The irrigations in the Guadalhorce begin after four years of drought
Thu, 21/05/2009
Casi cuatro años han tenido que pasar para que los regantes de la comarca del Guadalhorce vuelvan a ver agua en sus canalizaciones. Fue el pasado lunes cuando comenzó el envío de agua desde los embalses del Guadalhorce hacia las parcelas de la zona que recibirán hasta octubre algo más de 47 hectómetros cúbicos. Aún no ha llegado a las 5,22 hectáreas que forman la superficie cultivable de esta comarca, aunque la delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel, confía en que lo haga en los próximos días.
La autorización de estos riegos se produce después de que las lluvias del pasado invierno hayan permitido la recuperación de los pantanos y su salida del decreto de sequía que ha estado en vigor durante casi cuatro años en esta parte de la provincia.Las escasa reservas que almacenaban los embalses del Guadalhorce tras el verano de 2005 y el peligro que eso suponía para garantizar el abastecimiento de agua de la capital obligó a la extinta Cuenca Mediterránea Andaluza a restringir el riego de los cítricos de la comarca, que únicamente han recibido cuatro riegos de emergencia durante todo este tiempo.
La única tubería que existe entre los pantanos y la capital se ha utilizado desde septiembre de 2005 para traer agua con un mayor grado de salinidad y que no era válida para el riego hasta la desalobradora de El Atabal y así poder abastecer a la población. Muchos árboles se han perdido y hay agricultores que han optado por abandonar sus cultivos por la nula rentabilidad. Pero ahora la situación ha cambiado y después de superar un largo periodo de sequía los agricultores podrán disponer de agua de forma continua durante todo el verano.
La autorización de estos riegos se produce después de que las lluvias del pasado invierno hayan permitido la recuperación de los pantanos y su salida del decreto de sequía que ha estado en vigor durante casi cuatro años en esta parte de la provincia.Las escasa reservas que almacenaban los embalses del Guadalhorce tras el verano de 2005 y el peligro que eso suponía para garantizar el abastecimiento de agua de la capital obligó a la extinta Cuenca Mediterránea Andaluza a restringir el riego de los cítricos de la comarca, que únicamente han recibido cuatro riegos de emergencia durante todo este tiempo.
La única tubería que existe entre los pantanos y la capital se ha utilizado desde septiembre de 2005 para traer agua con un mayor grado de salinidad y que no era válida para el riego hasta la desalobradora de El Atabal y así poder abastecer a la población. Muchos árboles se han perdido y hay agricultores que han optado por abandonar sus cultivos por la nula rentabilidad. Pero ahora la situación ha cambiado y después de superar un largo periodo de sequía los agricultores podrán disponer de agua de forma continua durante todo el verano.