Murcia believes that the EU report does not rule out transfers and criticizes desalination

Tue, 19/02/2008

ABC

El consejero de Agricultura de Murcia, Antonio Cerdá, restó ayer valor al documento elaborado por técnicos de la UE que apuesta por la desalinización y la reutilización y, sobre todo, por limitarse a contar con el agua que hay en cada territorio, como medidas principales para afrontar la sequía. El informe considera además los trasvases «poco sostenibles» y remarca los conflictos sociales y políticos que acarrean. Sin embargo, para Cerdá el documento tiene más lecturas posibles: «Europa no cierra la puerta a los trasvases ni a nada, y sí los contempla cuando se tienen los deberes hechos, como es el caso de la Región de Murcia». La desalinización, para Cerdá, no es «ni mucho menos defendida por los técnicos de la UE, que critican el elevado consumo ambiental y energético que provoca», resaltó ayer Cerdá. «Oportunista» El consejero murciano considera, además, que la filtración del informe es «oportunista e intencionada, forma parte de la estrategia de la confusión que vivimos por la proximidad de las elecciones. En los anteriores comicios generales ocurrió lo mismo, empezaron a filtrarse informes contra los trasvases que después resultaron no ser ciertos». Cerdá puntualizó además que se trata de una comunicación de la UE «antigua y a la que se está dando la vuelta en Bruselas, ya que el informe definitivo no estará terminado hasta finales de año». En el documento de la UE, publicado por ABC, los técnicos de la Comisión, en su mayor parte de la Dirección General de Medio Ambiente, han propuesto al Parlamento Europeo y al Consejo un calendario de actuaciones que se prolonga hasta el año 2012, después de un proceso de consultas internas que se inició el pasado verano para dar respuesta a la grave sequía que atenaza Europa. La Comisión cree que «hay que introducir estas medidas rápidamente a nivel comunitario». A finales de este año, las autoridades comunitarias realizarán una evaluación de todas las opciones que hay sobre la mesa para mitigar los efectos de la sequía. Las bases para hacer frente a los desafíos de la escasez de agua pasan por la aplicación estricta de la Directiva Marco, un sistema de tarifas que ponga fin a las pérdidas y al derroche, incrementar las medidas de ahorro, ya que la Comisión Europea considera que todavía se desperdicia un 20 por ciento del agua. Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, insistió ayer que el Gobierno considera los trasvases como «la última opción» y da preferencia, «como hace la UE» al uso responsable del agua y, «por su puesto», a las tecnologías de menor impacto ambiental para disponer de agua de calidad. «Los trasvases —dijo Narbona— son una solución siempre conflictiva porque significa utilizar el agua de una cuenca en otra cuenca y se establece una preferencia en el uso de la cuenca cedente que, como conocemos, a veces es muy difícil de gestionar. El Gobierno, sin rechazar de forma total y con un criterio radical, los trasvases, sí los considera la última opción», reiteró la responsable de Medio Ambiente