Si no llueve en los próximos días, los embalses de la Cuenca Alta del Tajo perderán el nivel mínimo establecido como requisito para trasvasar agua a Murcia y a la Comunidad Valenciana. El conflicto político parece servido.
i.gatón/d.esperanza. Madrid
'Si cierran el trasvase, perderemos la productividad de nuestras tierras, y con ella la capacidad de competitividad de nuestros productos', esta es la negra visión que la Comunidad de Regantes del Tajo-Segura observa si el volumen de agua almacenada en los embalses de Entrepeñas y Buendía continúa descendiendo.
Los embalses de la Cuenca Alta del Tajo se encuentran en los niveles más bajos de su historia debido a que el volumen total de agua de ambos ha pasado de 265 hectómetros cúbicos a 254, tan sólo 14 por encima de la reserva estratégica que impide hacer trasvases (según una cláusula del Plan Hidrológico Nacional aprobado en 2001).
Si el consumo de agua continúa en la misma línea que en las últimas semanas y la lluvia no lo soluciona, sería lógico pensar que las cuencas del Júcar y el Segura dejen de recibir agua en menos de 15 días.
Ante esta situación, desde Valencia y Murcia lamentan una vez más la supresión del Plan Hidrológico Nacional aprobado por el PP, que el PSOE derogó como una de sus promesas electorales.
Ese trasvase habría supuesto para Murcia un incremento de 400 hectómetros cúbicos anuales en la disponibilidad de agua, lo necesario para satisfacer las demandas reales de los agricultores.
Otras posibles alternativas, como los pozos subterráneos hace tiempo que dejaron de ser una alternativa eficaz ya que los niveles de salinización son bastante elevados y no son válidos para el riego. Numerosas depuradoras de aguas residuales, en cambio, ya están en funcionamiento, pero de momento no dan abasto, y será necesario esperar a la puesta en marcha de las desaladoras para alcanzar los niveles mínimos de agua necesarios en ambas comunidades. Al margen de las inversiones que realiza el Estado, Valencia y Murcia han intentado en los últimos años mejorar sus redes de abastecimiento y de regadío. De hecho Murcia, con la ayuda de los regantes, ha renovado el 70% de la red de regadíos.
Uso ejemplar del agua
Desde las diferentes autonomías se asegura que el consumo de agua está siendo responsable y coherente con la situación actual de sequía. Así, el portavoz adjunto del Gobierno murciano, José Antonio Ruiz Vivo, asegura que en la región de Murcia se gestionan de manera ejemplar los escasos recursos de los que disponen: 'Muestra de ello es que reutilizamos 107 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa el 25% del total nacional', asegura Vivo.
Desde la Generalitat Valenciana, el conseller de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, defendió a su comunidad afirmando que 'según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente, nuestra autonomía ha reducido el consumo de recursos hídricos por habitante en un 1,3%, y además somos la única comunidad junto con Madrid que hemos disminuido este consumo, mientras que la media estatal ha aumentado un 3,2%'.
En la Comunidad de Regantes del Tajo-Segura lamentan que esta situación va a ser 'catastrófica' para la región. Por ello, esta comunidad está dosificando el agua entre los agricultores, pero la escasez provoca que los cultivos se rieguen con apenas el 10% del agua necesaria para garantizar la eficiencia de las cosechas.
Además, la sequía también empieza a afectar a la economía de la zona. De hecho, el paro aumento en Murcia, según la EPA, un 3,61% en el segundo semestre de 2006, influido principalmente por la pérdida de competitividad en el sector primario.
La paralización del trasvase afectará no sólo al turismo y la agricultura, sino también a aquellos sectores que dependen indirectamente de ellos, como las empresas envasadoras y de productos agrícolas.
En Valencia, por ejemplo, el 40% del PIB de la Comunidad depende esencialmente de los recursos hídricos.
De momento, lo único que queda es esperar que la meteorología favorezca la situación actual de las cuencas, aunque las probabilidades de lluvia durante los próximos siete días no llegan al 35%.
Las depuradoras, pozos y desaladoras no satisfacen, por el momento, las necesidades hídricas
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Los agricultores apenas disponen del 10% del agua necesaria para garantizar sus cultivos
Las desaladoras no llegarán hasta 2008
El programa A.G.U.A., elaborado por el Gobierno socialista para sustituir el derogado Plan Hidrológico Nacional, dará sus primeros frutos en 2008. Este plan, en el que se han invertido 3.798 millones de euros, busca la depuración de aguas residuales para su reutilización, pero además se construirán una veintena de desaladoras a lo largo de la costa mediterránea. Sin embargo, la utilización de las desaladoras conlleva un problema añadido. El suministro energético.
Las desaladoras necesitan gas natural y el transporte hasta España se encuentra desbordado. Por eso se ve como necesaria la construcción del nuevo gasoducto España-Argelia, que suministrará gas a Almería.
Además las plantas generarán mayor contaminación que el PHN, y su productividad ronda el 50%.