Las fuertes lluvias que durante los últimos días han descargado en el norte de España dieron lugar a inundaciones y a que 30.000 personas quedasen sin electricidad. El País Vasco fue donde se concentraron las mayores precipitaciones, que han dado la vuelta al signo de las reservas de agua. De la escasez se ha pasado a la sobreabundancia. En algunos puntos, como el Nervión, el agua desbordó los cauces a su llegada al Golfo de Vizcaya. El Ayuntamiento de Bilbao pidió a los ciudadanos que no se acercaran a la Ría, ante el riesgo que suponía la conjunción de la crecida y las mareas altas. No obstante, las peores alarmas se dieron en Guecho, cuyos barrios cercanos al río Gobela quedaron anegados. En algunas calles incluso se registraron niveles de agua que llegaron al primer piso de los edificios. Los cortes de luz se sucedieron en Portugalete, Santurce y Ortuella. Durante varias horas, el suministro quedó interrumpido porque varias estaciones de Iberdrola estaban inutilizadas por el agua. También los transportes públicos quedaron seriamente comprometidos por las trombas de agua. La línea 1 del Metro de Bilbao y el Euskotren dejaron de funcionar a consecuencia de los cortes en el fluido eléctrico. Los problemas afectaron también a puntos de Burgos, Navarra y Cantabria. El Ministerio del Interior ofreció la intervención de la Unidad Militar de Emergencias, aunque finalmente no hubo que recurrir a ella. En la imagen, vecinos de Guecho (Vizcaya) son rescatados por los tripulantes de una balsa neumática