Ministery of Environment approves grants to avoid water escapes
Wed, 09/05/2007
El Gobierno aprobó ayer subvencionar por vez primera, a través del Departamento de Medio Ambiente, la mejora de las redes de abastecimiento de agua de los municipios para mitigar las pérdidas, que en algunas localidades llegan a superar el 30%. Bilbao ha admitido que las fugas alcanzan el 23%, mientras que en Vitoria rondan el 12%, un nivel considerado de pérdida 'técnica'.
La ayuda aprobada ayer es pequeña en cantidad -un millón de euros-, pero un portavoz de Medio Ambiente resaltó que es ampliable y dependerá de las peticiones de los consistorios. Las solicitudes deberán tramitarse en la Dirección de Aguas o en las oficinas territoriales de la consejería que dirige Esther Larrañaga.
La medida pretende reducir las pérdidas de agua para evitar situaciones como la de principios de este año, cuando los principales embalses se situaron en la curva de sequía y hubo que aplicar las llamadas restricciones blandas, como la limitación del riego de calles y zonas verdes. Medio Ambiente quiere propiciar un uso racional de este recurso, como se recoge en la ley de Aguas, aprobada en junio pasado.
La gran cantidad de fugas se debe a la antigüedad de las redes de distribución. En Bilbao tienen una edad media de 35 años. La pasada década, los bilbaínos llegaron a padecer más de 2.500 cortes cada año, de los que sólo 60 eran programados. Por ello, en 2000 se puso en marcha un plan para renovar las conducciones, que entre las de abastecimiento y saneamiento suman casi 1.500 kilómetros de tuberías. El Ayuntamiento ha calculado que regenerar la red supondrá diez años de obras y casi 100 millones de euros, que se unen a los más de 70 invertidos desde 2000.
Plan de progreso
El Consejo de Gobierno aprobó también en su reunión de ayer el programa de crecimiento y progreso social para el periodo 2006-2009, con diez pilares estratégicos que van desde una mayor competitividad económica a través de la innovación e internacionalización y la mejora de la asistencia sanitaria, de protección social y de empleo hasta una estrategia energética sostenible y el plan de lucha contra el cambio climático.
El programa integra las políticas públicas de todos los departamentos y establece una serie de objetivos económicos y presupuestarios comunes que se deben cumplir.
El plan contra el cambio climático es una de las novedades que aporta Medio Ambiente, que desde hace más de un año trabaja en un documento para hacer frente al mismo. Una de las medidas planteadas es crear un nuevo impuesto que grave los residuos vertidos en los basureros, tanto públicos como privados. Con ello se buscar reducir la generación de metano, uno de los gases que provocan el efecto invernadero, a su vez causantes del cambio climático.
La ayuda aprobada ayer es pequeña en cantidad -un millón de euros-, pero un portavoz de Medio Ambiente resaltó que es ampliable y dependerá de las peticiones de los consistorios. Las solicitudes deberán tramitarse en la Dirección de Aguas o en las oficinas territoriales de la consejería que dirige Esther Larrañaga.
La medida pretende reducir las pérdidas de agua para evitar situaciones como la de principios de este año, cuando los principales embalses se situaron en la curva de sequía y hubo que aplicar las llamadas restricciones blandas, como la limitación del riego de calles y zonas verdes. Medio Ambiente quiere propiciar un uso racional de este recurso, como se recoge en la ley de Aguas, aprobada en junio pasado.
La gran cantidad de fugas se debe a la antigüedad de las redes de distribución. En Bilbao tienen una edad media de 35 años. La pasada década, los bilbaínos llegaron a padecer más de 2.500 cortes cada año, de los que sólo 60 eran programados. Por ello, en 2000 se puso en marcha un plan para renovar las conducciones, que entre las de abastecimiento y saneamiento suman casi 1.500 kilómetros de tuberías. El Ayuntamiento ha calculado que regenerar la red supondrá diez años de obras y casi 100 millones de euros, que se unen a los más de 70 invertidos desde 2000.
Plan de progreso
El Consejo de Gobierno aprobó también en su reunión de ayer el programa de crecimiento y progreso social para el periodo 2006-2009, con diez pilares estratégicos que van desde una mayor competitividad económica a través de la innovación e internacionalización y la mejora de la asistencia sanitaria, de protección social y de empleo hasta una estrategia energética sostenible y el plan de lucha contra el cambio climático.
El programa integra las políticas públicas de todos los departamentos y establece una serie de objetivos económicos y presupuestarios comunes que se deben cumplir.
El plan contra el cambio climático es una de las novedades que aporta Medio Ambiente, que desde hace más de un año trabaja en un documento para hacer frente al mismo. Una de las medidas planteadas es crear un nuevo impuesto que grave los residuos vertidos en los basureros, tanto públicos como privados. Con ello se buscar reducir la generación de metano, uno de los gases que provocan el efecto invernadero, a su vez causantes del cambio climático.