Níjar will have the most modern irrigation system on Spain in 2008
Sat, 07/10/2006
Un moderno edificio de telecontrol y automatización del riego evitará pérdidas en los más de 500 kilómetros de tuberías que distribuirán el agua de Carboneras ÁFRICA MATEO/ALMERÍA PROTAGONISTAS. López, Ariza, Corpas, Callejón y Baltanás ven el vídeo del proyecto. /M. MANZANO
Las obras que la empresa estatal Seiasa del Sur y del Este realiza en el Campo de Níjar, además de servir para comunicar las explotaciones de esta comarca con la desaladora de Carboneras, contribuirán a modernizar todo el sistema de regadíos de la zona.
Estos trabajos, que se iniciaron en el año 2002, iniciaron ayer su segunda fase, que es la que realmente pondrá en marcha los aspectos más modernos y útiles del proyecto. En concreto, el agua que llega ahora hasta dos balsas principales de regulación, se conducirá hasta las explotaciones de los 1.800 agricultores con los que cuenta la Junta Central de Usuarios del Campo de Níjar.
Hasta ahora, se han construido 70 kilómetros de conducciones primarias -que van desde la planta de Carboneras hasta las dos balsas- y ahora se construirán otros 460 kilómetros de tuberías secundarias, que enlazarán con las tomas de agua de los invernaderos.
Edificio
Lo más novedoso de esta segunda fase es que se complementará el proyecto con un moderno edificio de telecontrol y automatización del regadío, que permite evitar pérdidas y llevar un control exhaustivo de lo que consume cada agricultor. Será, según explicaron fuentes del Gobierno, uno de los sistemas de regadío más modernos de España, al incluir «las más avanzadas tecnologías en la gestión de los recursos».
No hay que irse a otras provincias para ver el adelanto de este proyecto, ya que hay zonas de la provincia en las que se producen pérdidas hasta del 70% del agua, debido al mal estado de las conducciones.
El presidente de los regantes de Níjar, Antonio López, detalló, en este sentido, que «la obra se va a hacer con la máxima calidad», después de comprobar que los costes que suponen algunos cambios que mejoran la obra se pueden asumir, porque «los números van saliendo». Además, incidió en que «cualquier pérdida de agua que se produzca, por pequeña que sea, la vamos a detectar y resolver con gran rapidez».
Entre las mejoras que van a percibir los regantes de esta comunidad, hay dos aspectos destacados. Por un lado, dejarán descansar el acuífero subterráneo, que está declarado como sobreexplotado desde hace tres años y, por otro lado, contarán con agua de mejor calidad para sus productos.
Calidad de los frutos
En este sentido, López aseguró que «el agricultor notará cada día que cuanta más agua use de Carboneras, la calidad de sus productos será mayor». De hecho, el presidente de los regantes recordó que hace unos meses hubo varios agricultores que pasaron graves problemas debido a la salinidad tan alta que presentaba el agua, que no servía ni para regar la variedad de tomate 'raf', que es la que admite más sal en el agua.
El presidente de Seiasa del Sur y del Este detalló algunas de las características de esta segunda fase, en la que se invertirán 28,29 millones de euros. Beneficiará a unos 1.800 regantes del Campo de Níjar, que tienen unas 7.700 hectáreas.
Por otro lado, las obras cuentan con un plazo de ejecución de 19 meses y medio, que cuentan desde ayer que se firmó el acta de replanteo, a lo que hay que sumar otros seis meses en los que la segunda fase de conducciones y las cinco nuevas balsas reguladoras se someterán a diversas pruebas, con el objetivo de que el sistema funcione correctamente.
Cabe destacar que a pesar de que en la actualidad sólo funciona la primera fase, algunos regantes reciben agua desde hace meses. El problema es que el agua desalada de Carboneras no llega a todos y, precisamente, los que no pueden acceder a ella son los que más la necesitan. Por eso, se ha previsto poner en marcha por tramos esta segunda fase, conforme se vayan concluyendo algunas de las redes secundarias, para dar agua a estos regantes de forma progresiva, sin esperar a que se concluya toda la obra, que se terminará en mayo de 2008.
Las obras que la empresa estatal Seiasa del Sur y del Este realiza en el Campo de Níjar, además de servir para comunicar las explotaciones de esta comarca con la desaladora de Carboneras, contribuirán a modernizar todo el sistema de regadíos de la zona.
Estos trabajos, que se iniciaron en el año 2002, iniciaron ayer su segunda fase, que es la que realmente pondrá en marcha los aspectos más modernos y útiles del proyecto. En concreto, el agua que llega ahora hasta dos balsas principales de regulación, se conducirá hasta las explotaciones de los 1.800 agricultores con los que cuenta la Junta Central de Usuarios del Campo de Níjar.
Hasta ahora, se han construido 70 kilómetros de conducciones primarias -que van desde la planta de Carboneras hasta las dos balsas- y ahora se construirán otros 460 kilómetros de tuberías secundarias, que enlazarán con las tomas de agua de los invernaderos.
Edificio
Lo más novedoso de esta segunda fase es que se complementará el proyecto con un moderno edificio de telecontrol y automatización del regadío, que permite evitar pérdidas y llevar un control exhaustivo de lo que consume cada agricultor. Será, según explicaron fuentes del Gobierno, uno de los sistemas de regadío más modernos de España, al incluir «las más avanzadas tecnologías en la gestión de los recursos».
No hay que irse a otras provincias para ver el adelanto de este proyecto, ya que hay zonas de la provincia en las que se producen pérdidas hasta del 70% del agua, debido al mal estado de las conducciones.
El presidente de los regantes de Níjar, Antonio López, detalló, en este sentido, que «la obra se va a hacer con la máxima calidad», después de comprobar que los costes que suponen algunos cambios que mejoran la obra se pueden asumir, porque «los números van saliendo». Además, incidió en que «cualquier pérdida de agua que se produzca, por pequeña que sea, la vamos a detectar y resolver con gran rapidez».
Entre las mejoras que van a percibir los regantes de esta comunidad, hay dos aspectos destacados. Por un lado, dejarán descansar el acuífero subterráneo, que está declarado como sobreexplotado desde hace tres años y, por otro lado, contarán con agua de mejor calidad para sus productos.
Calidad de los frutos
En este sentido, López aseguró que «el agricultor notará cada día que cuanta más agua use de Carboneras, la calidad de sus productos será mayor». De hecho, el presidente de los regantes recordó que hace unos meses hubo varios agricultores que pasaron graves problemas debido a la salinidad tan alta que presentaba el agua, que no servía ni para regar la variedad de tomate 'raf', que es la que admite más sal en el agua.
El presidente de Seiasa del Sur y del Este detalló algunas de las características de esta segunda fase, en la que se invertirán 28,29 millones de euros. Beneficiará a unos 1.800 regantes del Campo de Níjar, que tienen unas 7.700 hectáreas.
Por otro lado, las obras cuentan con un plazo de ejecución de 19 meses y medio, que cuentan desde ayer que se firmó el acta de replanteo, a lo que hay que sumar otros seis meses en los que la segunda fase de conducciones y las cinco nuevas balsas reguladoras se someterán a diversas pruebas, con el objetivo de que el sistema funcione correctamente.
Cabe destacar que a pesar de que en la actualidad sólo funciona la primera fase, algunos regantes reciben agua desde hace meses. El problema es que el agua desalada de Carboneras no llega a todos y, precisamente, los que no pueden acceder a ella son los que más la necesitan. Por eso, se ha previsto poner en marcha por tramos esta segunda fase, conforme se vayan concluyendo algunas de las redes secundarias, para dar agua a estos regantes de forma progresiva, sin esperar a que se concluya toda la obra, que se terminará en mayo de 2008.