Las lluvias registradas durante la primera quincena de agosto en Cataluña han supuesto una mejora de las reservas de los embalses de las cuencas catalanas, sobre todo de las que sirven para abastecer a Barcelona y su entorno metropolitano. Con todo no han sido suficientes para que se dé por superada la situación de excepcionalidad, lo que comporta restricciones en diferentes puntos del territorio.
Las lluvias han frenado la pérdida de reservas de agua por la escasez de lluvia en los últimos meses, según el Departamento de Medio Ambiente. No obstante, no han sido suficientes como para que las cuencas catalanas se recuperen del escaso volumen de los embalses.
Esta situación comporta algunas limitaciones en el consumo del agua, como por ejemplo restricciones en el riego de parques y jardines, obligación de reutilizar el agua en las piscinas de uso público y privado, y optimización del uso del agua en parques acuáticos y en otras actividades de carácter lúdico.
Las previsiones de la Agencia Catalana del Agua señalan que los embalses del sistema Ter-Llobregat seguirán perdiendo reservas hasta otoño, aunque no será necesario aumentar las restricciones actuales.