Agriculture, key in the fight against the climatic change
Tue, 10/07/2007
La sequía es para el sector agrario el problema más grave de cuantos se derivan del cambio climático: es evidente que sin agua no es posible la actividad agraria, por lo que tanto los agricultores como los ganaderos viven muy pendientes del cielo.
No obstante, en los últimos años, esta preocupación secular de agricultores y ganaderos ha cobrado un giro inesperado, ya que los avances tecnológicos han permitido profundizar en las causas del cambio climático así como en el planteamiento de las posibles soluciones.
Entre las soluciones a este problema está, en primera línea, el propio sector agrario, que por su capacidad para capturar CO2 y para producir materias primas destinadas a la fabricación de los biocombustibles se constituye en el primer agente en la lucha contra el gran problema del cambio climático.
Así lo expuso el secretario general de Asaja-Sevilla, Miguel Afán de Ribera, durante su reciente intervención en el Foro Internacional sobre la Sequía.
Afán de Ribera, que participó en la mesa redonda El regadío. Situación de la agricultura en España, destacó durante su intervención el papel estratégico de la agricultura en la búsqueda de un nuevo modelo energético que contribuya a paliar los efectos y consecuencias del temido cambio climático.
Tal y como recordó Afán de Ribera, "el crecimiento exponencial de la población y de sus necesidades energéticas ha llevado al colapso del modelo energético actual, apoyado fundamentalmente en la quema de los combustibles fósiles". "Este modelo, con sus ingentes emisiones de CO2, ha sido el causante del calentamiento global del planeta, con todas las consecuencias que de ello se derivan: heladas, inundaciones y por supuesto sequías", aseguró el experto.
Superar etapas.
Según puso de manifiesto Afán de Ribera, "hay un acuerdo unánime para cambiar este modelo y para superar definitivamente la era del petróleo; expertos y líderes mundiales apuestan por las energías limpias y renovables para reducir las emisiones de efecto invernadero. Y en esa apuesta, el sector agrario tiene un papel prioritario, puesto que los biocombustibles procedentes de la biomasa producida por el sector agrario y forestal son hoy en día la mejor alternativa al petróleo. Tanto es así, que en el sector del transporte de países tales como Brasil o Suecia, están plenamente implantados".
Pero no es ésta la única vía por la que la agricultura contribuye a minimizar el cambio climático. El secretario general de Asaja-Sevilla reivindicó también la importante función en la captación de CO2 que desempeña la agricultura, y especialmente la agricultura de regadío, que como afirmó Afán de Ribera "constituye el principal sumidero de CO2 con que cuenta el planeta; así por ejemplo, una hectárea de regadío es capaz de fijar 43 toneladas anuales de CO2, justo el doble de lo que puede llegar a fijar una hectárea plantada de bosque".
Modelos en alza.
El secretario general de Asaja-Sevilla recordó además que "el regadío español, que ocupa tan sólo el 13% de la superficie agraria útil, aporta casi el 60% de la producción final agraria, lo que sería por sí mismo un criterio concluyente para apostar por este modelo de agricultura", que en los últimos años se ha visto en peligro por la creciente falta de agua.
Todos estos argumentos expuestos llevan a Afán de Ribera a realizar una decidida apuesta por la aplicación de nuevas tecnologías en la mejora de la oferta y a defender la construcción de desaladoras, depuradoras y ecoembalses allá donde sea posible.
Por último, el secretario general de Asaja-Sevilla planteó la necesidad de incrementar la superficie de regadío también en los países en vías de desarrollo y profundizar en este modelo productivo con una visión global, puesto que es el único que permite alimentar a la creciente población mundial, satisfaciendo sus necesidades y preservando el desarrollo sostenible del planeta.
No obstante, en los últimos años, esta preocupación secular de agricultores y ganaderos ha cobrado un giro inesperado, ya que los avances tecnológicos han permitido profundizar en las causas del cambio climático así como en el planteamiento de las posibles soluciones.
Entre las soluciones a este problema está, en primera línea, el propio sector agrario, que por su capacidad para capturar CO2 y para producir materias primas destinadas a la fabricación de los biocombustibles se constituye en el primer agente en la lucha contra el gran problema del cambio climático.
Así lo expuso el secretario general de Asaja-Sevilla, Miguel Afán de Ribera, durante su reciente intervención en el Foro Internacional sobre la Sequía.
Afán de Ribera, que participó en la mesa redonda El regadío. Situación de la agricultura en España, destacó durante su intervención el papel estratégico de la agricultura en la búsqueda de un nuevo modelo energético que contribuya a paliar los efectos y consecuencias del temido cambio climático.
Tal y como recordó Afán de Ribera, "el crecimiento exponencial de la población y de sus necesidades energéticas ha llevado al colapso del modelo energético actual, apoyado fundamentalmente en la quema de los combustibles fósiles". "Este modelo, con sus ingentes emisiones de CO2, ha sido el causante del calentamiento global del planeta, con todas las consecuencias que de ello se derivan: heladas, inundaciones y por supuesto sequías", aseguró el experto.
Superar etapas.
Según puso de manifiesto Afán de Ribera, "hay un acuerdo unánime para cambiar este modelo y para superar definitivamente la era del petróleo; expertos y líderes mundiales apuestan por las energías limpias y renovables para reducir las emisiones de efecto invernadero. Y en esa apuesta, el sector agrario tiene un papel prioritario, puesto que los biocombustibles procedentes de la biomasa producida por el sector agrario y forestal son hoy en día la mejor alternativa al petróleo. Tanto es así, que en el sector del transporte de países tales como Brasil o Suecia, están plenamente implantados".
Pero no es ésta la única vía por la que la agricultura contribuye a minimizar el cambio climático. El secretario general de Asaja-Sevilla reivindicó también la importante función en la captación de CO2 que desempeña la agricultura, y especialmente la agricultura de regadío, que como afirmó Afán de Ribera "constituye el principal sumidero de CO2 con que cuenta el planeta; así por ejemplo, una hectárea de regadío es capaz de fijar 43 toneladas anuales de CO2, justo el doble de lo que puede llegar a fijar una hectárea plantada de bosque".
Modelos en alza.
El secretario general de Asaja-Sevilla recordó además que "el regadío español, que ocupa tan sólo el 13% de la superficie agraria útil, aporta casi el 60% de la producción final agraria, lo que sería por sí mismo un criterio concluyente para apostar por este modelo de agricultura", que en los últimos años se ha visto en peligro por la creciente falta de agua.
Todos estos argumentos expuestos llevan a Afán de Ribera a realizar una decidida apuesta por la aplicación de nuevas tecnologías en la mejora de la oferta y a defender la construcción de desaladoras, depuradoras y ecoembalses allá donde sea posible.
Por último, el secretario general de Asaja-Sevilla planteó la necesidad de incrementar la superficie de regadío también en los países en vías de desarrollo y profundizar en este modelo productivo con una visión global, puesto que es el único que permite alimentar a la creciente población mundial, satisfaciendo sus necesidades y preservando el desarrollo sostenible del planeta.