El Gobierno chileno anunció hoy paquete de diez medidas para contrarrestar el año más seco de los últimos 50 años, situación que podría verse aún más agravada si paraliza alguna de las grandes centrales hidroeléctricas.
Entre las medidas destaca la disminución del voltaje, la extensión del horario de verano y flexibilidad en el uso de aguas de embalse, con el fin de evitar futuros racionamientos.
En rueda de prensa conjunta, el ministro del interior, Edmundo Pérez-Yoma y el de Energía, Marcelo Tokman, anunciaron las medidas que tomará el ejecutivo para enfrentar la crisis energética que afecta a Chile y el cierre de la central hidroeléctrica Nehuenco durante todo el primer semestre.
Una de las acciones es disminuir en un 10 por ciento el voltaje, con lo que disminuirá un 13 por ciento la demanda energética.
Los ministros aclararon que esta medida no afectará a los aparatos eléctricos, por lo que los usuarios no notarán el cambio.
Además, se extenderá el horario de verano hasta el último sábado de marzo, correspondiente al 29 de marzo con lo que se espera reducir en uno por ciento la demanda.
Otra medida permitirá flexibilizar los convenios de uso de agua en los embalses El Laja y Maule, dejándole un mayor margen de acción a Endesa, la mayor productora de electricidad.
También se tomarán acciones menores como campañas de buen uso de la electricidad y el agua en los hogares, la entrega de bombillas de bajo consumo y la implementación de un programa para reducir el consumo de electricidad del Gobierno en un cinco por ciento.
Todas estas medidas permitirán "que durante el mes de marzo no tengamos problemas de suministro, salvo que efectivamente pase alguna situación de gravedad con alguna central mayor", aclaró el ministro Tokman.
El ministro explicó que a la grave sequía se suma la falla de la central Nehuenco, responsable de 370 Mega Watts en el Sistema Interconectado Central y que estará detenida hasta junio próximo.
Explicó, además, que los deshielos efectivos fueron muy inferiores a lo que se había proyectado y a ello se sumó también el informe de la Dirección Meteorológica de Chile, organismo que confirmó la permanencia del fenómeno de La Niña.
"La Niña" consiste en la presencia de aguas inusualmente frías en el Océano Pacífico Ecuatorial y se presenta en intervalos de dos a siete años y se caracteriza porque la temperatura de la superficie del mar y la atmósfera sobre dicha zona tienen una condición anormal durante un período que va de 12 a 18 meses.
En tanto, el ministro del interior, Edmundo Pérez-Yoma aclaró que "el país debe tener plena seguridad de que el Gobierno no dejará nada por hacer a fin de que la población no se vea afectada".