The third part of the surface of Spain undergoes desertification
Sun, 01/07/2007
Las zonas más afectadas hasta ahora son la vertiente mediterránea y Canarias.
En el Día Mundial contra la Desertización, y a pesar de que no se prevén problemas de abastecimiento, se aconseja el consumo responsable de agua Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de Lucha contra la Desertización y la Sequía, un informe de WWF/Adena afirma que España es el país europeo con mayor grado de desertización debido a que cada año pierde una enorme cantidad de suelo por la falta de cubierta vegetal. En la actualidad, la tercera parte de su superficie sufre una tasa muy elevada de desertización y un 6% ya se ha degradado de forma irreversible, siendo la vertiente mediterránea y Canarias las zonas más afectadas. Se indica, además, que a la dificultad para que se desarrolle el suelo, derivada de la escasez de lluvia, especialmente en la región mediterránea, hay que añadir los incendios forestales, la agricultura intensiva y la sobreexplotación de los acuíferos, que afectan a la fertilidad del suelo, producen una desertización irreversible en muchas zonas y dificultan el acceso al agua potable para el abastecimiento. Calor extremo Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), la desertización amenaza con cambiar la vida a más de un centenar de países, en los que habitan 1.200 millones de personas. Además, 2.400 millones carecen de sistemas de abastecimiento y 1.800 millones de niños mueren cada año por enfermedades relacionadas con la escasez de agua y la falta de saneamiento. Calculan los expertos, que en el año 2020 más de 130 millones de seres humanos podrían abandonar sus tierras ante el avance del desierto. De ellos, cerca de la mitad corresponderán al África subsahariana, la región del planeta con mayor índice de desertización. Asia también se verá muy afectada al tener 1.700 millones de hectáreas de tierras áridas y semiáridas, que incluyen desiertos en continuo crecimiento en China, India, Mongolia, Pakistán o Nepal. En Hispanoamérica, a pesar de albergar enormes superficies de bosques tropicales húmedos, la pérdida de selva y de tierras de cultivo supera los 300 millones de hectáreas. España, que forma junto con Portugal, Italia, Turquía y Grecia, el grupo del Mediterráneo Norte, es una de las zonas incluidas por Naciones Unidas como afectadas por la desertización (el 31,5% de la superficie tiene un riesgo alto o muy alto), y se prevé que el proceso se agrave en las próximas décadas debido al cambio climático y a la intensificación de los fenómenos meteorológicos adversos como las sequías y las tormentas.
Alicante y Gran Canaria tienen erosionado prácticamente el 100% de su superficie, mientras que por encima del 70% están Murcia, Tarragona, Almería, Valencia, Castellón, Valencia, Jaén, Granada, Tenerife y Málaga. Extremadura comienza a recuperarse ligeramente y sólo tiene niveles altos de desertización en el 0,5% del territorio, mientras que en Cataluña, Castilla-La Mancha y Madrid la desertización alcanza el 30%. En Galicia, Asturias, Cantabria, casi todo el País Vasco y las provincias de León, Salamanca y Gerona los niveles de desertización son nulos o muy bajos. Una reciente investigación elaborada por el Centro Purdue para la Investigación del Cambio Climático (Indiana, Estados Unidos), referida a una veintena de países de África, Asia y Europa, concluye que a lo largo de este siglo el número de días de calor extremo aumentarán hasta un 500%. En el caso de España, serán entre 30 y 40 días al año, especialmente en Murcia, Baleares, Valencia, sur de Cataluña, Valle del Ebro, costa atlántica de Andalucía y algunas zonas del interior de Castilla y León. También se incrementarán, aunque entre 20 y 30 días al año, en zonas del interior de Valencia y Murcia, en el sureste andaluz y en grandes extensiones de Aragón, La Rioja, Navarra Castilla y León y el sur de Galicia. Por último, se registrarán unas 20 jornadas al año de extremo calor en zonas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, el norte de Galicia y el País Vasco.
En el Día Mundial contra la Desertización, y a pesar de que no se prevén problemas de abastecimiento, se aconseja el consumo responsable de agua Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de Lucha contra la Desertización y la Sequía, un informe de WWF/Adena afirma que España es el país europeo con mayor grado de desertización debido a que cada año pierde una enorme cantidad de suelo por la falta de cubierta vegetal. En la actualidad, la tercera parte de su superficie sufre una tasa muy elevada de desertización y un 6% ya se ha degradado de forma irreversible, siendo la vertiente mediterránea y Canarias las zonas más afectadas. Se indica, además, que a la dificultad para que se desarrolle el suelo, derivada de la escasez de lluvia, especialmente en la región mediterránea, hay que añadir los incendios forestales, la agricultura intensiva y la sobreexplotación de los acuíferos, que afectan a la fertilidad del suelo, producen una desertización irreversible en muchas zonas y dificultan el acceso al agua potable para el abastecimiento. Calor extremo Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), la desertización amenaza con cambiar la vida a más de un centenar de países, en los que habitan 1.200 millones de personas. Además, 2.400 millones carecen de sistemas de abastecimiento y 1.800 millones de niños mueren cada año por enfermedades relacionadas con la escasez de agua y la falta de saneamiento. Calculan los expertos, que en el año 2020 más de 130 millones de seres humanos podrían abandonar sus tierras ante el avance del desierto. De ellos, cerca de la mitad corresponderán al África subsahariana, la región del planeta con mayor índice de desertización. Asia también se verá muy afectada al tener 1.700 millones de hectáreas de tierras áridas y semiáridas, que incluyen desiertos en continuo crecimiento en China, India, Mongolia, Pakistán o Nepal. En Hispanoamérica, a pesar de albergar enormes superficies de bosques tropicales húmedos, la pérdida de selva y de tierras de cultivo supera los 300 millones de hectáreas. España, que forma junto con Portugal, Italia, Turquía y Grecia, el grupo del Mediterráneo Norte, es una de las zonas incluidas por Naciones Unidas como afectadas por la desertización (el 31,5% de la superficie tiene un riesgo alto o muy alto), y se prevé que el proceso se agrave en las próximas décadas debido al cambio climático y a la intensificación de los fenómenos meteorológicos adversos como las sequías y las tormentas.
Alicante y Gran Canaria tienen erosionado prácticamente el 100% de su superficie, mientras que por encima del 70% están Murcia, Tarragona, Almería, Valencia, Castellón, Valencia, Jaén, Granada, Tenerife y Málaga. Extremadura comienza a recuperarse ligeramente y sólo tiene niveles altos de desertización en el 0,5% del territorio, mientras que en Cataluña, Castilla-La Mancha y Madrid la desertización alcanza el 30%. En Galicia, Asturias, Cantabria, casi todo el País Vasco y las provincias de León, Salamanca y Gerona los niveles de desertización son nulos o muy bajos. Una reciente investigación elaborada por el Centro Purdue para la Investigación del Cambio Climático (Indiana, Estados Unidos), referida a una veintena de países de África, Asia y Europa, concluye que a lo largo de este siglo el número de días de calor extremo aumentarán hasta un 500%. En el caso de España, serán entre 30 y 40 días al año, especialmente en Murcia, Baleares, Valencia, sur de Cataluña, Valle del Ebro, costa atlántica de Andalucía y algunas zonas del interior de Castilla y León. También se incrementarán, aunque entre 20 y 30 días al año, en zonas del interior de Valencia y Murcia, en el sureste andaluz y en grandes extensiones de Aragón, La Rioja, Navarra Castilla y León y el sur de Galicia. Por último, se registrarán unas 20 jornadas al año de extremo calor en zonas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, el norte de Galicia y el País Vasco.