Experts say that climate change will be stronger in Mediterranean areas
Mon, 12/02/2007
Un informe del Instituto Nacional de Meteorología predice olas severas de calor y disminución de las precipitaciones en verano EFE/MADRID / VALENCIA PLANTACIÓN. Miembros de la Colla Muntanyenca, ayer por la mañana, en Les Puntes de Gosàlvez. / L. V.
Las regiones del Mediterráneo español serán las más afectadas por los efectos del cambio climático, que supondrán un aumento «significativo» de las temperaturas, ya que son las que soportan un mayor «estrés climático».
Así lo expuso el jefe del Servicio de Climatología del Instituto Nacional de Meteorología (INM), José Antonio López, uno de los veintitrés científicos españoles que intervinieron en el último informe del Grupo Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC en sus siglas en inglés).
López explicó que los efectos del cambio climático serán globales y de ellos no se librará ninguna región del mundo, pero serán diferentes en cada una y en España las variaciones se apreciarán más en verano que en invierno, con severas olas de calor, similares a las de 2003, que pueden repetirse cada cinco años.
El INM ha elaborado un estudio, en el marco del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, en el que se detallan de forma «regionalizada» los impactos que el cambio climático puede provocar en España durante las próximas décadas, un estudio que hará público el martes la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Las predicciones realizadas por expertos del Instituto Nacional de Meteorología a partir de los principales modelos de estudio que se utilizan en el mundo concluyen que el aumento de las temperaturas a lo largo de las próximas décadas encaja con el incremento que han experimentado durante la segunda mitad del siglo XX.
José Antonio López explicó que las predicciones están en sintonía con las globales que ha hecho el Grupo Intergubernamental, y precisó en ese sentido que el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones se apreciará más durante los meses de verano.
«Está menos claro qué va a pasar en invierno», dijo el científico, quien advirtió, además, que todos los estudios apuntan hacia una mayor variabilidad de esas precipitaciones cada año o incluso dentro de cada ejercicio.
Lluvias torrenciales
Explicó que esa variabilidad afectará al actual régimen de precipitaciones y complicará el aprovechamiento y la regulación de los recursos hídricos, y que el aumento de las lluvias torrenciales, sobre todo en las regiones mediterráneas, multiplicará los problemas causados por este tipo de precipitaciones.
José Antonio López precisó que los estudios apuntan a que el aumento de las temperaturas en España como consecuencia del calentamiento global será «especialmente significativo» durante el verano, y que las olas de calor severas, similares a las que padeció España en el 2003, se podrían repetir cada cinco años.
Sobre los efectos durante el invierno «hay más incertidumbre», ya que hay una mayor dispersión de los resultados, explicó el experto.
Las regiones más afectadas serán las mediterráneas, ya que son las que soportan un mayor «estrés climático» y se encuentran ya en la actualidad cerca de los «límites» en términos de precipitación y de temperatura.
López dijo que el aumento de las temperaturas y la disminución de las lluvias propiciará en los ecosistemas mediterráneos una mayor «tensión climática».
Desertización
A grandes rasgos dibujó un panorama general en el que la mitad sur de la Península se parecería, a mediados del siglo, al norte de África y el norte de España se parecería al sur peninsular, y advirtió de que el cambio climático agravará problemas como el de la desertización.
«En el sureste peninsular tenemos ya zonas que son casi desiertos, y el problema se va a agravar», dijo el científico, aunque precisó que las incertidumbres de lo que va a ocurrir a escala local son todavía muy grandes.
Las regiones del Mediterráneo español serán las más afectadas por los efectos del cambio climático, que supondrán un aumento «significativo» de las temperaturas, ya que son las que soportan un mayor «estrés climático».
Así lo expuso el jefe del Servicio de Climatología del Instituto Nacional de Meteorología (INM), José Antonio López, uno de los veintitrés científicos españoles que intervinieron en el último informe del Grupo Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC en sus siglas en inglés).
López explicó que los efectos del cambio climático serán globales y de ellos no se librará ninguna región del mundo, pero serán diferentes en cada una y en España las variaciones se apreciarán más en verano que en invierno, con severas olas de calor, similares a las de 2003, que pueden repetirse cada cinco años.
El INM ha elaborado un estudio, en el marco del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, en el que se detallan de forma «regionalizada» los impactos que el cambio climático puede provocar en España durante las próximas décadas, un estudio que hará público el martes la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Las predicciones realizadas por expertos del Instituto Nacional de Meteorología a partir de los principales modelos de estudio que se utilizan en el mundo concluyen que el aumento de las temperaturas a lo largo de las próximas décadas encaja con el incremento que han experimentado durante la segunda mitad del siglo XX.
José Antonio López explicó que las predicciones están en sintonía con las globales que ha hecho el Grupo Intergubernamental, y precisó en ese sentido que el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones se apreciará más durante los meses de verano.
«Está menos claro qué va a pasar en invierno», dijo el científico, quien advirtió, además, que todos los estudios apuntan hacia una mayor variabilidad de esas precipitaciones cada año o incluso dentro de cada ejercicio.
Lluvias torrenciales
Explicó que esa variabilidad afectará al actual régimen de precipitaciones y complicará el aprovechamiento y la regulación de los recursos hídricos, y que el aumento de las lluvias torrenciales, sobre todo en las regiones mediterráneas, multiplicará los problemas causados por este tipo de precipitaciones.
José Antonio López precisó que los estudios apuntan a que el aumento de las temperaturas en España como consecuencia del calentamiento global será «especialmente significativo» durante el verano, y que las olas de calor severas, similares a las que padeció España en el 2003, se podrían repetir cada cinco años.
Sobre los efectos durante el invierno «hay más incertidumbre», ya que hay una mayor dispersión de los resultados, explicó el experto.
Las regiones más afectadas serán las mediterráneas, ya que son las que soportan un mayor «estrés climático» y se encuentran ya en la actualidad cerca de los «límites» en términos de precipitación y de temperatura.
López dijo que el aumento de las temperaturas y la disminución de las lluvias propiciará en los ecosistemas mediterráneos una mayor «tensión climática».
Desertización
A grandes rasgos dibujó un panorama general en el que la mitad sur de la Península se parecería, a mediados del siglo, al norte de África y el norte de España se parecería al sur peninsular, y advirtió de que el cambio climático agravará problemas como el de la desertización.
«En el sureste peninsular tenemos ya zonas que son casi desiertos, y el problema se va a agravar», dijo el científico, aunque precisó que las incertidumbres de lo que va a ocurrir a escala local son todavía muy grandes.