Malaga keeps on without solving the integration of the Guadalmedina in the city a century after the flood

Tue, 25/09/2007

SUR

Ayer se cumplió un siglo. El 24 de septiembre de 1907 quedará marcado para siempre en la historia de Málaga por ser el día en el que el río Guadalmedina se desbordó por las fuertes lluvias caídas arriba de su cauce. El suceso provocó medio centenar de muertos en la capital y la zona de Casabermeja y supuso un punto de inflexión en la discusión sobre los proyectos para dar una solución al torrente que divide la ciudad en dos. Cien años después, tras el debate de nuevos proyectos, esa discusión sigue sin resolverse y sometida a la voluntad política de las administraciones que tienen capacidad de decisión al respecto.

Las últimas noticias sobre el denominado 'Plan Guadalmedina' se produjeron el pasado mes de agosto, cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, acordaron en un encuentro que se realice un concurso de ideas para determinar el futuro del río. No obstante, antes de llegar a ese concurso, el Ayuntamiento quiere profundizar aún más en el debate y, coincidiendo con el centenario de la famosa 'riá', ha organizado un ciclo de conferencias y una exposición de fotografías que albergará la Casona del Parque a partir del jueves.

Foros

Fuentes municipales explicaron que estas actividades serán el inicio de otros muchos debates y foros -incluso se ha planteado usar Internet con este fin- para recoger la opinión tanto de los ciudadanos como de las instituciones sobre el proyecto para el Guadalmedina. La intención del Consistorio, que realizará todo este proceso a través de la Fundación Ciedes, es que esa discusión contribuya a fijar las bases del concurso de ideas que, en cualquier caso, no se convocará hasta dentro de tres o cuatro meses. En su encuentro con De la Torre, Chaves apoyó la realización de ese concurso, aunque no quiso ir más allá sobre una de las cuestiones clave a la hora de abordar el proyecto: el desvío de las aguas del río.

Sobre ese asunto, esencial antes de plantear cualquier solución para el tramo urbano del cauce, se han realizado en los últimos años dos estudios. El primero de ellos, en el año 1999, apostaba por unas soluciones que pasaban por aumentar la capacidad de desagüe de la presa de El Limonero, procurar que siempre estuviera vacía y realizar dos pequeños trasvases al río Campanillas que siempre estarían controlados y gestionados por un sistema de explotación. Frente a esta opción, que puede calificarse como 'blanda', se impuso finalmente al poco tiempo la que apostaba por la construcción de un túnel de 11 kilómetros hasta la zona del Peñón del Cuervo para canalizar el agua del río hasta el mar en el caso de que se produjese una avenida.

El Ministerio de Medio Ambiente llegó a encargar y elaborar este proyecto, que también incluía el trasvase al embalse de La Viñuela, el encauzamiento del tramo urbano del cauce y cuatro grandes parques para reforestar la cuenca del Guadalmedina. Sin embargo, no llegó a avanzar más allá y los cajones de los proyectos pasaron de la antigua Confederación Hidrográfica del Sur, dependiente del Gobierno central, a la Cuenca Mediterránea Andaluza (CMA), de la Junta de Andalucía.

Sin embargo, la CMA ha mostrado su intención de partir desde cero en este asunto y sus responsables han llegado a calificar de «barbaridad» la propuesta de los túneles, una idea que el Ayuntamiento sí ha visto con buenos ojos hasta el momento.

En definitiva, sigue sin haber un consenso entre las administraciones sobre la primera condición para cerrar la herida del Guadalmedina: garantizar la seguridad de la ciudad en caso de fuertes lluvias. Fuentes expertas consultadas aseguraron que de nada sirve un concurso de ideas si las administraciones no se ponen antes de acuerdo sobre esa condición.