ACH affirms that more than 200000 people lack of any access to water in the Gaza Strip
Fri, 13/02/2009
La organización humanitaria Acción contra el Hambre (ACH) advirtió hoy de que, a causa del conflicto armado, muchos de los pozos de agua que abastecen a la población de la Franja de Gaza han sido destruidos o han dejado de suministrar agua debido a los constantes cortes de energía, razón por la cual más de 200.000 personas en la ciudad de Gaza han perdido "por completo cualquier tipo de acceso al agua", que vienen a sumarse a los 20.000 refugiados que se han desplazado a los campamentos habilitados por Naciones Unidas.
"La población de Gaza ya se encontraba realmente perjudicada tras los 19 meses de duración del bloqueo", declaró la coordinadora de Seguridad Alimentaria de Acción contra el Hambre en los Territorios Palestinos, Elena Bertola. "El conflicto ha sido el golpe final para una población que ya antes estaba muy debilitada", añadió, citada en un comunicado de la organización.
Según Bertola, "durante las tres semanas de conflicto la gente no tiene ningún acceso o sólo ocasionalmente a los mal surtidos mercados". Las panaderías se han quedado sin harina o sin combustible para la fabricación de pan, los organismos de ayuda ya no podían distribuir ayuda alimentaria y los bancos han visto cómo todo el dinero en efectivo que tenían ha desaparecido, prosiguió.
"Y toda esta situación se ve agravada con la incertidumbre de no saber dónde caerá la próxima bomba. Miles de personas han visto cómo sus casas y sus tierras de cultivo han sido arrasados", señaló Elena Bertola.
Después de 19 meses de bloqueo, afirmó ACH, los pasos fronterizos de acceso a Gaza continúan bajo dominio israelí, que sólo permite la importación de bienes humanitarios de primera necesidad, como ciertos alimentos y medicinas, mientras que los materiales y artículos esenciales para el mantenimiento de los servicios públicos básicos e infraestructuras continúan prohibidos.
Por ello, "Acción contra el Hambre exige la apertura completa de todos los accesos a Gaza, y continuar así la reparación de los daños causados por el conflicto, para garantizar que el sistema de abastecimiento de agua y saneamiento pueda tener un mantenimiento adecuado", se lee en el comunicado.
Acción contra el Hambre "también exige la reanudación de la importación de todos los insumos y exportaciones de productos acabados esenciales para la reactivación de la agricultura y el sector privado, a fin de evitar una dependencia de la ayuda humanitaria de los 1,5 millones de personas que viven en Gaza, de los cuales más de la mitad son niños", concluyó.
LA LABOR DE ACH
El pasado 12 de enero, tras 17 días de intensos bombardeos, Acción contra el Hambre comenzó la distribución de agua entre los desplazados en las ciudades de Gaza y de Beit Lahia, así como en los campamentos de refugiados de Jabalia y los habilitados por Naciones Unidas.
Posteriormente, el alto el fuego acordado el 17 de enero permitió intensificar la respuesta y así restaurar el acceso al agua de la población civil. Se amplió la distribución de agua a los sectores más afectados, antes inaccesibles ya que anteriormente se encontraban en zonas de combate, proveyendo agua potable a 30.000 personas. Asimismo, se proporcionaron 50.000 litros de agua a las estaciones de bombeo y pozos de la ciudad para garantizar que al menos las redes de agua que no habían sido destruidas pudieran continuar funcionando.
Tras el alto el fuego, Acción contra el Hambre comenzó a hacer frente de inmediato a los riesgos causados por los ríos de aguas residuales que inundaron las calles, mediante la reparación de una laguna de sedimentación para el tratamiento de agua con una capacidad de 30.000 metros cúbicos, y así evitar que las lagunas adyacentes se sobrecargaran.
Además, se procedió a la limpieza de calles y zonas habitadas para eludir cualquier consecuencia de riesgo para la salud. Las reparaciones se completaron el pasado 4 de febrero , "de manera que la situación está bajo control", afirmó ACH. Asimismo, ya han dado comienzo los trabajos de reparación de infraestructuras de agua y saneamiento en las ciudades de Gaza, Jan Yunes y Rafá para así restablecer el acceso al agua de sus habitantes, "respuesta que ha sido posible gracias a los fondos de emergencia de la cooperación Española", aseguró la organización.
"La población de Gaza ya se encontraba realmente perjudicada tras los 19 meses de duración del bloqueo", declaró la coordinadora de Seguridad Alimentaria de Acción contra el Hambre en los Territorios Palestinos, Elena Bertola. "El conflicto ha sido el golpe final para una población que ya antes estaba muy debilitada", añadió, citada en un comunicado de la organización.
Según Bertola, "durante las tres semanas de conflicto la gente no tiene ningún acceso o sólo ocasionalmente a los mal surtidos mercados". Las panaderías se han quedado sin harina o sin combustible para la fabricación de pan, los organismos de ayuda ya no podían distribuir ayuda alimentaria y los bancos han visto cómo todo el dinero en efectivo que tenían ha desaparecido, prosiguió.
"Y toda esta situación se ve agravada con la incertidumbre de no saber dónde caerá la próxima bomba. Miles de personas han visto cómo sus casas y sus tierras de cultivo han sido arrasados", señaló Elena Bertola.
Después de 19 meses de bloqueo, afirmó ACH, los pasos fronterizos de acceso a Gaza continúan bajo dominio israelí, que sólo permite la importación de bienes humanitarios de primera necesidad, como ciertos alimentos y medicinas, mientras que los materiales y artículos esenciales para el mantenimiento de los servicios públicos básicos e infraestructuras continúan prohibidos.
Por ello, "Acción contra el Hambre exige la apertura completa de todos los accesos a Gaza, y continuar así la reparación de los daños causados por el conflicto, para garantizar que el sistema de abastecimiento de agua y saneamiento pueda tener un mantenimiento adecuado", se lee en el comunicado.
Acción contra el Hambre "también exige la reanudación de la importación de todos los insumos y exportaciones de productos acabados esenciales para la reactivación de la agricultura y el sector privado, a fin de evitar una dependencia de la ayuda humanitaria de los 1,5 millones de personas que viven en Gaza, de los cuales más de la mitad son niños", concluyó.
LA LABOR DE ACH
El pasado 12 de enero, tras 17 días de intensos bombardeos, Acción contra el Hambre comenzó la distribución de agua entre los desplazados en las ciudades de Gaza y de Beit Lahia, así como en los campamentos de refugiados de Jabalia y los habilitados por Naciones Unidas.
Posteriormente, el alto el fuego acordado el 17 de enero permitió intensificar la respuesta y así restaurar el acceso al agua de la población civil. Se amplió la distribución de agua a los sectores más afectados, antes inaccesibles ya que anteriormente se encontraban en zonas de combate, proveyendo agua potable a 30.000 personas. Asimismo, se proporcionaron 50.000 litros de agua a las estaciones de bombeo y pozos de la ciudad para garantizar que al menos las redes de agua que no habían sido destruidas pudieran continuar funcionando.
Tras el alto el fuego, Acción contra el Hambre comenzó a hacer frente de inmediato a los riesgos causados por los ríos de aguas residuales que inundaron las calles, mediante la reparación de una laguna de sedimentación para el tratamiento de agua con una capacidad de 30.000 metros cúbicos, y así evitar que las lagunas adyacentes se sobrecargaran.
Además, se procedió a la limpieza de calles y zonas habitadas para eludir cualquier consecuencia de riesgo para la salud. Las reparaciones se completaron el pasado 4 de febrero , "de manera que la situación está bajo control", afirmó ACH. Asimismo, ya han dado comienzo los trabajos de reparación de infraestructuras de agua y saneamiento en las ciudades de Gaza, Jan Yunes y Rafá para así restablecer el acceso al agua de sus habitantes, "respuesta que ha sido posible gracias a los fondos de emergencia de la cooperación Española", aseguró la organización.