Ebro overflow will cost 20 million euros to public administration
Fri, 13/04/2007
La riada del Ebro que tuvo lugar a lo largo de la semana pasada ha dejado en esta cuenca hidrológica daños en infraestructuras públicas por valor de entre 15 y 20 millones de
ROBERTO PÉREZ
ZARAGOZA. La riada del Ebro que tuvo lugar a lo largo de la semana pasada ha dejado en esta cuenca hidrológica daños en infraestructuras públicas por valor de entre 15 y 20 millones de euros. Es la estimación que ayer dio a conocer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, quien también ayer presidió la reunión de la junta de gobierno de este organismo, en la que están representadas todas las comunidades autónomas de esta cuenca.
Alonso afirmó que se trata de una evaluación inicial de daños, que podría elevarse en los próximos días porque los técnicos aún no han realizado los cálculos de daños en la ribera baja del Ebro, zona en la que las aguas aún no se han retirado por completo tras la inundación.
Se trata, además, de una cifra que hace referencia exclusivamente a los daños en infraestructuras que son competencia de la CHE, en el dominio público hidráulico. A esos daños, por tanto, aún habrá que sumarles los ocasionados por la riada en fincas de cultivo. El Gobierno aragonés ha cifrado en 18.000 las hectáreas inundadas por el agua y el lodo en los municipios ribereños del Ebro a su paso por esta Comunidad autónoma, motivo que ha llevado a los sindicatos agrarios y a alcaldes ribereños ha solicitar la declaración de zona catastrófica.
Las obras en las que la Confederación Hidrográfica del Ebro calcula que tendrá que invertir entre 15 y 20 millones de euros se centrarán en la reparación de las motas, las defensas situadas en las márgenes del río. Se trata de actuaciones que, además, presentan urgencia. Es así porque del buen estado de estas defensas depende que nuevas crecidas no vuelvan a producir daños.
Reunión con los alcaldes
Respecto a las críticas de algunos alcaldes y habitantes de municipios ribereños por el mal estado de limpieza del cauce, que impedía la capacidad de desagüe e incrementaba los efectos de la crecida, Alonso anunció que se reunirá con los alcaldes, aunque todavía no hay fecha.
También indicó que tanto él como el comisario de aguas de la CHE se desplazarán próximamente a las zonas afectadas para estudiar «qué actuaciones hay que hacer para proteger a las poblaciones».
Restricciones a la navegación
Por otra parte, la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) acordó ayer endurecer las normas de navegación en embalses y ríos de la cuenca con el objetivo de controlar al máximo la expansión del mejillón cebra. Los embalses navegables se han clasificado, restringiendo los usos de navegación en los que se consideren protegidos, y también se implantarán en todas las zonas afectadas puntos de desinfección y limpieza de embarcaciones, además de limitarse el acceso en las presas afectadas por este molusco invasor. Queda prohibida la navegación a motor en embalses que se dedican a abastecimiento o cuyas aguas son trasvasadas a otras cuencas. Es el caso de las presas del Ebro (Cantabria), Ullívarri y Urrúnaga (País Vasco). También se restringe aún más la navegación en embalses afectados por el mejillón cebra: mequinenza, Ribarroja, Flix, Sobrón y La Tranquera. La navegación a motor queda temporalmente suspendida desde el nacimiento del Ebro hasta Escatrón (Zaragoza), permitiéndose desde Flix hasta el puente de la Cinta de Tortosa, en la desembocadura.
ROBERTO PÉREZ
ZARAGOZA. La riada del Ebro que tuvo lugar a lo largo de la semana pasada ha dejado en esta cuenca hidrológica daños en infraestructuras públicas por valor de entre 15 y 20 millones de euros. Es la estimación que ayer dio a conocer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, quien también ayer presidió la reunión de la junta de gobierno de este organismo, en la que están representadas todas las comunidades autónomas de esta cuenca.
Alonso afirmó que se trata de una evaluación inicial de daños, que podría elevarse en los próximos días porque los técnicos aún no han realizado los cálculos de daños en la ribera baja del Ebro, zona en la que las aguas aún no se han retirado por completo tras la inundación.
Se trata, además, de una cifra que hace referencia exclusivamente a los daños en infraestructuras que son competencia de la CHE, en el dominio público hidráulico. A esos daños, por tanto, aún habrá que sumarles los ocasionados por la riada en fincas de cultivo. El Gobierno aragonés ha cifrado en 18.000 las hectáreas inundadas por el agua y el lodo en los municipios ribereños del Ebro a su paso por esta Comunidad autónoma, motivo que ha llevado a los sindicatos agrarios y a alcaldes ribereños ha solicitar la declaración de zona catastrófica.
Las obras en las que la Confederación Hidrográfica del Ebro calcula que tendrá que invertir entre 15 y 20 millones de euros se centrarán en la reparación de las motas, las defensas situadas en las márgenes del río. Se trata de actuaciones que, además, presentan urgencia. Es así porque del buen estado de estas defensas depende que nuevas crecidas no vuelvan a producir daños.
Reunión con los alcaldes
Respecto a las críticas de algunos alcaldes y habitantes de municipios ribereños por el mal estado de limpieza del cauce, que impedía la capacidad de desagüe e incrementaba los efectos de la crecida, Alonso anunció que se reunirá con los alcaldes, aunque todavía no hay fecha.
También indicó que tanto él como el comisario de aguas de la CHE se desplazarán próximamente a las zonas afectadas para estudiar «qué actuaciones hay que hacer para proteger a las poblaciones».
Restricciones a la navegación
Por otra parte, la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) acordó ayer endurecer las normas de navegación en embalses y ríos de la cuenca con el objetivo de controlar al máximo la expansión del mejillón cebra. Los embalses navegables se han clasificado, restringiendo los usos de navegación en los que se consideren protegidos, y también se implantarán en todas las zonas afectadas puntos de desinfección y limpieza de embarcaciones, además de limitarse el acceso en las presas afectadas por este molusco invasor. Queda prohibida la navegación a motor en embalses que se dedican a abastecimiento o cuyas aguas son trasvasadas a otras cuencas. Es el caso de las presas del Ebro (Cantabria), Ullívarri y Urrúnaga (País Vasco). También se restringe aún más la navegación en embalses afectados por el mejillón cebra: mequinenza, Ribarroja, Flix, Sobrón y La Tranquera. La navegación a motor queda temporalmente suspendida desde el nacimiento del Ebro hasta Escatrón (Zaragoza), permitiéndose desde Flix hasta el puente de la Cinta de Tortosa, en la desembocadura.