La desaladora de Torrevieja estará lista a finales de año. La gran fábrica de agua, que producirá 80 hectómetros cúbicos anuales para que beban más de dos millones de personas y rieguen 70.000 agricultores, entra en la recta final pendiente de varios permisos de la Generalitat. El gobierno valenciano aún tramita la autorización ambiental integrada y los permisos de captación de agua marina y vertidos de salmuera. La infraestructura, mientras, 'está en un proceso de ejecución avanzado' y es previsible que se termine a finales de 2008, afirmó ayer el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, en un receso de su entrevista con el director general de Acuamed, Adrián Baltanás, quien no hizo declaraciones.
El encuentro sirvió para repasar el estado de las actuaciones del Programa Agua en la Comunidad Valenciana, en el que el Gobierno invierte unos 1.500 millones de euros. Los proyectos en marcha, 'algunos muy avanzados', mueven ya un millar de euros, y el resto está en fase de licitación, indicó Peralta. El programa Agua combina planes de ahorro, reutilización, modernización de infraestructuras y la desalación. El delegado del Gobierno aseguró que ya se han ganado en torno a 300 hectómetros cúbicos de agua, casi el equivalente a un trasvase del Ebro. La ejecución completa de los proyectos aportará otros 200 hectómetros cúbicos más y un horizonte en el que se podrá 'garantizar la cobertura de todas las necesidades hídricas existentes y las previsibles en un corto y medio plazo'.
Reutilización
La Generalitat también se comprometió de nuevo ayer a incrementar las reservas. En un congreso en la Universidad de Alicante, el consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón, afirmó que entre 2011 y 2012 se reutilizarán 360 hectómetros cúbicos de agua anuales mediante tratamientos terciarios en las depuradoras. Esa cantidad supone otro trasvase del Ebro ganado sin construir la larga tubería que defiende el PP. El consejero insistió en que la Generalitat pide 'una pequeña parte del agua que sobra del Ebro' y que no se le pueden 'negar' estos recursos porque desarrolla una política de aprovechamiento hídrico 'que no hace nadie en España'. García Antón destacó la necesidad del pacto del agua que pretende el Gobierno, pero puntualizó que debe incluir los trasvases del Ebro, Júcar y Tajo, aparte de la reutilización y desalación.