Treinta localidades de la ribera del Ebro -en las comunidades de Navarra y Aragón- aguardan hoy la primera riada extraordinaria del río Ebro desde 2003. Los equipos de Protección Civil y las máquinas que trabajan para construir defensas se distribuyen en estas localidades, entre las que se encuentran desde el municipio de Funes al de Cortes, pasando por Tudela, en la comunidad foral, o de Novillas a Velilla de Ebro en el cauce bajo del río.
El consejo es que las localidades retiren pertenencias y ganado de las zonas que se inundaron hace cuatro años. Con todo, se espera trabajar con la avenida laminándola en los embalses, pero el problema es que los pantanos que deben regular el agua están por encima del 80% y que las abundantes precipitaciones impiden predicciones acertadas. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, José Luis Alonso, advirtió ayer de que la nueva crecida del río Ebro será la de una avenida extraordinaria similar a la de 2003. Entonces, el río llevó en Castejón un caudal de 3.300 metros cúbicos por segundo, y lo previsto en esta ocasión es que alcance los 2.900 o 3.100. 'Todo dependerá de cómo evolucione la situación de precipitación', señaló Alonso. 'Las lluvias se concentran en la cabecera de la cuenca, y además hay que contar que llueve sobre otra avenida y en una zona en la que los pantanos están llenos y los acuíferos repletos'.
El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, que asistió a una reunión extraordinaria convocada por el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, para hacer frente a la avenida, dijo que 'aunque se barajan todas las opciones, en principio no está previsto que tengamos que evacuar a la población'.
La punta llega hoy a Castejón y el jueves a Zaragoza donde hay dos puntos de atención: las obras de la Expo y Vadorrey, el barrio situado en la margen izquierda del río que más sufre las inundaciones. Antes recibirán el agua localidades como Pradilla , Novillas o Tauste, donde se temen más los daños.
Reunión de alcaldes
Esta riada llega más rápidamente que la anterior avenida y está previsto que dure más tiempo. El agua de la anterior avenida todavía no se ha retirado totalmente de su tierra. Los alcaldes de los pueblos ribereños de Zaragoza se reunieron ayer en Pradilla para afrontar la nueva situación.
El Ayuntamiento de Funes (Navarra) tuvo que desalojar ayer por la tarde a las familias que residen en 72 viviendas ante la amenaza del desbordamiento del río Arga, que se encuentra a apenas 60 centímetros de las casas del barrio bajo de la localidad, según informó a Europa Press el alcalde, Antonio Ulzurrun. La mayoría de los vecinos fueron realojados en una zona de residencia más alta de la ciudad, donde no hay riesgo de inundaciones. Según fuentes del Ayuntamiento, la punta de crecida del río se esperaba a partir de las tres de la madrugada.
Cuando se dio la orden de desalojo, el agua se encontraba a 4,80 metros de altura, y con la crecida podría situarse 1,50 metros por encima de esa cota, por lo que se temían anegaciones de bajeras, garajes y sótanos.
Los vecinos de otras localidades por las que atraviesa el Arga también se preparaban para la avenida, como en Falces o Peralta