The Board introduced the PEAG as one of the solutions to the recovery of wetlands of C-LM
Fri, 27/06/2008
El consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José Luis Martínez Guijarro, presentó hoy en ENCORE 2008 el contenido del Plan Especial del Alto Guadiana "como una de las principales soluciones para la recuperación de los humedales de Castilla-La Mancha que refleja la apuesta del Gobierno regional con la colaboración del Gobierno central".
Así lo manifestó, durante su intervención en la Conferencia de las Regiones de Europa sobre Medio Ambiente, ENCORE 2008, que se está celebrando los días 26 y 27 de junio, dentro de los actos organizados en torno a la Expo de Zaragoza, según informó en nota de prensa la Junta.
Martínez Guijarro, que participó con una ponencia titulada "Cambio climático y posibles impactos sobre la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos de Castilla-La Mancha", desgranó los principales objetivos del PEAG que, como aseguró, pretende corregir el déficit hídrico existente en este territorio, en el que se engloban más de 100 humedales, en el marco de un desarrollo sostenible de los usos agrícolas y económicos de la zona.
De esta forma explicó que entre los distintos programas que se pondrán en marcha, para lo cual se ha creado un Consorcio entre el Gobierno regional y el Gobierno Central, se prevé la reordenación de los derechos de usos de agua y las modificaciones en el régimen de explotación de pozos, de forma que se permita la mejor y más efectiva gestión de los recursos, la disminución de las extracciones y la recuperación de los niveles de los acuíferos.
Para ello se han previsto distintas actuaciones como la adquisición de derechos de uso de agua y de terrenos, la transformación de los derechos sobre aguas privadas en concesiones de aguas públicas.
También se prevé la ejecución de un programa ambiental para la recuperación de los acuíferos hasta obtener un buen estado cualitativo y cuantitativo, detener el deterioro de los ríos, humedales y ecosistemas ligados a ellos y recuperar su funcionalidad ecológica.
Para conseguir estos objetivos, se han definido actuaciones concretas para la recuperación de hábitats, restaurando el régimen de aportaciones de humedales degradados, la mejora de la calidad de las aguas de alimentación de estos humedales, la reducción de la contaminación difusa, la recuperación de ecosistemas acuáticos, la restauración de la flora y vegetación natural o la potenciación de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda.
Martínez Guijarro recordó que la Comunidad Autónoma alberga en su territorio un nutrido grupo de humedales de variada tipología y apreciable valor ambiental, con una superficie de humedales protegidos de 15.450 hectáreas. El Inventario Regional de Zonas Húmedas de 1989 pone de manifiesto la existencia en Castilla-La Mancha de al menos 450 humedales.
En este sentido, indicó que la riqueza de las zonas húmedas de la región se verá afectada al disminuir las precipitaciones y aumentar la temperatura. "Gran parte de nuestros humedales dejarán de ser permanentes y algunos, incluso, desaparecerán, con más probabilidad los que actualmente mantienen regímenes estacionales. Con ello se alterarán sus ciclos bioquímicos y la diversidad biológica asociada a ellos disminuirá".
El titular de la Consejería aseguró que se prevé una disminución notable de la disponibilidad del recurso agua por eso "es necesaria una remodelación seria y sensata de las políticas de agua, científico-tecnológica, hidráulica, energética, agrícola, medioambiental y de ordenación del territorio, que primen el uso eficiente del recurso y racionalicen su uso".
Así lo manifestó, durante su intervención en la Conferencia de las Regiones de Europa sobre Medio Ambiente, ENCORE 2008, que se está celebrando los días 26 y 27 de junio, dentro de los actos organizados en torno a la Expo de Zaragoza, según informó en nota de prensa la Junta.
Martínez Guijarro, que participó con una ponencia titulada "Cambio climático y posibles impactos sobre la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos de Castilla-La Mancha", desgranó los principales objetivos del PEAG que, como aseguró, pretende corregir el déficit hídrico existente en este territorio, en el que se engloban más de 100 humedales, en el marco de un desarrollo sostenible de los usos agrícolas y económicos de la zona.
De esta forma explicó que entre los distintos programas que se pondrán en marcha, para lo cual se ha creado un Consorcio entre el Gobierno regional y el Gobierno Central, se prevé la reordenación de los derechos de usos de agua y las modificaciones en el régimen de explotación de pozos, de forma que se permita la mejor y más efectiva gestión de los recursos, la disminución de las extracciones y la recuperación de los niveles de los acuíferos.
Para ello se han previsto distintas actuaciones como la adquisición de derechos de uso de agua y de terrenos, la transformación de los derechos sobre aguas privadas en concesiones de aguas públicas.
También se prevé la ejecución de un programa ambiental para la recuperación de los acuíferos hasta obtener un buen estado cualitativo y cuantitativo, detener el deterioro de los ríos, humedales y ecosistemas ligados a ellos y recuperar su funcionalidad ecológica.
Para conseguir estos objetivos, se han definido actuaciones concretas para la recuperación de hábitats, restaurando el régimen de aportaciones de humedales degradados, la mejora de la calidad de las aguas de alimentación de estos humedales, la reducción de la contaminación difusa, la recuperación de ecosistemas acuáticos, la restauración de la flora y vegetación natural o la potenciación de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda.
Martínez Guijarro recordó que la Comunidad Autónoma alberga en su territorio un nutrido grupo de humedales de variada tipología y apreciable valor ambiental, con una superficie de humedales protegidos de 15.450 hectáreas. El Inventario Regional de Zonas Húmedas de 1989 pone de manifiesto la existencia en Castilla-La Mancha de al menos 450 humedales.
En este sentido, indicó que la riqueza de las zonas húmedas de la región se verá afectada al disminuir las precipitaciones y aumentar la temperatura. "Gran parte de nuestros humedales dejarán de ser permanentes y algunos, incluso, desaparecerán, con más probabilidad los que actualmente mantienen regímenes estacionales. Con ello se alterarán sus ciclos bioquímicos y la diversidad biológica asociada a ellos disminuirá".
El titular de la Consejería aseguró que se prevé una disminución notable de la disponibilidad del recurso agua por eso "es necesaria una remodelación seria y sensata de las políticas de agua, científico-tecnológica, hidráulica, energética, agrícola, medioambiental y de ordenación del territorio, que primen el uso eficiente del recurso y racionalicen su uso".