A program designed by Spanish scientists studies the health of rivers
Tue, 28/10/2008
Tres investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado un pionero programa informático que permitirá medir la "salud" hidrológica de los ríos en función de su caudal.
La herramienta, denominada IAHRIS (Índices de Alteración Hidrológica en Ríos), compara el caudal del río original con el resultante después de la intermediación del hombre y cuanto mayor sea su diferencia, peor será la salud del ecosistema fluvial.
Las estaciones de medición de los ríos miden el caudal original en la entrada de las presas y registran el que queda después de la intervención humana a la salida de las mismas.
José Anastasio Fernández Yuste, uno de los impulsores del proyecto, ha explicado en una entrevista a EFE que la aplicación proporciona los indicadores ideales que deberían cumplir los ecosistemas fluviales, y comparó éstos con "nuestros análisis de sangre".
Un registro histórico de los datos de entrada y salida de las presas indica cuánta agua debería llevar el río de forma natural a lo largo del año y cuánta con la intervención humana.
Cuanto mayor sea la diferencia entre el agua entrante y saliente actual con respecto a sus medias históricas más grave será la "enfermedad" del río en cuestión.
El software también evalúa varios parámetros como el del mes de mayor sequía o el número de días al año con caudal mínimo y cuanto más se desplacen en el tiempo en relación al historial del río, peores serán sus condiciones hidrológicas.
El investigador ha subrayado que cada vez se extrae más agua de los ríos (el ochenta por ciento para regadío) y que la situación de los cauces españoles "se puede mejorar" si se reduce su consumo al "mínimo imprescindible".
El científico ha trabajado recientemente en los análisis de los ríos Jarama y Cabriel, cuyo estado ha definido como "bastante mejorable".
Ha explicado que un río debe llevar el agua que se corresponde con su régimen natural, así que "no siempre es bueno que un río lleve mucho caudal" y es bueno incluso que algunos se lleguen a secar en verano.
La aplicación se encuentra en internet con acceso libre y gratuito, por lo que cualquier persona puede analizar "la sangre" de su río, pero para ello debe introducir los datos que se encuentran disponibles en la página web del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX).
La idea de la herramienta nació hace cuatro años, cuando los científicos descubrieron que existían indicadores de calidad como físico-químicos (oxígeno en nitratos por ejemplo) y biológicos (especies o macroinvertebrados), pero no se disponía de ninguno de cantidad para medir la salud de los ríos.
El Ministerio de Medio Ambiente ha impulsado el proyecto, ya que la Directiva Marco del Agua europea obliga a "alcanzar un buen estado ecológico en las masas del agua antes del año 2017".
Italia ya ha sido sancionada por incumplir algunos de estos mandatos en sus ecosistemas fluviales, según Fernández Yuste.
La herramienta, denominada IAHRIS (Índices de Alteración Hidrológica en Ríos), compara el caudal del río original con el resultante después de la intermediación del hombre y cuanto mayor sea su diferencia, peor será la salud del ecosistema fluvial.
Las estaciones de medición de los ríos miden el caudal original en la entrada de las presas y registran el que queda después de la intervención humana a la salida de las mismas.
José Anastasio Fernández Yuste, uno de los impulsores del proyecto, ha explicado en una entrevista a EFE que la aplicación proporciona los indicadores ideales que deberían cumplir los ecosistemas fluviales, y comparó éstos con "nuestros análisis de sangre".
Un registro histórico de los datos de entrada y salida de las presas indica cuánta agua debería llevar el río de forma natural a lo largo del año y cuánta con la intervención humana.
Cuanto mayor sea la diferencia entre el agua entrante y saliente actual con respecto a sus medias históricas más grave será la "enfermedad" del río en cuestión.
El software también evalúa varios parámetros como el del mes de mayor sequía o el número de días al año con caudal mínimo y cuanto más se desplacen en el tiempo en relación al historial del río, peores serán sus condiciones hidrológicas.
El investigador ha subrayado que cada vez se extrae más agua de los ríos (el ochenta por ciento para regadío) y que la situación de los cauces españoles "se puede mejorar" si se reduce su consumo al "mínimo imprescindible".
El científico ha trabajado recientemente en los análisis de los ríos Jarama y Cabriel, cuyo estado ha definido como "bastante mejorable".
Ha explicado que un río debe llevar el agua que se corresponde con su régimen natural, así que "no siempre es bueno que un río lleve mucho caudal" y es bueno incluso que algunos se lleguen a secar en verano.
La aplicación se encuentra en internet con acceso libre y gratuito, por lo que cualquier persona puede analizar "la sangre" de su río, pero para ello debe introducir los datos que se encuentran disponibles en la página web del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX).
La idea de la herramienta nació hace cuatro años, cuando los científicos descubrieron que existían indicadores de calidad como físico-químicos (oxígeno en nitratos por ejemplo) y biológicos (especies o macroinvertebrados), pero no se disponía de ninguno de cantidad para medir la salud de los ríos.
El Ministerio de Medio Ambiente ha impulsado el proyecto, ya que la Directiva Marco del Agua europea obliga a "alcanzar un buen estado ecológico en las masas del agua antes del año 2017".
Italia ya ha sido sancionada por incumplir algunos de estos mandatos en sus ecosistemas fluviales, según Fernández Yuste.