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El responsable de los planes de seguridad de Endesa en la zona noroeste, Julián Alonso, explicó ayer que están aprobados los proyectos de emergencia de tres de las cinco presas de la cuenca alta del Tera: Puente Porto, Garandones y Vega de Conde. Las actuaciones se completarán en el plazo de dos años, según Alonso, que intervino en el debate de la Jornada Técnica sobre la Rotura de la Presa de Vega de Tera, en conmemoración del 50 aniversario, organizada por la Sociedad Española de Presas y Embalses (Seprem) en Madrid. El Ministerio de Medio Ambiente aprobó hace dos meses estos tres primeros planes. Todas las presas están ahora comunicadas a través de fibra óptica, un primer paso para completar la red hasta la central de Moncabril. Todos los sistemas de alerta irán hasta el pueblo de Ribadelago. Además, Endesa implantará antes del verano un sistema de comunicación vía satélite en la zona. Para garantizar la seguridad, la empresa concesionaria ejecutó el pasado año las primeras reformas para recortar el aliviadero de la presa de contrafuertes de Puente Porto, una infraestructura de similares características que la de Vega de Tera. Una de la actuaciones previstas es la impermeabilización del paramento interior aguas arriba de Puente Porto, lo que obligará a dejar el embalse sin agua. En colaboración con la Consejería de Medio Ambiente, a través de la Dirección del Parque, se ha estudiado la situación medioambiental de las poblaciones piscícolas, que en principio se trasladarán a otro de los embalses de la Sierra Segundera, como detalló Julián Alonso. Consciente de lo que supuso la rotura de Vega de Tera, Endesa, la empresa que explota la antigua concesión de Moncabril, incidió durante el debate en los planes de emergencia. El presidente de Seprem, Moisés Rubín, abrió el acto junto con la directora general de Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Marta Moren Abat. Por su parte, ingeniero experto en Auscultación y Taller de Ingeniería, Ricardo Fernández Cuevas, señaló que el sistema de cimentación de Puente Porto, pese a ser el mismo modelo de presa de mampostería de Vega de Tera, tiene otro sistema de cimentación diferente al de la infraestructura que se rompió. Vega de Conde se reforzó porque también presentaba problemas de filtraciones. Fallo de cimentación Fernández Cuevas desgranó los informes periciales aportados a la causa de Ribadelago para descartar el rebosamiento e incidir en el fallo de cimentación, que supuso las caídas de los contrafuertes 20 y 19, que arrastraron los 17 y 18. El proceso probable de la rotura pasa por el deslizamiento y vuelco de los contrafuertes 22 y 21, y la cesión de los tres más próximos. El aliviadero resistió. En los informes periciales no se descarta el empleo de materiales de mala calidad, aunque en las pruebas de laboratorio no se pudo determinar su resistencia. El catedrático de Ingeniería Hidráulica, Joaquín Díez-Cascón, incidió en los aspectos legales de la seguridad en presas en el último medio siglo y la necesidad de que la vigilancia de presas sea un servicio público. El reglamento técnico sobre seguridad contempla 1.124 presas, aunque se han realizado un número mínimo, y en fase de aprobación están 173. El profesor titular de Ingeniería Hidráulico de la Universidad de Burgos, Francisco Bueno, repasó la historia de las roturas desde las primeras presas «de intuición» del Egipto faraónico.


El responsable de los planes de seguridad de Endesa en la zona noroeste, Julián Alonso, explicó ayer que están aprobados los proyectos de emergencia de tres de las cinco presas de la cuenca alta del Tera: Puente Porto, Garandones y Vega de Conde.
Las actuaciones se completarán en el plazo de dos años, según Alonso, que intervino en el debate de la Jornada Técnica sobre la Rotura de la Presa de Vega de Tera, en conmemoración del 50 aniversario, organizada por la Sociedad Española de Presas y Embalses (Seprem) en Madrid.
El Ministerio de Medio Ambiente aprobó hace dos meses estos tres primeros planes. Todas las presas están ahora comunicadas a través de fibra óptica, un primer paso para completar la red hasta la central de Moncabril. Todos los sistemas de alerta irán hasta el pueblo de Ribadelago.
Además, Endesa implantará antes del verano un sistema de comunicación vía satélite en la zona. Para garantizar la seguridad, la empresa concesionaria ejecutó el pasado año las primeras reformas para recortar el aliviadero de la presa de contrafuertes de Puente Porto, una infraestructura de similares características que la de Vega de Tera. Una de la actuaciones previstas es la impermeabilización del paramento interior aguas arriba de Puente Porto, lo que obligará a dejar el embalse sin agua.
En colaboración con la Consejería de Medio Ambiente, a través de la Dirección del Parque, se ha estudiado la situación medioambiental de las poblaciones piscícolas, que en principio se trasladarán a otro de los embalses de la Sierra Segundera, como detalló Julián Alonso.
Consciente de lo que supuso la rotura de Vega de Tera, Endesa, la empresa que explota la antigua concesión de Moncabril, incidió durante el debate en los planes de emergencia.
El presidente de Seprem, Moisés Rubín, abrió el acto junto con la directora general de Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Marta Moren Abat.
Por su parte, ingeniero experto en Auscultación y Taller de Ingeniería, Ricardo Fernández Cuevas, señaló que el sistema de cimentación de Puente Porto, pese a ser el mismo modelo de presa de mampostería de Vega de Tera, tiene otro sistema de cimentación diferente al de la infraestructura que se rompió. Vega de Conde se reforzó porque también presentaba problemas de filtraciones.
Fallo de cimentación
Fernández Cuevas desgranó los informes periciales aportados a la causa de Ribadelago para descartar el rebosamiento e incidir en el fallo de cimentación, que supuso las caídas de los contrafuertes 20 y 19, que arrastraron los 17 y 18. El proceso probable de la rotura pasa por el deslizamiento y vuelco de los contrafuertes 22 y 21, y la cesión de los tres más próximos. El aliviadero resistió.
En los informes periciales no se descarta el empleo de materiales de mala calidad, aunque en las pruebas de laboratorio no se pudo determinar su resistencia.
El catedrático de Ingeniería Hidráulica, Joaquín Díez-Cascón, incidió en los aspectos legales de la seguridad en presas en el último medio siglo y la necesidad de que la vigilancia de presas sea un servicio público. El reglamento técnico sobre seguridad contempla 1.124 presas, aunque se han realizado un número mínimo, y en fase de aprobación están 173.
El profesor titular de Ingeniería Hidráulico de la Universidad de Burgos, Francisco Bueno, repasó la historia de las roturas desde las primeras presas «de intuición» del Egipto faraónico.