El Concello de Ourense destina una inversión de 16 millones de euros a mejorar el abastecimiento de agua en la margen derecha del río Miño, que comprende el barrio de A Ponte y el perímetro rural colindante, además de cinco zonas de nueva construcción en Barrocás, O Tombo, Porteliña y A Rampla, que no disponen de suministro. El alcalde, Francisco Rodríguez, firmará un convenio con Acuanorte -entidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente-, el día 7 de octubre, para la redacción del proyecto constructivo de las nuevas captaciones, canalizaciones y depósitos.
Los 15.000 vecinos que vivirán en las cinco zonas que se encuentran en fase de construcción en la ladera de Montealegre no tienen en la actualidad garantizado el abastecimiento de agua, al no estar previstas en el Plan Xeral de Ordenación Municipal vigente las correspondientes redes de suministro. Pero además, el grupo de gobierno municipal reconoce que todos los habitantes de la margen derecha del Miño tampoco disfrutan de un abastecimiento de calidad, por ser un ramal demasiado pequeño para sus necesidades e insuficiente capacidad de bombeo desde la Estación de Chapa.
El grupo de gobierno considera que para corregir las deficiencias estructurales existentes en el abastecimiento de agua del Concello de Ourense, como paso previo a la renovación de la red, "es necesario abordar la construcción de nuevos puntos de captación, conducción y depósito".
Las entidades promotoras de la actuación, reconocen en el texto del convenio que actualmente la población situada en la margen derecha del Miño "no dispone de las garantías de cantidad de recurso necesarias, ya que el ramal que parte del anillo principal de reparto del sistema de abastecimiento a la ciudad y cruza el Miño, carece de capacidad suficiente para suministrar las pautas diarias producidas durante los meses de verano, cuando las demandas son mayores por las altas temperaturas y bajas precipitaciones". En el documento consta que la estación de bombeo de Chapa, que impulsa el agua a los depósitos de suministro y a las zonas más altas de la ciudad, "es insuficiente", generando situaciones de precariedad que ponen en peligro el abastecimiento en el verano.