The largest Mexican desalination plant works exclusively with renewable energy
Sat, 27/10/2007
"En México viene el gran boom de la desalación". Lo dice Gerardo Hiriar, director técnico de la Universidad Nacional Autónoma de México y uno de los mayores especialistas mundiales en la utilización de energías renovables para la desalación de aguas. "En el noroeste de nuestro país", explicó ayer, "ya inauguramos la desaladora más grande de México" que se alimenta, entre otras energías limpias, de los 700 megawebs aportados por la anergía geotérmica que produce esa zona próxima a EE UU.
"Se acaba de inaugurar la primera planta y en el noroeste del país va a haber muchísimas de ellas", comenta Hiriar. "Y mí país ha querido estar desde el comienzo asociado con energías renovables. En esas zonas del país donde necesitamos el agua abunda la energía solar, el viento y otras condiciones propias de nuestra situación geográfica, como es el caso de las fuerzas geotérmicas, que en México llevan más de 30 años generando energía eléctrica".
El director de la UNAM reconoce también "el potencial" que ofrece la energía de las mareas. "En el golfo de California", dice, "se produce mareas de seis metros de altitud. Lo que hacemos en la Universidad Nacional Autónoma de México son los estudios para que las desalinadoras tengan energía renovable con la que mover sus bombas".
700 MEGAWEBS. Gerardo Hiriar afirma que la energía geotérmica generada en el noroeste del país "alcanza los 700 megawebs de potencia constante, de forma económica y no contaminante. Es energía suficiente", asegura, "para mover las máquinas de desalación de ósmosis internas", explica este técnico latinoamericano antes de reconocer también la importancia de la energía eólica en la creación de potencial eléctrico.
En ese sentido recordó el caso de Australia, país con gran auge en técnicas de desalasión donde sus centrales permanecen alimentadas o conectadas a la red "hasta cuando comienza a soplar el viento y se alimenta de los aerogeneradores".
En ese interés del Estado mexicano por subirse al carro de las energías limpias, Gerardo Hiriar destaca "el fuerte" apoyo económico que "aportó el gobierno de mi país con el dinero que sorpresivamente llegó tras la subida del petróleo. Hubo ingresos extraordinarios y el gobierno decidió que de ese dinero se inyectase una buena cantidad en el desarrollo de cinco fuertes proyectos universitarios. Uno era sobre biología, otro sobre ADN. También estaba otro sobre Desalasión de Agua de Mar con energía renovable", concluyó.
"Se acaba de inaugurar la primera planta y en el noroeste del país va a haber muchísimas de ellas", comenta Hiriar. "Y mí país ha querido estar desde el comienzo asociado con energías renovables. En esas zonas del país donde necesitamos el agua abunda la energía solar, el viento y otras condiciones propias de nuestra situación geográfica, como es el caso de las fuerzas geotérmicas, que en México llevan más de 30 años generando energía eléctrica".
El director de la UNAM reconoce también "el potencial" que ofrece la energía de las mareas. "En el golfo de California", dice, "se produce mareas de seis metros de altitud. Lo que hacemos en la Universidad Nacional Autónoma de México son los estudios para que las desalinadoras tengan energía renovable con la que mover sus bombas".
700 MEGAWEBS. Gerardo Hiriar afirma que la energía geotérmica generada en el noroeste del país "alcanza los 700 megawebs de potencia constante, de forma económica y no contaminante. Es energía suficiente", asegura, "para mover las máquinas de desalación de ósmosis internas", explica este técnico latinoamericano antes de reconocer también la importancia de la energía eólica en la creación de potencial eléctrico.
En ese sentido recordó el caso de Australia, país con gran auge en técnicas de desalasión donde sus centrales permanecen alimentadas o conectadas a la red "hasta cuando comienza a soplar el viento y se alimenta de los aerogeneradores".
En ese interés del Estado mexicano por subirse al carro de las energías limpias, Gerardo Hiriar destaca "el fuerte" apoyo económico que "aportó el gobierno de mi país con el dinero que sorpresivamente llegó tras la subida del petróleo. Hubo ingresos extraordinarios y el gobierno decidió que de ese dinero se inyectase una buena cantidad en el desarrollo de cinco fuertes proyectos universitarios. Uno era sobre biología, otro sobre ADN. También estaba otro sobre Desalasión de Agua de Mar con energía renovable", concluyó.