Climate change will cause permanent drought in Alicante
Wed, 14/02/2007
El cambio climático hará de la sequía un fenómeno permanente en Alicante
Medio Ambiente advierte de que las lluvias disminuirán este siglo un 40% en la mitad sur de la península, con fuertes subidas de las temperaturas
F. J. BENITO
E
l informe sobre el cambio climático elaborado por científicos españoles y que ayer fue presentado al Consejo Nacional del Clima advierte de que las lluvias habrán caído hasta un 40% en el sur de la península -la incidencia puede ser aún mayor en la Comunidad Valenciana y Andalucía- en el horizonte del año 2071, si no se pone remedio a la emisión de los gases invernadero causantes del calentamiento de la tierra. La provincia de Alicante será una de las zonas españolas más afectadas por la reducción de las precipitaciones hasta el punto de que la sequía, hoy coyuntural, se convertirá en un fenómeno estructural y, por lo tanto, será imposible recargar los acuíferos. Un problema que afectará también a la posibilidad de los trasvases, siempre si se cumplen las previsiones de los científicos y continúa la emisión indiscriminada de los gases que favorecen el calentamiento.
Una merma del 40% en las precipitaciones dejará éstas en torno a los 200 litros por metro cuadrado al año, 150 litros menos que la media estimada normal actualmente por el Instituto Nacional de Meteorología (350 litros por metro cuadrado). La primera conclusión, según Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, «será un gran aumento de la dependencia hídrica de una provincia donde, por otro lado, estamos acostumbrándonos a los ciclos secos».
El informe confirma que los periodos de sequía serán más intensos y, paradójicamente, también resultarán intensos los episodios de lluvias torrenciales debido, entre otras causas, al aumento de la evaporación y de las temperaturas medias en el mar. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, alertó, además, de que el desafío más duro corresponderá a «Andalucía y el litoral levantino», apostando por una «reorientación generalizada» del modelo de desarrollo de España.
Los 156,4 litros de lluvia por metro cuadrado recogidos en la provincia en 2005 convirtieron este año en el sexto más seco de la historia de Alicante desde que comenzaron las mediciones en 1856 y el quinto más seco desde 1994. Una situación que tenderá a generalizarse si se cumplen las previsiones más negativas del informe sobre el cambio climático presentado ayer por el Ministerio de Medio Ambiente. La temperatura media en la franja mediterránea subirá en torno a los 4,5 grados, centrándose el incremento sobre todo entre abril y octubre.
Para Jorge Olcina, el problema principal «es que todas la señales nos conducen a reproducir un escenario climático marcado por la aridez o, lo que es lo mismo, el avance de la desertificación en Alicante, donde las precipitaciones serán cada vez menores y muy irregulares». La secuencia actual es similar a la que se vivió en la provincia a comienzos de los años 80 y en los inicios de los 90. «En 2005 tuvimos más de 170 días soleados y anticiclónicos. Escenario característico de las grandes secuencias de sequía como sucedió en 1981, 1983, 1994 y 1995, y el pasado 2006 tampoco fue muy diferente», explicó Olcina.
El ciclo seco se ha disparado en los últimos quince años pero prácticamente en todas las décadas, desde 1856, la provincia ha sufrido episodios marcados por la falta de precipitaciones. En 1883 y 1892 se recogió aún menos lluvia que en 2005 y 2006. La década 1917-1927 también se caracterizó por la sequía con puntas en esos dos años cuando se recogieron 195 y 194 litros por metro cuadrado respectivamente. Los ejercicios 1935 y 1939 también fueron muy secos y en medio de ese periodo destacaron los 129 litros recogidos en 1937. En la década de los 40 encontramos un año muy seco al principio -1941 con 182 litros-. A partir de ahí ciclo húmedo hasta 1959 cuando sólo cayeron 174,8 litros. Los 168 litros por metro cuadrado de 1961 dieron paso a una nueva época con lluvias que se prolongaría hasta prácticamente 1990 (177 litros). Desde entonces el descenso ya es generalizado.
Alicante ya registró en 2006 aumentos medios en las temperaturas que rozaron los tres grados en municipios como Pedreguer y Torrevieja, donde la media de todo el año no bajó de los 20 grados, según Meteorología. Los meteorólogos del Instituto informan de que no se registraban valores tan altos desde 1950 y en los cincuenta y siete años de investigación, los expertos advierten de que los seis años más cálidos se han registrado desde 1994. La temperatura media en la provincia el año pasado fue de 16,2 grados, 1,2
más que la considerada normal por el Instituto Nacional de Meteorología. Tras 2006, los años más tórridos desde 1950 fueron 1994, 1995, 1997, 2001 y 2003. Sólo 1996 y 2005 registraron valores normales y los más fríos desde mediados del siglo XIX resultaron 1956 y 1972, con una temperatura media estimada de 13,9 grados.
Julio, mes más afectado
Por otra parte, en el Informe sobre Escenarios Climáticos para España se recoge una predicción de temperatura máxima en el mes de julio para tres periodos (2011-2040, 2041-2070 y 2071-2100). En los tres modelos se apunta un aumento de temperatura máxima, que en el caso del peor escenario climático podría suponer hasta 8 grados centígrados más durante este siglo. Julio es en la actualidad el mes que registra máximas estivales de temperatura, que a finales del siglo XXI podrían suponer nuevos récords históricos si se cumplen las predicciones de los escenarios climáticos. En el periodo 2011 a 2040, la temperaturas me- dias subirán entre uno y tres grados. Entre 2041 y 2070 la subida estará entre 3,5 y 4º y entre 2071 y 2100 la subida será entre 4 y 7 grados.
Medio Ambiente advierte de que las lluvias disminuirán este siglo un 40% en la mitad sur de la península, con fuertes subidas de las temperaturas
F. J. BENITO
E
l informe sobre el cambio climático elaborado por científicos españoles y que ayer fue presentado al Consejo Nacional del Clima advierte de que las lluvias habrán caído hasta un 40% en el sur de la península -la incidencia puede ser aún mayor en la Comunidad Valenciana y Andalucía- en el horizonte del año 2071, si no se pone remedio a la emisión de los gases invernadero causantes del calentamiento de la tierra. La provincia de Alicante será una de las zonas españolas más afectadas por la reducción de las precipitaciones hasta el punto de que la sequía, hoy coyuntural, se convertirá en un fenómeno estructural y, por lo tanto, será imposible recargar los acuíferos. Un problema que afectará también a la posibilidad de los trasvases, siempre si se cumplen las previsiones de los científicos y continúa la emisión indiscriminada de los gases que favorecen el calentamiento.
Una merma del 40% en las precipitaciones dejará éstas en torno a los 200 litros por metro cuadrado al año, 150 litros menos que la media estimada normal actualmente por el Instituto Nacional de Meteorología (350 litros por metro cuadrado). La primera conclusión, según Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, «será un gran aumento de la dependencia hídrica de una provincia donde, por otro lado, estamos acostumbrándonos a los ciclos secos».
El informe confirma que los periodos de sequía serán más intensos y, paradójicamente, también resultarán intensos los episodios de lluvias torrenciales debido, entre otras causas, al aumento de la evaporación y de las temperaturas medias en el mar. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, alertó, además, de que el desafío más duro corresponderá a «Andalucía y el litoral levantino», apostando por una «reorientación generalizada» del modelo de desarrollo de España.
Los 156,4 litros de lluvia por metro cuadrado recogidos en la provincia en 2005 convirtieron este año en el sexto más seco de la historia de Alicante desde que comenzaron las mediciones en 1856 y el quinto más seco desde 1994. Una situación que tenderá a generalizarse si se cumplen las previsiones más negativas del informe sobre el cambio climático presentado ayer por el Ministerio de Medio Ambiente. La temperatura media en la franja mediterránea subirá en torno a los 4,5 grados, centrándose el incremento sobre todo entre abril y octubre.
Para Jorge Olcina, el problema principal «es que todas la señales nos conducen a reproducir un escenario climático marcado por la aridez o, lo que es lo mismo, el avance de la desertificación en Alicante, donde las precipitaciones serán cada vez menores y muy irregulares». La secuencia actual es similar a la que se vivió en la provincia a comienzos de los años 80 y en los inicios de los 90. «En 2005 tuvimos más de 170 días soleados y anticiclónicos. Escenario característico de las grandes secuencias de sequía como sucedió en 1981, 1983, 1994 y 1995, y el pasado 2006 tampoco fue muy diferente», explicó Olcina.
El ciclo seco se ha disparado en los últimos quince años pero prácticamente en todas las décadas, desde 1856, la provincia ha sufrido episodios marcados por la falta de precipitaciones. En 1883 y 1892 se recogió aún menos lluvia que en 2005 y 2006. La década 1917-1927 también se caracterizó por la sequía con puntas en esos dos años cuando se recogieron 195 y 194 litros por metro cuadrado respectivamente. Los ejercicios 1935 y 1939 también fueron muy secos y en medio de ese periodo destacaron los 129 litros recogidos en 1937. En la década de los 40 encontramos un año muy seco al principio -1941 con 182 litros-. A partir de ahí ciclo húmedo hasta 1959 cuando sólo cayeron 174,8 litros. Los 168 litros por metro cuadrado de 1961 dieron paso a una nueva época con lluvias que se prolongaría hasta prácticamente 1990 (177 litros). Desde entonces el descenso ya es generalizado.
Alicante ya registró en 2006 aumentos medios en las temperaturas que rozaron los tres grados en municipios como Pedreguer y Torrevieja, donde la media de todo el año no bajó de los 20 grados, según Meteorología. Los meteorólogos del Instituto informan de que no se registraban valores tan altos desde 1950 y en los cincuenta y siete años de investigación, los expertos advierten de que los seis años más cálidos se han registrado desde 1994. La temperatura media en la provincia el año pasado fue de 16,2 grados, 1,2
más que la considerada normal por el Instituto Nacional de Meteorología. Tras 2006, los años más tórridos desde 1950 fueron 1994, 1995, 1997, 2001 y 2003. Sólo 1996 y 2005 registraron valores normales y los más fríos desde mediados del siglo XIX resultaron 1956 y 1972, con una temperatura media estimada de 13,9 grados.
Julio, mes más afectado
Por otra parte, en el Informe sobre Escenarios Climáticos para España se recoge una predicción de temperatura máxima en el mes de julio para tres periodos (2011-2040, 2041-2070 y 2071-2100). En los tres modelos se apunta un aumento de temperatura máxima, que en el caso del peor escenario climático podría suponer hasta 8 grados centígrados más durante este siglo. Julio es en la actualidad el mes que registra máximas estivales de temperatura, que a finales del siglo XXI podrían suponer nuevos récords históricos si se cumplen las predicciones de los escenarios climáticos. En el periodo 2011 a 2040, la temperaturas me- dias subirán entre uno y tres grados. Entre 2041 y 2070 la subida estará entre 3,5 y 4º y entre 2071 y 2100 la subida será entre 4 y 7 grados.