Amazon Watch criticizes to the Banco Santander to finance the construction of a prey in the Amazonia
Fri, 15/05/2009
"Si (el Santander) quiere ser considerado como un banco responsable, no puede financiar la presa en el río Madeira", dijo Christian Poirier, portavoz de la organización Amazon Watch.
Una coalición de organizaciones medioambientales instaron hoy al Banco Santander a retirarse de un consorcio que construye una presa en la Amazonía que, a su juicio, provocará graves daños ecológicos y sociales.
Hace dos semanas Banco Santander firmó los llamados "Principios de Ecuador", un código de conducta voluntario por el cual se comprometió a financiar proyectos que "son socialmente responsables y reflejan buenas prácticas de gestión medioambiental".
Según las organizaciones ecologistas, no lo está cumpliendo con su participación en la presa Santo Antonio, situada en el estado de Rondonia. El Santander es el líder del grupo que financia el proyecto, del que posee un 5 por ciento.
La presa causará el desalojo de miles de familias que viven en las márgenes del río Madeira, un afluente del Amazonas, y que no han sido consultadas de forma apropiada sobre el plan, según las organizaciones medioambientales.
Poirier dijo además que el alargamiento de las aguas causará contaminación y reducirá el volumen de peces.
En diciembre, el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil impuso al consorcio empresarial que construye la represa una multa de 4,2 millones de dólares por la muerte de 11 toneladas de peces.
Poitier también denunció que la construcción de presas en zonas tropicales como la de Santo Antonio aumentan las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, pues destruyen un gran número de árboles, que al descomponerse sueltan gas metano.
La represa de Santo Antonio será parte de un complejo energético junto con la hidroeléctrica de Jirau, que también se construye en el río Madeira.
Ambas obras tendrán un coste superior a los 10.600 millones de dólares y generarán casi 6.500 megavatios, equivalentes al 8 por ciento del actual consumo brasileño.
"Ha habido numerosas protestas sobre la presa Santo Antonio porque no respeta los 'Principios de Ecuador'", dijo a Efe Roland Widmer, de la asociación "Friends of the Earth of the Brazilian Amazon".
"Por los compromisos que ha asumido el Banco Santander, no debería dar financiación" al proyecto, añadió Widmer.
También se sumaron a la queja contra la entidad española las ONG "International Rivers" y Setem, que el año pasado llevó a cabo una protesta contra el banco en el exterior de la Bolsa de Madrid.
Una coalición de organizaciones medioambientales instaron hoy al Banco Santander a retirarse de un consorcio que construye una presa en la Amazonía que, a su juicio, provocará graves daños ecológicos y sociales.
Hace dos semanas Banco Santander firmó los llamados "Principios de Ecuador", un código de conducta voluntario por el cual se comprometió a financiar proyectos que "son socialmente responsables y reflejan buenas prácticas de gestión medioambiental".
Según las organizaciones ecologistas, no lo está cumpliendo con su participación en la presa Santo Antonio, situada en el estado de Rondonia. El Santander es el líder del grupo que financia el proyecto, del que posee un 5 por ciento.
La presa causará el desalojo de miles de familias que viven en las márgenes del río Madeira, un afluente del Amazonas, y que no han sido consultadas de forma apropiada sobre el plan, según las organizaciones medioambientales.
Poirier dijo además que el alargamiento de las aguas causará contaminación y reducirá el volumen de peces.
En diciembre, el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil impuso al consorcio empresarial que construye la represa una multa de 4,2 millones de dólares por la muerte de 11 toneladas de peces.
Poitier también denunció que la construcción de presas en zonas tropicales como la de Santo Antonio aumentan las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, pues destruyen un gran número de árboles, que al descomponerse sueltan gas metano.
La represa de Santo Antonio será parte de un complejo energético junto con la hidroeléctrica de Jirau, que también se construye en el río Madeira.
Ambas obras tendrán un coste superior a los 10.600 millones de dólares y generarán casi 6.500 megavatios, equivalentes al 8 por ciento del actual consumo brasileño.
"Ha habido numerosas protestas sobre la presa Santo Antonio porque no respeta los 'Principios de Ecuador'", dijo a Efe Roland Widmer, de la asociación "Friends of the Earth of the Brazilian Amazon".
"Por los compromisos que ha asumido el Banco Santander, no debería dar financiación" al proyecto, añadió Widmer.
También se sumaron a la queja contra la entidad española las ONG "International Rivers" y Setem, que el año pasado llevó a cabo una protesta contra el banco en el exterior de la Bolsa de Madrid.