Environment prepares maps to detect zones of floods
Wed, 18/02/2009
Las inundaciones son el fenómeno natural catastrófico más común en Europa. Se calcula que el siglo pasado causaron unos tres millones de muertos en todo el mundo, más de la mitad del total de fallecidos a manos de la naturaleza. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino se propone detectar las zonas con más peligro de inundación de España, país especialmente proclive a esta catástrofe, y plasmarlas en un mapa. El proyecto, que costará 40 millones de euros, es pionero en Europa. Su objetivo: que los ciudadanos y las Administraciones puedan comprobar a golpe de ratón qué riesgo corren, por ejemplo, al licitar una obra a 50 metros de un punto concreto del Tajo. Ya está en marcha el estudio de las dos primeras cuencas hidrológicas (Cantábrico y Júcar), cuyos resultados se podrán consultar por internet a partir de la primavera.
La iniciativa, aplaudida por las ONG, llevaba tiempo planeando por el ministerio -según se rumorea por los pasillos, desde que se creó la cartera de Medio Ambiente (1996)-. El detonante: la fatídica riada de Badajoz de 1997, en la que murieron 24 personas, y que sucedió tan sólo un año después de la de Biescas, que dejó 87 muertos. "Este proyecto supone otra evidencia de que el Gobierno sabe que el cambio climático es una realidad", comenta Aida Vila, de Greenpeace. "Algunas Administraciones habían realizado estudios con anterioridad, pero nunca hubo un esfuerzo serio de elaborar un mapa a escala nacional", comenta Jesús Yagüe, subdirector general de la Gestión Integrada de Recursos Hidrológicos. La intención del ministerio es acabar con la duplicación de esfuerzos y ha conseguido poner a España a la cabeza de Europa, ya que ningún país miembro de la UE tiene un mapa de estas características -una directiva europea obliga a tenerlos como muy tarde para 2013, y España prevé acabarlo un año antes-. El procedimiento va a ser largo. Se cartografiarán unos 30.000 kilómetros cuadrados de terreno. "Cubriremos las áreas con verdadero riesgo de inundación, es decir, las zonas planas próximas a los cursos bajos de los grandes ríos de España", matiza Yagüe. Las zonas más peligrosas del país: la franja costera mediterránea y, en menor medida, Madrid y Andalucía. Para la elaboración del mapa se utiliza la tecnología Lidar, que consiste en efectuar una serie de vuelos con unas cámaras de láser que reproducen el terreno con mucha fidelidad. A continuación se introducen en el plano datos -series históricas de precipitaciones y modelos hidráulicos con cantidades determinadas de agua (hidrogramas)- para detectar y marcar las zonas con más riesgo de inundación. ¿Qué pasará con las edificaciones situadas en esos puntos? "Eso escapa de nuestras competencias. Las Administraciones tendrán que ponerse de acuerdo para ver qué hacer", reflexiona Yagüe. Pero hay más. El Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables podrá suponer un ahorro a la larga. "De acuerdo con las indemnizaciones del Consorcio Nacional de Seguros, estamos abonando una media de 800 millones de euros al año en concepto de compensación por daños de inundaciones", asegura Yagüe. El mapa reducirá con toda certeza esa suma.
Se pretenden cartografiar unos 30.000 kilómetros cuadrados de terreno, entre ellos la franja costera mediterránea, que es la más peligrosa
La iniciativa, aplaudida por las ONG, llevaba tiempo planeando por el ministerio -según se rumorea por los pasillos, desde que se creó la cartera de Medio Ambiente (1996)-. El detonante: la fatídica riada de Badajoz de 1997, en la que murieron 24 personas, y que sucedió tan sólo un año después de la de Biescas, que dejó 87 muertos. "Este proyecto supone otra evidencia de que el Gobierno sabe que el cambio climático es una realidad", comenta Aida Vila, de Greenpeace. "Algunas Administraciones habían realizado estudios con anterioridad, pero nunca hubo un esfuerzo serio de elaborar un mapa a escala nacional", comenta Jesús Yagüe, subdirector general de la Gestión Integrada de Recursos Hidrológicos. La intención del ministerio es acabar con la duplicación de esfuerzos y ha conseguido poner a España a la cabeza de Europa, ya que ningún país miembro de la UE tiene un mapa de estas características -una directiva europea obliga a tenerlos como muy tarde para 2013, y España prevé acabarlo un año antes-. El procedimiento va a ser largo. Se cartografiarán unos 30.000 kilómetros cuadrados de terreno. "Cubriremos las áreas con verdadero riesgo de inundación, es decir, las zonas planas próximas a los cursos bajos de los grandes ríos de España", matiza Yagüe. Las zonas más peligrosas del país: la franja costera mediterránea y, en menor medida, Madrid y Andalucía. Para la elaboración del mapa se utiliza la tecnología Lidar, que consiste en efectuar una serie de vuelos con unas cámaras de láser que reproducen el terreno con mucha fidelidad. A continuación se introducen en el plano datos -series históricas de precipitaciones y modelos hidráulicos con cantidades determinadas de agua (hidrogramas)- para detectar y marcar las zonas con más riesgo de inundación. ¿Qué pasará con las edificaciones situadas en esos puntos? "Eso escapa de nuestras competencias. Las Administraciones tendrán que ponerse de acuerdo para ver qué hacer", reflexiona Yagüe. Pero hay más. El Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables podrá suponer un ahorro a la larga. "De acuerdo con las indemnizaciones del Consorcio Nacional de Seguros, estamos abonando una media de 800 millones de euros al año en concepto de compensación por daños de inundaciones", asegura Yagüe. El mapa reducirá con toda certeza esa suma.
Se pretenden cartografiar unos 30.000 kilómetros cuadrados de terreno, entre ellos la franja costera mediterránea, que es la más peligrosa