Espinosa said that the pipeline Ebro no sense of order after emergency
Tue, 03/06/2008
La ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, considera que, una vez quede garantizado el abastecimiento de agua en Barcelona por el aumento de las reservas en los pantanos y concluya la situación de emergencia, las obras para construir una tubería que conduzca agua desde el Ebro "no tienen ningún sentido".
La ministra ha hecho esta valoración al término de la reunión que esta mañana ha mantenido con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los representantes del Comité de Crisis de los Regantes del Tajo-Segura, tras la cual ha manifestado también que el Gobierno está dispuesto a trabajar en un gran Pacto Nacional del Agua.
Respecto a la derogación o no de la "situación de emergencia" por sequía decretada por la Generalitat de Cataluña, Espinosa ha anunciado que durante el fin de semana ha mantenido diversos contactos con el ejecutivo catalán y que, una vez este dé por finalizada la situación de emergencia, el decreto que establecía las obras para la conducción de agua del Ebro a Barcelona quedará derogado.
En este sentido, ha informado de que esta mañana la capacidad de los embalses de las cuencas que abastecen el interior de Cataluña se situaba ya en el 55 por ciento.
El Gobierno se ha mostrado hoy dispuesto a trabajar en un gran Pacto Nacional del Agua, en el que además de usuarios y principales fuerzas políticas, estén presentes las Comunidades Autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias, según ha indicado Espinosa.
Para hacer viable este compromiso, el Gobierno pondrá en marcha una dinámica que empezará por diagnosticar el déficit estructural de cada una de las cuencas españolas, evaluar las necesidades de cada zona y cuantificar la oferta con todos los recursos disponibles; sin descartar trasvases intercuencas si fuera preciso.
Aunque no ha descartado una interconexión de cuencas, Espinosa ha insistido en que el trasvase del Ebro está derogado, si bien podrían ponerse sobre la mesa otros trasvases o interconexiones, una vez que se haya realizado el estudio de cada cuenca que elaborará el Gobierno.
Espinosa ha destacado que la cuantificación del déficit se ha modificado en los últimos años por el incremento de la población y su concentración en algunas zonas, lo que unido a los nuevos planes de Ordenación Urbana han modificado las necesidades de este recurso.
Para cuantificar la oferta, Espinosa ha señalado que se cuenta con nuevos recursos como la desalación o el uso de aguas recicladas y, además, ha apuntado que hay que hacer una diagnosis profunda para analizar las cuencas excedentarias y las deficitarias.
En todo caso, Espinosa ha reiterado que cualquier solución que se adopte para la gestión de un recurso escaso como el agua debe pasar por lograr la sostenibilidad económica, medio ambiental y social; cubriendo las demandas de agua de calidad, primero para uso de boca, luego para uso agrario y después para el resto de usos.
La ministra ha hecho esta valoración al término de la reunión que esta mañana ha mantenido con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los representantes del Comité de Crisis de los Regantes del Tajo-Segura, tras la cual ha manifestado también que el Gobierno está dispuesto a trabajar en un gran Pacto Nacional del Agua.
Respecto a la derogación o no de la "situación de emergencia" por sequía decretada por la Generalitat de Cataluña, Espinosa ha anunciado que durante el fin de semana ha mantenido diversos contactos con el ejecutivo catalán y que, una vez este dé por finalizada la situación de emergencia, el decreto que establecía las obras para la conducción de agua del Ebro a Barcelona quedará derogado.
En este sentido, ha informado de que esta mañana la capacidad de los embalses de las cuencas que abastecen el interior de Cataluña se situaba ya en el 55 por ciento.
El Gobierno se ha mostrado hoy dispuesto a trabajar en un gran Pacto Nacional del Agua, en el que además de usuarios y principales fuerzas políticas, estén presentes las Comunidades Autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias, según ha indicado Espinosa.
Para hacer viable este compromiso, el Gobierno pondrá en marcha una dinámica que empezará por diagnosticar el déficit estructural de cada una de las cuencas españolas, evaluar las necesidades de cada zona y cuantificar la oferta con todos los recursos disponibles; sin descartar trasvases intercuencas si fuera preciso.
Aunque no ha descartado una interconexión de cuencas, Espinosa ha insistido en que el trasvase del Ebro está derogado, si bien podrían ponerse sobre la mesa otros trasvases o interconexiones, una vez que se haya realizado el estudio de cada cuenca que elaborará el Gobierno.
Espinosa ha destacado que la cuantificación del déficit se ha modificado en los últimos años por el incremento de la población y su concentración en algunas zonas, lo que unido a los nuevos planes de Ordenación Urbana han modificado las necesidades de este recurso.
Para cuantificar la oferta, Espinosa ha señalado que se cuenta con nuevos recursos como la desalación o el uso de aguas recicladas y, además, ha apuntado que hay que hacer una diagnosis profunda para analizar las cuencas excedentarias y las deficitarias.
En todo caso, Espinosa ha reiterado que cualquier solución que se adopte para la gestión de un recurso escaso como el agua debe pasar por lograr la sostenibilidad económica, medio ambiental y social; cubriendo las demandas de agua de calidad, primero para uso de boca, luego para uso agrario y después para el resto de usos.