The engineers warn that the anti-drought plan is insufficient

Thu, 23/10/2008

El País



Barcelona

Cataluña revivirá las urgencias de la sequía si la Generalitat no replantea sus medidas para paliar el déficit hídrico. Lo advirtió ayer el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos mediante un documento que evalúa con dureza lo que califica de inacción del Gobierno catalán ante las carencias estructurales del territorio. El informe insiste en la necesidad de conectar la red de Tarragona con la de Barcelona y saca lustre a un viejo proyecto: sin agua del Ródano, el territorio no superará la excesiva dependencia de las precipitaciones que aporte el Mediterráneo, siempre intermitentes.

La firmeza del Colegio, reconocido experto en materia de infraestructuras que mantuvo un cauto silencio durante el episodio de sequía de la primavera, se apoya en la simple observación: el sistema hídrico catalán ha fallado un año de cada cuatro durante el último cuarto de siglo. Por más que llueva, el aumento poblacional ha igualado la demanda de agua con la capacidad de almacenaje de los embalses. Esta relación se duplica, por ejemplo, en Madrid mientras que otras localidades como Marsella la multiplican por 25. En el área de Barcelona basta una primavera seca -como ocurrió en 2005- o un otoño sin precipitaciones -lo que sucedió en 2007- para que la sequía rebrote con fuerza. La conjunción de ambas estaciones sin lluvias 'haría inevitable el colapso', subraya el Colegio.

La planificación concretada por el Departamento de Medio Ambiente tras el déficit hídrico más grave de los últimos 70 años no resolverá esta situación. Los efectos de la sequía aún atenazan a la cuenca del Muga y mantienen ligeras restricciones de agua potable en el área de Barcelona. La desalinizadora de El Prat, flotador al que el consejero Francesc Baltasar se asió como a un baluarte antisequía, 'no es suficiente'. Las cuentas, simplemente, no cuadran: su aporte hídrico representa la sexta parte del consumo del área de Barcelona. El conjunto de desalinizadoras proyectadas por Medio Ambiente tampoco será más que 'un complemento' a la solución definitiva, aún por concretarse.

Ésta pasa, según el Colegio, por la interconexión de las distintas redes hídricas de Cataluña. Ello no tiene por qué traducirse en trasvases: se trata de manejar las distintas cuencas como vasos comunicantes para aumentar la garantía del suministro. La otra clave es el trasvase del Ródano, única fuente capaz de saciar un territorio estructuralmente seco. El Colegio exige la implicación de los Gobiernos español y francés para este proyecto, del que lamenta que nunca se ha tratado 'con seriedad'.

La diagnosis de los ingenieros carece de proyecciones a medio plazo. No son necesarias. 'El problema es urgente hoy mismo', reza el texto. Por ello reivindica una gestión que aparque los intereses partidistas. La crítica a la Generalitat es clara: anudar la planificación hídrica en torno a criterios políticos bloquea toda concreción de las infraestructuras necesarias. El Departamento Medio Ambiente declinó ayer hacer declaraciones al respecto.