149 paper plants closed due to pollution in second gratest fresh water lake
Wed, 04/04/2007
Ciento cuarenta y seis papeleras instaladas a orillas del segundo mayor lago de agua dulce de China, el Dongting, fueron cerradas por contaminar con sus aguas residuales y emisiones de dióxido de azufre, dijo hoy a Efe una fuente oficial.
"Sólo podrán reabrir aquellas que tengan una capacidad de producción de más de 50.000 toneladas anuales, instalaciones para depurar sus aguas residuales y controlen sus emisiones", explicó el director de la Administración de Protección de Medio Ambiente de la provincia de Hunan (sur).
El año pasado las papeleras, que abarrotan las tres ciudades a orillas del lago, vertieron 100 millones de toneladas de aguas residuales y no cumplieron sus compromisos de atajar las emisiones de dióxido de azufre, principal causante de la lluvia ácida.
El plazo que tienen las fábricas para ponerse al día en sus obligaciones expirará el 31 de diciembre de este año y, según vaticinó el director, "sólo un tercio podrán cumplir los requisitos, mientras que el resto serán probablemente cerradas indefinidamente".
Las 146 fábricas estaban incluidas en una "lista negra" de las autoridades medioambientales, aunque el Gobierno planea cerrar, antes de que termine el año, otro centenar.
"Los cierres son inútiles si se deja intacta la maquinaria.
Comienzan la producción y las emisiones contaminantes en cuanto los equipos de inspección se van", advirtió Wu Fucheng, catedrático de la Universidad de Medio Ambiente de Hunan, citado por el diario de Hong Kong "South China Morning Post".
Entre tanto, Jiang Jiahu, de la Academia China de Ciencias, comentó que las grandes plantas, que serán las únicas que queden en pie, podrían seguir arrojando contaminantes y alterando su sistema ecológico.
Alimentado por el río Yangtsé, el lago Dongting fue en el pasado el mayor de agua dulce del país pero, debido al desarrollo inmobiliario, pasó al segundo lugar al reducirse su superficie en el último medio siglo de 6.500 a 2.700 kilómetros cuadrados.
La gran cantidad de juncos y árboles de rápido crecimiento que viven en él se han convertido en un tentador anzuelo para las papeleras, que con sus vertidos convirtieron el agua, otrora potable, en insalubre.
China, mayor emisor mundial de dióxido de azufre, prometió este mes que reducirá estas emisiones en un 62 por ciento antes del año 2010, desde los 13 millones de toneladas de 2005 a 5,02 millones.
"Sólo podrán reabrir aquellas que tengan una capacidad de producción de más de 50.000 toneladas anuales, instalaciones para depurar sus aguas residuales y controlen sus emisiones", explicó el director de la Administración de Protección de Medio Ambiente de la provincia de Hunan (sur).
El año pasado las papeleras, que abarrotan las tres ciudades a orillas del lago, vertieron 100 millones de toneladas de aguas residuales y no cumplieron sus compromisos de atajar las emisiones de dióxido de azufre, principal causante de la lluvia ácida.
El plazo que tienen las fábricas para ponerse al día en sus obligaciones expirará el 31 de diciembre de este año y, según vaticinó el director, "sólo un tercio podrán cumplir los requisitos, mientras que el resto serán probablemente cerradas indefinidamente".
Las 146 fábricas estaban incluidas en una "lista negra" de las autoridades medioambientales, aunque el Gobierno planea cerrar, antes de que termine el año, otro centenar.
"Los cierres son inútiles si se deja intacta la maquinaria.
Comienzan la producción y las emisiones contaminantes en cuanto los equipos de inspección se van", advirtió Wu Fucheng, catedrático de la Universidad de Medio Ambiente de Hunan, citado por el diario de Hong Kong "South China Morning Post".
Entre tanto, Jiang Jiahu, de la Academia China de Ciencias, comentó que las grandes plantas, que serán las únicas que queden en pie, podrían seguir arrojando contaminantes y alterando su sistema ecológico.
Alimentado por el río Yangtsé, el lago Dongting fue en el pasado el mayor de agua dulce del país pero, debido al desarrollo inmobiliario, pasó al segundo lugar al reducirse su superficie en el último medio siglo de 6.500 a 2.700 kilómetros cuadrados.
La gran cantidad de juncos y árboles de rápido crecimiento que viven en él se han convertido en un tentador anzuelo para las papeleras, que con sus vertidos convirtieron el agua, otrora potable, en insalubre.
China, mayor emisor mundial de dióxido de azufre, prometió este mes que reducirá estas emisiones en un 62 por ciento antes del año 2010, desde los 13 millones de toneladas de 2005 a 5,02 millones.