El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, anunció hoy el inicio de los trámites para solicitar al Gobierno central la "encomienda de gestión" de la cuenca hidrográfica Miño-Sil a la Comunidad gallega y se comprometió a que no se autorizará la construcción de nuevos embalses en ninguna de las cuencas gallegas.

Según explicaron a Europa Press fuentes del Gobierno gallego, la fórmula de la encomienda de gestión permite un trámite ágil porque se realiza mediante la firma de un decreto del Gobierno central que atribuiría a la Xunta la administración de la cuenca del Miño-Sil, que se uniría a las competencias que ya ejerce la comunidad sobre la cuenca Galicia Costa.

Así, en el acto de inicio de las obras de la nueva estación depuradora de Cabo Silleiro, en el municipio pontevedrés de Baiona, Pérez Touriño justificó esta petición por la necesidad de "unificar criterios" de gestión de las cuencas.

Asimismo, anunció que el Gobierno gallego "no va a permitir bajo ningún concepto" la instalación de nuevas centrales hidroeléctricas en los ríos gallegos porque ya hay "un nivel de explotación suficiente". En ese sentido, apuntó que la posición de la Xunta es "preservadora" y subrayó que Galicia tiene las "bases de blindaje y protección frente a las peticiones de nuevas instalaciones".

Así, recordó que el Consello aprobó el pasado mes de diciembre un plan director de actuaciones en la red Natura y existe un compromiso para ampliarlo hasta 2010. También mencionó la aprobación, en mayo de este año, de la declaración de paisaje natural protegido para el cañón del río Sil.

INFORMES NEGATIVOS

"Nuestros informes, vinculantes, son y serán negativos en relación con las solicitudes que se hagan en sede del Gobierno para nuevas instalaciones", insistió Touriño. De hecho, según explicaron fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, en lo que va de año se han informado negativamente unas 20 peticiones y seguirán sin ser autorizadas las solicitudes para nuevos aprovechamientos y para ampliaciones o mejoras que tengan repercusión medioambiental.

No obstante, el Gobierno central está tramitando seis licencias para 15 instalaciones hidroeléctricas en la cuenca Miño-Sil que suman una potencia de 1.500 megavatios. Las fuentes del Gobierno gallego consultadas explicaron que precisamente, lo que se quiere garantizar con la encomienda de gestión sobre esta cuenca es que no se autorizarán nuevos aprovechamientos, como ya se ha hecho en la cuenca Galicia Costa, aunque por el momento aseguraron que el ministerio ha informado en línea con el rechazo de la Xunta a nuevos embalses.

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil fue creada hace unos meses en Ourense bajo la presidencia de Francisco Fernández Liñares y desarrolla la gestión hidráulica de cerca de 20.000 kilómetros cuadrados repartidos en seis provincias, concretamente las de Ourense, Lugo, Pontevedra, León, Zamora y Asturias.

No obstante, la Xunta argumenta para reclamar la encomienda de gestión que la mayor parte --en torno al 90 por ciento-- de la cuenca discurre por Galicia. Según las fuentes consultadas, el Ministerio de Medio Ambiente, dirigido por la gallega Elena Espinosa, ya ha sido consultado acerca de este mecanismo y en principio no ha puesto objeciones. El objetivo es que Galicia pueda ejercer esta gestión "lo antes posible".