The PSOE maintains a different water policy in each autonomy
Mon, 03/11/2008
El PSOE mantiene una política hídrica diferente en cada autonomía. Así lo criticaba ayer el portavoz de Medio Ambiente del PP en Les Corts, José Císcar, al resaltar el apoyo que el presidente extremeño, el socialista Guillermo Fernández Vara, va a dar a la propuesta de construir un trasvase desde su región hasta el río Segura.
Para Císcar, el apoyo de Fernández Vara al trasvase "contradice la política hídrica llevada a cabo por sus homólogos en comunidades socialistas", en referencia a los presidentes de Castilla-La Mancha, Aragón o Cataluña, contrarios a una transferencia hídrica.
Estas diferencias en el seno del PSOE, según José Ciscar, son "una muestra más de que el caos hídrico ha sido generado por el Gobierno central". El diputado popular consideró que el dirigente extremeño "respalda la tesis del PP en cuanto a que la solidaridad y la sensatez deben ser los principios que rijan la política hídrica del Estado".
La posibilidad de construir un trasvase para alimentar el Tajo-Segura entre el embalse de Valdecañas (Cáceres) y La Roda (Albacete) se lleva barajando durante los últimos meses. El Ministerio de Medio Ambiente únicamente ha reconocido que se trata de una posibilidad, aunque la propia ministra Elena Espinosa ha puntualizado que su departamento únicamente está estudiando una posible transferencia desde el Ródano.
Fernández Vara, en una entrevista publicada ayer por el diario El País, contradijo a la ministra al asegurar que la propia Espinosa le aseguró que su departamento estaba realizando "estudios técnicos sobre el trasvase. Le dije que podíamos hablarlo sin condiciones".
En este sentido, indicó que los populares se suman a las declaraciones de Vara, ya que desde el PP siempre se ha defendido la solidaridad hídrica entre territorios "para que así el agua de las cuencas excedentarias lleguen a las deficitarias".
Císcar destacó que las palabras del presidente de Extremadura "son motivo de reflexión en materia hídrica, ya que los extremeños defienden más y mejor a la Comunidad Valenciana que a los propios socialistas valencianos".
Sea cual sea el estado de los estudios sobre un posible trasvase de Extremadura al Segura, el Gobierno central ha experimentado un cambio de política con la salida del Cristina Narbona del Ministerio de Medio Ambiente. De una postura abiertamente contraria a los trasvases se ha pasado a una actitud de diálogo y de estudiar una a una todas las posibilidades.
Las manifestaciones de Fernández Vara se alinean con esta nueva política. De hecho, parece, según fuentes consultadas por este periódico, que el Gobierno pretende que el presidente extremeño se convierta en el punto de referencia para contrarrestar la imagen antitrasvasista que se ha labrado durante los últimos años el Ejecutivo de Zapatero. Una posición que se ha visto reforzada por la postura de los socialistas José María Barreda en Castilla-La Mancha, Marcelino Iglesias en Aragón y José Montilla en Cataluña.
Guillermo Fernández Vara pasaría así a ser la imagen de una política hídrica basada en criterios de solidaridad, consenso entre las autonomías y aceptación de los trasvases entre regiones, más acorde con las posturas históricas que ha mantenido el PSOE en esta materia y abandonando así una posición que le ha supuesto un alto coste electoral, sobre todo en Valencia y Murcia.
Por ello, el diputado popular José Císcar consideró que tanto Zapatero como sus ministros "deberían de tomar buena nota de su compañero de Extremadura cuando defiende contenidos en un Plan Hidrológico Nacional, que incluía el trasvase del Ebro, y que fue aprobado por consenso".
Respecto al Tajo-Segura, el portavoz de Medio Ambiente de los populares valencianos subrayó el deseo por parte de su partido "de llegar a un entendimiento y a un acuerdo definitivo, al igual que con el trasvase del Ebro, ya que es necesario para el futuro de muchas familias de la Comunitat".
Para Císcar, el apoyo de Fernández Vara al trasvase "contradice la política hídrica llevada a cabo por sus homólogos en comunidades socialistas", en referencia a los presidentes de Castilla-La Mancha, Aragón o Cataluña, contrarios a una transferencia hídrica.
Estas diferencias en el seno del PSOE, según José Ciscar, son "una muestra más de que el caos hídrico ha sido generado por el Gobierno central". El diputado popular consideró que el dirigente extremeño "respalda la tesis del PP en cuanto a que la solidaridad y la sensatez deben ser los principios que rijan la política hídrica del Estado".
La posibilidad de construir un trasvase para alimentar el Tajo-Segura entre el embalse de Valdecañas (Cáceres) y La Roda (Albacete) se lleva barajando durante los últimos meses. El Ministerio de Medio Ambiente únicamente ha reconocido que se trata de una posibilidad, aunque la propia ministra Elena Espinosa ha puntualizado que su departamento únicamente está estudiando una posible transferencia desde el Ródano.
Fernández Vara, en una entrevista publicada ayer por el diario El País, contradijo a la ministra al asegurar que la propia Espinosa le aseguró que su departamento estaba realizando "estudios técnicos sobre el trasvase. Le dije que podíamos hablarlo sin condiciones".
En este sentido, indicó que los populares se suman a las declaraciones de Vara, ya que desde el PP siempre se ha defendido la solidaridad hídrica entre territorios "para que así el agua de las cuencas excedentarias lleguen a las deficitarias".
Císcar destacó que las palabras del presidente de Extremadura "son motivo de reflexión en materia hídrica, ya que los extremeños defienden más y mejor a la Comunidad Valenciana que a los propios socialistas valencianos".
Sea cual sea el estado de los estudios sobre un posible trasvase de Extremadura al Segura, el Gobierno central ha experimentado un cambio de política con la salida del Cristina Narbona del Ministerio de Medio Ambiente. De una postura abiertamente contraria a los trasvases se ha pasado a una actitud de diálogo y de estudiar una a una todas las posibilidades.
Las manifestaciones de Fernández Vara se alinean con esta nueva política. De hecho, parece, según fuentes consultadas por este periódico, que el Gobierno pretende que el presidente extremeño se convierta en el punto de referencia para contrarrestar la imagen antitrasvasista que se ha labrado durante los últimos años el Ejecutivo de Zapatero. Una posición que se ha visto reforzada por la postura de los socialistas José María Barreda en Castilla-La Mancha, Marcelino Iglesias en Aragón y José Montilla en Cataluña.
Guillermo Fernández Vara pasaría así a ser la imagen de una política hídrica basada en criterios de solidaridad, consenso entre las autonomías y aceptación de los trasvases entre regiones, más acorde con las posturas históricas que ha mantenido el PSOE en esta materia y abandonando así una posición que le ha supuesto un alto coste electoral, sobre todo en Valencia y Murcia.
Por ello, el diputado popular José Císcar consideró que tanto Zapatero como sus ministros "deberían de tomar buena nota de su compañero de Extremadura cuando defiende contenidos en un Plan Hidrológico Nacional, que incluía el trasvase del Ebro, y que fue aprobado por consenso".
Respecto al Tajo-Segura, el portavoz de Medio Ambiente de los populares valencianos subrayó el deseo por parte de su partido "de llegar a un entendimiento y a un acuerdo definitivo, al igual que con el trasvase del Ebro, ya que es necesario para el futuro de muchas familias de la Comunitat".