Sanidade forces to the concellos to reinforce the controls on springs and sources
Tue, 05/08/2008
La Consellería de Sanidade exigirá a los ayuntamientos y empresas de abastecimiento que refuercen los controles sanitarios sobre el agua de consumo humano para garantizar que cumplen los mínimos de calidad y prevenir posibles intoxicaciones. El departamento que dirige María José Rubio ha fijado las características que deben cumplir las infraestructuras de captación y distribución del agua y se obligará además a realizar un mínimo de analíticas por semana, en función del volumen de agua abastecida.
Galicia cuenta con más de 500 abastecimientos de agua municipal. Controlar que el agua que llega a los ciudadanos reúne las debidas condiciones higiénico-sanitarias para su consumo es una tarea de "especial dificultad" teniendo en cuenta, según explica la Consellería de Sanidade, el elevado número de entidades de población que existen en la comunidad autónoma y que el 85 por ciento de estos núcleos tienen menos de 100 habitantes.
Por este motivo, Sanidade ha diseñado un Programa de Vigilancia Sanitaria de Aguas de Consumo Humano que obliga a las entidades que se encargan del abastecimiento de agua -que pueden ser empresas privadas o los propios ayuntamientos- a presentar antes de tres meses un protocolo de autocontrol de la calidad del agua destinada al consumo humano.
Se trata de esta manera de evitar casos como el ocurrido en Lugo donde una veintena de personas resultaron intoxicadas por beber agua de una fuente del casco urbano.
En todos los manantiales y zonas de captación de aguas los ayuntamientos deberán establecer medidas de protección adecuadas para evitar su posible contaminación. Para ello deberán establecer un perímetro de protección inmediata de hasta veinte metros.
En cuanto al tratamiento del agua la Consellería de Sanidade recomienda reducir al mínimo la cantidad de productos que se usen para su desinfección.
El Gobierno gallego obligará además tanto a los ayuntamientos como a las empresas de abastecimiento a realizar controles diarios sobre la incidencia de los métodos de desinfección y practicar al menos dos analíticas semanales sobre los componentes del agua.
Galicia cuenta con más de 500 abastecimientos de agua municipal. Controlar que el agua que llega a los ciudadanos reúne las debidas condiciones higiénico-sanitarias para su consumo es una tarea de "especial dificultad" teniendo en cuenta, según explica la Consellería de Sanidade, el elevado número de entidades de población que existen en la comunidad autónoma y que el 85 por ciento de estos núcleos tienen menos de 100 habitantes.
Por este motivo, Sanidade ha diseñado un Programa de Vigilancia Sanitaria de Aguas de Consumo Humano que obliga a las entidades que se encargan del abastecimiento de agua -que pueden ser empresas privadas o los propios ayuntamientos- a presentar antes de tres meses un protocolo de autocontrol de la calidad del agua destinada al consumo humano.
Se trata de esta manera de evitar casos como el ocurrido en Lugo donde una veintena de personas resultaron intoxicadas por beber agua de una fuente del casco urbano.
En todos los manantiales y zonas de captación de aguas los ayuntamientos deberán establecer medidas de protección adecuadas para evitar su posible contaminación. Para ello deberán establecer un perímetro de protección inmediata de hasta veinte metros.
En cuanto al tratamiento del agua la Consellería de Sanidade recomienda reducir al mínimo la cantidad de productos que se usen para su desinfección.
El Gobierno gallego obligará además tanto a los ayuntamientos como a las empresas de abastecimiento a realizar controles diarios sobre la incidencia de los métodos de desinfección y practicar al menos dos analíticas semanales sobre los componentes del agua.