbano, donde algunos registros saltaron de sus huecos debido al empuje del caudal y provocó inundaciones en polígonos industriales como el del Sepes, donde la circulación se hizo imposible durante algunos minutos. La gran cantidad de agua caída inundó partes del Palacio de Deportes de Huesca así como una zona de sótanos del Hospital San Jorge, cuyos responsables se vieron obligados a estudiar la posibilidad de desconectar el sistema de climatización del edificio en previsión de averías, añadieron las fuentes.
Fuentes del cuerpo de bomberos de Huesca explicaron que el teléfono de su centralita se vio bloqueado en unos pocos minutos por casi un centenar de llamadas de vecinos que requerían algún tipo de ayuda.
Traslado nocturno
Por otra parte, la Guardia Civil evacuó en la noche del martes a 90 niños y una decena de adultos que les acompañaban de dos campamentos ubicados en el término municipal de Bronchales, ante la fuerte tormenta que cayó en la zona, informó la Delegación del Gobierno en Aragón. Sesenta niños, de entre 12 y 15 años, junto a diez monitores, de Valencia fueron evacuados del cámping «Garganta», situado a un kilómetro de la localidad de Bronchales y fueron trasladados a un local del Ayuntamiento. Del camping «La Corraliza», también en Bronchales, un grupo de niños madrileños, de entre 6 a 15 años, fueron alojados en el Ayuntamiento, mientras que el resto que formaba la acampada, hasta 140, permanecieron en los albergues.