El vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, afirmó hoy que las reservas de agua en los embalses de la cabecera del Tajo están 250 hectómetros cúbicos por debajo de lo que sería normal en esta época del año, cuando está a punto de finalizar el año hidrológico.
Lamata, durante la rueda de prensa del Consejo de Gobierno, manifestó, a preguntas de los periodistas, que "seguimos en una situación crítica" y que en estos momentos los pantanos de Entrepeñas y Buendía tienen unos 350 hectómetros cúbicos, cuando la media de los últimos cinco años anteriores a la sequía estaban en 550 ó 600 hectómetros por estas fechas.
Por ello consideró que no se deben autorizar trasvases al Levante que no sean para consumo humano y afirmó que, aunque este año no se hable tanto, no significa que "estemos bien".
En este sentido explicó que, aunque la situación es mejor que la del año pasado, no lo es con respecto a anteriores, y pidió que el trasvase, mientras siga vigente, se gestione con prudencia y rigor.
No obstante, insistió en que hay que replantear "a fondo" la situación y afirmó que el trasvase Tajo-Segura "no tiene ya sentido" ni "futuro" porque "ya no puede llevar agua para regar al Levante".
"Ese trasvase tiene que tener fecha de caducidad", dijo Lamata, que agregó que el año 2015, fecha en la que la reforma del estatuto de autonomía de Castilla-La Mancha fija el fin del trasvase, "es una llamada de atención, un punto final antes de que se agote ya ese trasvase porque tengamos que utilizarlo para el crecimiento de Castilla-La Mancha y la recuperación ambiental del Tajo".
Pidió al PP que aclare su posición, tras las manifestaciones de los presidentes valenciano y murciano que dicen que el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, defiende ese trasvase.
"Nos gustaría escuchar una manifestación distinta y que el PP asumiera la conclusión de que si el trasvase tuvo alguna vez utilidad, ya no tiene vigencia", agregó Lamata.