Fegama analyze the quality of the water in 16 Galician rivers through macroinvertebrate organisms of its ecosystems
Sat, 02/08/2008
La Federación Galega de Medio Ambiente (Fegama) analizará la calidad de las aguas de 16 ríos gallegos integrados en la Red Natura 2000 mediante una nueva metodología, centrada en el estudio de la respuesta de los organismos macroinvertebrados que conforman los ecosistemas fluviales a la contaminación generada por vertidos industriales, mineros o de explotaciones agrarias y que pretende complementar los habituales estudios químicos.
Una vez efectuados los primeros muestreos, la organización trasladará sus conclusiones a la Consellería de Medio Ambiente, departamento al que solicitarán la implantación de esta metodología "integral" que la Unión Europea hará cumplir desde 2015, según se desprende de la Directiva Marco del Agua. Así lo aseguró hoy en Santiago el secretario xeral técnico de Fegama, Miguel Acuña, quien estimó que en primavera del próximo año se dispondrá de los primeros datos. El objetivo es realizar estos controles durante un periodo mínimo de cinco años.
La mayor o menor presencia de determinadas especies de invertebrados en su entorno natural permitirá a biólogos e ingenieros ambientales determinar la situación de los ecosistemas fluviales, al estar vinculado cada grupo de individuos a un indicador ambiental. "Unos van a desaparecer al más pequeño cambio y otros serán más fuertes", expuso. Los organismos más sensibles a la contaminación, como los insectos tricópteros, residen, como explicó, en las cabeceras y zonas más oxigenadas de los ríos. Otros, como la lombriz de tierra son "muy resistentes" al deterioro de la calidad del agua.
Cada río registrará entre 50 y 100 estaciones de muestreo, situadas en zonas "estratégicas" que se seleccionarán en función de la contaminación de las aguas y la estructura fluvial. Las pruebas recogidas se analizarán en un laboratorio para la posterior definición de los índices de calidad y, más tarde, la elaboración de un mapa cartográfico de cada cuenca. Asimismo, la finalidad es aportar los primeros "valores de referencia" para próximas investigaciones e "identificar" zonas con alteraciones "significativas".
PRIMERA FASE
Fegama prevé iniciar sus labores de control, que desarrollarán profesionales vinculados a las tres universidades gallegas de modo voluntario, en 16 ríos de la comunidad que integran la Red Natura seleccionados por contar en sus proximidades con alguna posible fuente de vertidos como explotaciones agrarias, industrias o minas.
Este proyecto comenzará en el río Tambre (A Coruña) y se extenderá, en la provincia de A Coruña, al Ulla, Anllóns, Mero, Mandeo, Xubia y Castro; en Pontevedra al Lérez, Louro y Tea; en Ourense, al Limia, Cabe y Bibei y, en Lugo, al Eo, Támoga y Landro. Al término de esta fase, se ampliará la zona de muestreo al Ouro (Ourense), Támega y Masma (ambos en Lugo).
DEPURACIÓN BIOLÓGICA
Además, esta organización prevé impulsar un sistema de depuración biológico en algunos núcleos rurales de unos mil habitantes, similar a una iniciativa piloto realizada en Arzúa (A Coruña). Se trata, según explicó Acuña, de crear humedales artificiales en los que crecerán juncos y otra vegetación sobre una base de grava y arcilla. Un motor bombeará las aguas residuales de las viviendas hasta esta estructura, cuya pendiente de un 2% hará circular el líquido hasta su absorción y posterior formación de un sustrato biológico.
El secretario xeral de Fegama advirtió, no obstante, de las limitaciones de este sistema, sólo apto para poblaciones de hasta 2.000 habitantes, dado que ese tratamiento natural de las aguas residuales precisa en el caso de un núcleo que registre 1.000 vecinos una hectárea de humedal. "En cuanto tengamos resultados significativos del muestreo de cada río, comenzaremos a planificar con los ayuntamientos la posibilidad de crear un humedal", añadió.
Cuestionado por los ríos de la comunidad que mayor preocupación generan a los integrantes de Fegama, Acuña mencionó la sierra ourensana do Xurés, la comarca pontevedresa de O Porriño y la lucense de A Fonsagrada, pese a destacar que los vertidos son "frecuentes" en todos los ríos gallegos.
Una vez efectuados los primeros muestreos, la organización trasladará sus conclusiones a la Consellería de Medio Ambiente, departamento al que solicitarán la implantación de esta metodología "integral" que la Unión Europea hará cumplir desde 2015, según se desprende de la Directiva Marco del Agua. Así lo aseguró hoy en Santiago el secretario xeral técnico de Fegama, Miguel Acuña, quien estimó que en primavera del próximo año se dispondrá de los primeros datos. El objetivo es realizar estos controles durante un periodo mínimo de cinco años.
La mayor o menor presencia de determinadas especies de invertebrados en su entorno natural permitirá a biólogos e ingenieros ambientales determinar la situación de los ecosistemas fluviales, al estar vinculado cada grupo de individuos a un indicador ambiental. "Unos van a desaparecer al más pequeño cambio y otros serán más fuertes", expuso. Los organismos más sensibles a la contaminación, como los insectos tricópteros, residen, como explicó, en las cabeceras y zonas más oxigenadas de los ríos. Otros, como la lombriz de tierra son "muy resistentes" al deterioro de la calidad del agua.
Cada río registrará entre 50 y 100 estaciones de muestreo, situadas en zonas "estratégicas" que se seleccionarán en función de la contaminación de las aguas y la estructura fluvial. Las pruebas recogidas se analizarán en un laboratorio para la posterior definición de los índices de calidad y, más tarde, la elaboración de un mapa cartográfico de cada cuenca. Asimismo, la finalidad es aportar los primeros "valores de referencia" para próximas investigaciones e "identificar" zonas con alteraciones "significativas".
PRIMERA FASE
Fegama prevé iniciar sus labores de control, que desarrollarán profesionales vinculados a las tres universidades gallegas de modo voluntario, en 16 ríos de la comunidad que integran la Red Natura seleccionados por contar en sus proximidades con alguna posible fuente de vertidos como explotaciones agrarias, industrias o minas.
Este proyecto comenzará en el río Tambre (A Coruña) y se extenderá, en la provincia de A Coruña, al Ulla, Anllóns, Mero, Mandeo, Xubia y Castro; en Pontevedra al Lérez, Louro y Tea; en Ourense, al Limia, Cabe y Bibei y, en Lugo, al Eo, Támoga y Landro. Al término de esta fase, se ampliará la zona de muestreo al Ouro (Ourense), Támega y Masma (ambos en Lugo).
DEPURACIÓN BIOLÓGICA
Además, esta organización prevé impulsar un sistema de depuración biológico en algunos núcleos rurales de unos mil habitantes, similar a una iniciativa piloto realizada en Arzúa (A Coruña). Se trata, según explicó Acuña, de crear humedales artificiales en los que crecerán juncos y otra vegetación sobre una base de grava y arcilla. Un motor bombeará las aguas residuales de las viviendas hasta esta estructura, cuya pendiente de un 2% hará circular el líquido hasta su absorción y posterior formación de un sustrato biológico.
El secretario xeral de Fegama advirtió, no obstante, de las limitaciones de este sistema, sólo apto para poblaciones de hasta 2.000 habitantes, dado que ese tratamiento natural de las aguas residuales precisa en el caso de un núcleo que registre 1.000 vecinos una hectárea de humedal. "En cuanto tengamos resultados significativos del muestreo de cada río, comenzaremos a planificar con los ayuntamientos la posibilidad de crear un humedal", añadió.
Cuestionado por los ríos de la comunidad que mayor preocupación generan a los integrantes de Fegama, Acuña mencionó la sierra ourensana do Xurés, la comarca pontevedresa de O Porriño y la lucense de A Fonsagrada, pese a destacar que los vertidos son "frecuentes" en todos los ríos gallegos.