Industries will need in 2007 authorization to carry out with the spillages.
Mon, 02/10/2006
El presidente de Xóvenes Empresarios de Pontevedra, José Luis Vilanova, considera una necesidad urgente la disponibilidad de más suelo industrial porque en Galicia «levamos moitos anos de atraso» y el sector no puede perder competitividad de forma progresiva.
No es de la misma opinión el secretario executivo de Adega, Fins Eirexas, que apuesta antes de acometer la creación de nuevos polígonos por «ver se outros están desocupados», como cree que está sucediendo ahora.
«Hai chan para Eirexas e non o hai para Vilanova. Se sobra e non vale é que houbo un erro na planificación», subraya el director xeral de Calidade e Avaliación Ambiental, Joaquín Buergo del Río, una opinión que también comparte el director del Instituto Galego de Vivenda e Solo, Daniel Pino. «As industrias, que son necesarias, hai que ver onde se ubican», mantiene el director de la Estación de Hidrobioloxía do Con y profesor de Zooloxía de la USC, Fernando Cobo. En este punto, la coincidencia entre los cinco expertos es plena.
Todos ellos hicieron esta reflexión en los Debates del Grupo Correo Gallego, que se celebran en el hotel AC Palacio del Carmen de Santiago. Fueron convocados al hilo del accidente de la empresa química Brenntag que a finales de agosto provocó una gravísima contaminación ecológica en el Umia y que además dejó en el plano social a más de 100.000 personas afectadas por el abastecimiento de agua.
Pino considera prioritario «buscar sitios para a industria química básica», pero recalca que, a diferencia de lo que sucede en Navarra, que tiene saneados todos sus ríos, en Galicia los estudios para abordar esta cuestión empezaron muy tarde. «Temos un panorama bastante desolador», apostilla, al tiempo que recuerda que en la citada comunidad foral cuando empezaron a acometer la tarea sabían ya la inversión total necesaria y cuándo iban a acabar. Y, como las industrias inexorablemente están siempre cerca de los cauces fluviales, consideró un asunto básico que se cierre el ciclo del agua -depurarla- en el polígono antes de verterla en la red pública. De lo contrario, explica, el coste repercute en la población al ser tratados los residuos en las plantas de efluentes domésticos.
En la preservación del entorno, en Galicia se está actuando «con parches» porque no hay un sistema integral para la depuración de las aguas, insiste Buergo del Río. Es más, subraya que cuando accedió al cargo en la nueva Xunta bipartita en su departamento (Consellería de Medio Ambiente) no encontró documento alguno sobre la ubicación de las industrias altamente contaminantes. «Unha cuestión básica é planificar», remarca, pero en paralelo «hai que ir tomando iniciativas que poidan despois ser incardinadas na planificación. Non podemos esperar dous anos. Non podemos renunciar ás industrias de cabeceira»; mantiene. Sin embargo, apostilla también que los empresarios deben apostar fuertemente por no contaminar y por considerar un plus de rentabilidad -algo en lo que también coincide el secretario executivo de Adega- contar con un «selo de calidade» que resalte que su firma es limpia.
Para el presidente de Xóvenes Empresarios de Pontevedra, las industrias no quieren contaminar por contaminar, por lo que pidió campañas de «sensibilización» del sector, si bien considera básico para dar solución al problema «ordenar o territorio». «Hai que ordenar e revisar. Non pode haber solo industrial nas rías, nin unha industria encima de outra na ría de Pontevedra. Se outros (gobiernos) fixeran o seu traballo non estariamos neste debate», dice Vilanova. Pero apostilla: «É necesaria a ordenación do territorio xa, porque a Administración non pode frear a iniciativa empresarial. Se non é rápida, como se di da xusticia, non é eficaz», concluye.
Aunque «non coa celeridade que demanda José Luis Vilanova» pero sí con paso firme está actuando la nueva Xunta. Y, el primer paso es la trasposición a Galicia de la directiva de la Unión Europea sobre la Autorización Ambiental Integrada. A finales de este año, indica Buergo del Río, acaba el plazo para que todas las empresas hayan presentado el proyecto para la autorización de vertidos. Según sus datos, a finales de 2007 se concederán las autorizaciones. «Estase a facer un traballo silencioso pero importante para as empresas que teñan un certo volumen», mantiene. En fases sucesivas se irán incorporando las firmas de menor nivel.
El secretario executivo de Adega remarca que «moitas industrias en Galicia non teñen permiso de vertido». Y cita como ejemplo concreto que carecen de él «a metade» de las piscifactorías (una docena de 25). «O control das autorizacións ás industrias é clave. Esa é a principal responsabilidade da Xunta», zanja Fins Eirexas.
No es de la misma opinión el secretario executivo de Adega, Fins Eirexas, que apuesta antes de acometer la creación de nuevos polígonos por «ver se outros están desocupados», como cree que está sucediendo ahora.
«Hai chan para Eirexas e non o hai para Vilanova. Se sobra e non vale é que houbo un erro na planificación», subraya el director xeral de Calidade e Avaliación Ambiental, Joaquín Buergo del Río, una opinión que también comparte el director del Instituto Galego de Vivenda e Solo, Daniel Pino. «As industrias, que son necesarias, hai que ver onde se ubican», mantiene el director de la Estación de Hidrobioloxía do Con y profesor de Zooloxía de la USC, Fernando Cobo. En este punto, la coincidencia entre los cinco expertos es plena.
Todos ellos hicieron esta reflexión en los Debates del Grupo Correo Gallego, que se celebran en el hotel AC Palacio del Carmen de Santiago. Fueron convocados al hilo del accidente de la empresa química Brenntag que a finales de agosto provocó una gravísima contaminación ecológica en el Umia y que además dejó en el plano social a más de 100.000 personas afectadas por el abastecimiento de agua.
Pino considera prioritario «buscar sitios para a industria química básica», pero recalca que, a diferencia de lo que sucede en Navarra, que tiene saneados todos sus ríos, en Galicia los estudios para abordar esta cuestión empezaron muy tarde. «Temos un panorama bastante desolador», apostilla, al tiempo que recuerda que en la citada comunidad foral cuando empezaron a acometer la tarea sabían ya la inversión total necesaria y cuándo iban a acabar. Y, como las industrias inexorablemente están siempre cerca de los cauces fluviales, consideró un asunto básico que se cierre el ciclo del agua -depurarla- en el polígono antes de verterla en la red pública. De lo contrario, explica, el coste repercute en la población al ser tratados los residuos en las plantas de efluentes domésticos.
En la preservación del entorno, en Galicia se está actuando «con parches» porque no hay un sistema integral para la depuración de las aguas, insiste Buergo del Río. Es más, subraya que cuando accedió al cargo en la nueva Xunta bipartita en su departamento (Consellería de Medio Ambiente) no encontró documento alguno sobre la ubicación de las industrias altamente contaminantes. «Unha cuestión básica é planificar», remarca, pero en paralelo «hai que ir tomando iniciativas que poidan despois ser incardinadas na planificación. Non podemos esperar dous anos. Non podemos renunciar ás industrias de cabeceira»; mantiene. Sin embargo, apostilla también que los empresarios deben apostar fuertemente por no contaminar y por considerar un plus de rentabilidad -algo en lo que también coincide el secretario executivo de Adega- contar con un «selo de calidade» que resalte que su firma es limpia.
Para el presidente de Xóvenes Empresarios de Pontevedra, las industrias no quieren contaminar por contaminar, por lo que pidió campañas de «sensibilización» del sector, si bien considera básico para dar solución al problema «ordenar o territorio». «Hai que ordenar e revisar. Non pode haber solo industrial nas rías, nin unha industria encima de outra na ría de Pontevedra. Se outros (gobiernos) fixeran o seu traballo non estariamos neste debate», dice Vilanova. Pero apostilla: «É necesaria a ordenación do territorio xa, porque a Administración non pode frear a iniciativa empresarial. Se non é rápida, como se di da xusticia, non é eficaz», concluye.
Aunque «non coa celeridade que demanda José Luis Vilanova» pero sí con paso firme está actuando la nueva Xunta. Y, el primer paso es la trasposición a Galicia de la directiva de la Unión Europea sobre la Autorización Ambiental Integrada. A finales de este año, indica Buergo del Río, acaba el plazo para que todas las empresas hayan presentado el proyecto para la autorización de vertidos. Según sus datos, a finales de 2007 se concederán las autorizaciones. «Estase a facer un traballo silencioso pero importante para as empresas que teñan un certo volumen», mantiene. En fases sucesivas se irán incorporando las firmas de menor nivel.
El secretario executivo de Adega remarca que «moitas industrias en Galicia non teñen permiso de vertido». Y cita como ejemplo concreto que carecen de él «a metade» de las piscifactorías (una docena de 25). «O control das autorizacións ás industrias é clave. Esa é a principal responsabilidade da Xunta», zanja Fins Eirexas.