Environment and the Confederation of the Júcar is accused mutually of the massive deaths of eels
Thu, 23/10/2008
Todas las anguilas que viajan cada año desde el Mar de los Sargazos (entre el triángulo de las Bermudas y Puerto Rico) no podían haber elegido peor lugar para morirse que el parque natural de l'Albufera de Valencia. Las administraciones e instituciones competentes en este paraje (la municipal, autonómica y la central) se lanzan la pelota unos a otros sobre quién debe coger la sartén por el mango para atajar un problema real: la mortandad masiva de anguilas y de carpas en las acequias del lago.
Tal como ayer adelantó Levante-EMV, pescadores de El Palmar, Silla y Catarroja han constatado desde principios de octubre una mortandad masiva de peces, sobre todo de anguilas, en las acequias del parque natural de l'Albufera. Inicialmente se pensó y se dijo que era un problema puntual, después de que un pescador de El Palmar denunciara públicamente el pasado sábado, a través de este periódico, la primera mortandad elevada considerable. De hecho, desde la Conselleria de Medio Ambiente (responsable de la gestión del parque natural de l'Albufera) aseguraron que era un caso puntual y que no existía "ningún problema", aunque ya apuntaban como posible causa la putrefacción de la paja del arroz.
Dos días después, tras constatar los pescadores de Catarroja, el Palmar y Silla que el problema se extendía a varios puntos de l'Albufera, la conselleria aseguraba desconocer la extensión del problema. Y, aunque la gestión del paraje natural es competencia suya, aseguraba que "la regeneración del agua depende de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y de la Junta de Desagüe de l'Albufera".
Desde la CHJ aseguraron "no tener nada que decir" sobre la mortandad masiva de peces porque "el parque natural no lo gestionamos nosotros". Aseguraron no querer entrar en "ni enfrentamientos, ni polémicas", aunque precisamente este año "el agua no ha faltado, ni muchísimo menos porque ha habido aportaciones". Y recordaron que la decisión de la última Comisión de la Sequía celebrada el pasado 17 de octubre, acordó aportar 20 metros cúbicos por segundo a l'Albufera desde el embalse de Tous para garantizar un resguardo de seguridad en la presa.
El problema es que, a pesar de estos aportes y de las abundantes lluvias que se han producido a lo largo del año, "l'Albufera ha llegado a tener los niveles más bajos de agua", según denuncian los pescadores de El Palmar. Porque la CHJ decide cuánta agua llega hasta el lago pero es la Junta de Desaigüe (los arroceros y propietarios de tierra) la que decide el volumen de agua que se queda.
Según denuncian los pescadores, las turbinas instaladas en las golas de l'Albufera (los canales que comunican el lago con el mar) "no han parado de funcionar" por lo que "no se ha llegado a tener excesiva agua".
De ahí que los pescadores de los tres municipios afectados por las mortandades aspiren a "reunir a todas las administraciones para que esto no vuelva a pasar". Cabe recordar, además, que el lago es propiedad del Ayuntamiento de Valencia. este periódico intentó recabar ayer la opinión del concejal de la Devesa-Albufera, Vicente Aleixandre, sin éxito. Por último, desde la Conselleria de Agricultura aseguraron no haber recibido ninguna solicitud de reunión con los pescadores de Catarroja y el Palmar pero que "si llega se les escuchará. No hay problema en sentarse con ellos".
Tal como ayer adelantó Levante-EMV, pescadores de El Palmar, Silla y Catarroja han constatado desde principios de octubre una mortandad masiva de peces, sobre todo de anguilas, en las acequias del parque natural de l'Albufera. Inicialmente se pensó y se dijo que era un problema puntual, después de que un pescador de El Palmar denunciara públicamente el pasado sábado, a través de este periódico, la primera mortandad elevada considerable. De hecho, desde la Conselleria de Medio Ambiente (responsable de la gestión del parque natural de l'Albufera) aseguraron que era un caso puntual y que no existía "ningún problema", aunque ya apuntaban como posible causa la putrefacción de la paja del arroz.
Dos días después, tras constatar los pescadores de Catarroja, el Palmar y Silla que el problema se extendía a varios puntos de l'Albufera, la conselleria aseguraba desconocer la extensión del problema. Y, aunque la gestión del paraje natural es competencia suya, aseguraba que "la regeneración del agua depende de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y de la Junta de Desagüe de l'Albufera".
Desde la CHJ aseguraron "no tener nada que decir" sobre la mortandad masiva de peces porque "el parque natural no lo gestionamos nosotros". Aseguraron no querer entrar en "ni enfrentamientos, ni polémicas", aunque precisamente este año "el agua no ha faltado, ni muchísimo menos porque ha habido aportaciones". Y recordaron que la decisión de la última Comisión de la Sequía celebrada el pasado 17 de octubre, acordó aportar 20 metros cúbicos por segundo a l'Albufera desde el embalse de Tous para garantizar un resguardo de seguridad en la presa.
El problema es que, a pesar de estos aportes y de las abundantes lluvias que se han producido a lo largo del año, "l'Albufera ha llegado a tener los niveles más bajos de agua", según denuncian los pescadores de El Palmar. Porque la CHJ decide cuánta agua llega hasta el lago pero es la Junta de Desaigüe (los arroceros y propietarios de tierra) la que decide el volumen de agua que se queda.
Según denuncian los pescadores, las turbinas instaladas en las golas de l'Albufera (los canales que comunican el lago con el mar) "no han parado de funcionar" por lo que "no se ha llegado a tener excesiva agua".
De ahí que los pescadores de los tres municipios afectados por las mortandades aspiren a "reunir a todas las administraciones para que esto no vuelva a pasar". Cabe recordar, además, que el lago es propiedad del Ayuntamiento de Valencia. este periódico intentó recabar ayer la opinión del concejal de la Devesa-Albufera, Vicente Aleixandre, sin éxito. Por último, desde la Conselleria de Agricultura aseguraron no haber recibido ninguna solicitud de reunión con los pescadores de Catarroja y el Palmar pero que "si llega se les escuchará. No hay problema en sentarse con ellos".