The flag of Angola is presented in the Expo under the theme Water: Appeal unique. Innovative solutions
Thu, 07/08/2008
El pabellón de Angola se presenta en la Expo bajo el lema Agua: Recurso único. Soluciones innovadoras e introducción de elementos modernos de efectos especiales dominan la muestra, donde el visitante se embarca en un viaje por Angola por medio de siete Momentos. A través del recorrido el visitante conocerá los múltiples ecosistemas y microclimas de diferentes regiones como el bosque ecuatorial, las sabanas, las chanas, las anharas y las estepas. Audiovisuales, paneles informativos y otros elementos se combinan para mostrar todo. Pero no es todo lo que esconde el pabellón.
El primero de los citados momentos es el Bosque, que representa la floresta de Maiombe. El visitante es recibido por el guardián de la selva, Bakama, un curioso muñeco giratorio de genuino sabor africano. Tras el bosque húmedo llega la Sabana, una representación de la aldea (Bengo) como origen de las costumbres, que muestra la forma de vida de las poblaciones autóctonas en cuanto a la agricultura y la pesca.
Luego se pasa a las chanas y anharas, las planicies arenosas de vegetación rastrera donde conocemos la ingeniería de los antiguos molinos de agua movidos por la piedra, un milagro de la antigüedad. Después viene el oasis, donde se entra al mundo industrializado a través del turismo, con la laguna del Arco como ejemplo.
Es la antesala de las caídas de agua, el reino de la industria ejemplificado en la represa de Gove, un gran proyecto para la energía hidroeléctrica. El sexto momento es el desierto, ejemplificado en el control de la desertificación del Tombwa, un proyecto importante basado en la colaboración de las poblaciones autóctonas. Como epílogo de la parte expositiva llega el mar, una pequeña zona dedicada a la fauna marina, incluída la mitológica.
Pero además, el espacio angoleño se complementa con stands que muestran la producción del país africano en cuanto a diversas materias, desde la energía hidroeléctrica al petróleo, con una especial atención al mercado de los diamantes. Para quien quiera llevarse un recuerdo de su visita, la tienda ofrece una gran variedad de productos de artesanía africana, con interesantes esculturas.
El primero de los citados momentos es el Bosque, que representa la floresta de Maiombe. El visitante es recibido por el guardián de la selva, Bakama, un curioso muñeco giratorio de genuino sabor africano. Tras el bosque húmedo llega la Sabana, una representación de la aldea (Bengo) como origen de las costumbres, que muestra la forma de vida de las poblaciones autóctonas en cuanto a la agricultura y la pesca.
Luego se pasa a las chanas y anharas, las planicies arenosas de vegetación rastrera donde conocemos la ingeniería de los antiguos molinos de agua movidos por la piedra, un milagro de la antigüedad. Después viene el oasis, donde se entra al mundo industrializado a través del turismo, con la laguna del Arco como ejemplo.
Es la antesala de las caídas de agua, el reino de la industria ejemplificado en la represa de Gove, un gran proyecto para la energía hidroeléctrica. El sexto momento es el desierto, ejemplificado en el control de la desertificación del Tombwa, un proyecto importante basado en la colaboración de las poblaciones autóctonas. Como epílogo de la parte expositiva llega el mar, una pequeña zona dedicada a la fauna marina, incluída la mitológica.
Pero además, el espacio angoleño se complementa con stands que muestran la producción del país africano en cuanto a diversas materias, desde la energía hidroeléctrica al petróleo, con una especial atención al mercado de los diamantes. Para quien quiera llevarse un recuerdo de su visita, la tienda ofrece una gran variedad de productos de artesanía africana, con interesantes esculturas.