Asturias greatest fontain, loosing water

Mon, 26/03/2007

La Nueva España

El cambio climático no deja de lado a Asturias y la principal fuente de la región comienza a perder agua. La aportación del Nalón al embalse de Rioseco, que da de beber a buena parte de los 800.000 asturianos que viven en el área central y al corazón de la industria regional, se redujo un 21,9 por ciento durante los últimos 43 años, lo que supone que aporta 74,4 hectómetros cúbicos menos al año.

Durante 2006 el Nalón dejó en la presa de Rioseco un total de 266,56 hectómetros cúbicos. Una cifra muy por debajo de la media de los datos históricos manejados en el estudio hidrológico del proyecto de la presa de Rioseco (1964), que estaban en 314 hectómetros cúbicos, es decir, un 21,9 por ciento más. Los datos de 2006 son un reflejo de la caída constante de caudal que se ha ido produciendo en los últimos ejercicios. Así, el año pasado la aportación del Nalón fue un 7,5 por ciento menor que la media de los últimos cinco años, de 2002 a 2006, que fue de 287 hectómetros cúbicos. La situación no mejora si la comparativa se realiza teniendo en cuenta la media de los últimos diez años, que se sitúa en 316 hectómetros cúbicos, un 15,7 por ciento más que en 2006.

Según la Consejería de Medio Ambiente, los datos del trasvase del Nalón al embalse de Rioseco reflejan una aportación media anual de entre 8,5 y 9 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, estas aportaciones no son constantes y, de hecho, están marcadas por grandes variaciones estacionales que hacen que en época de estiaje bajen habitualmente hasta 0,8 metros cúbicos por segundo, es decir, menos de la décima parte de la media anual y, por supuesto, muy por debajo de los aportes medios en invierno, que pueden girar en torno a 16 metros cúbicos por segundo, aunque en los episodios de avenidas registrados hace unas semanas la aportación llegó a 248 metros cúbicos por segundo.

Para la viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, los datos corroboran la necesidad de afrontar en Asturias el problema global del cambio climático y la necesidad de ahorrar en el consumo de agua. Tanto para el Gobierno regional como para la Confederación Hidrográfica la solución a los problemas de agua de la región está, además de en una política de ahorro, en la construcción de un nuevo embalse en la zona del alto Nalón. Una opción, la de Caleao, que cuenta con la oposición tanto de IU como de los ecologistas.

Pero el PSOE cierra filas en el asunto y la tesis mantenida por el Principado y por la FSA es que Asturias no está preparada para aguantar una sequía y una prolongación de la falta de lluvias durante un tiempo más largo de lo habitual, lo que podría provocar problemas de abastecimiento. Su teoría se basa en que el centro de Asturias tiene un déficit de abastecimiento de 50 millones de metros cúbicos.

De hecho, Asturias lleva seis años sin tener garantizado el suministro de agua en caso de sequía prolongada. Desde 1999 la zona central está por debajo de la llamada «curva de garantía». Una fórmula matemática que se basa en una combinación entre los datos de los embalses asturianos de los últimos cincuenta años y las necesidades de abastecimiento de la región. La curva de garantía supone tener suficiente agua para que, en cualquiera de las situaciones vividas durante el último medio siglo, se pueda tener el nivel suficiente de caudal para realizar el abastecimiento. Pero Tanes y Rioseco parecen no dar abasto. Su capacidad de abastecimiento sin riesgos es de 45,3 hectómetros cúbicos y, desde 1999, la demanda la supera.

Para empezar por el ahorro Belén Fernández anunció la puesta en marcha de un plan especial en los colegios y en las instalaciones municipales. La Consejería de Medio Ambiente suministrará a todos los ayuntamientos unos dispositivos que se colocarán en los grifos y en las duchas de los colegios y de las instalaciones municipales de toda la región que permitirán ahorros hasta del 50 por ciento.