The water supply is guaranteed for almost two years despite drought
Mon, 08/06/2009
El déficit de precipitaciones que ha sufrido Extremadura durante el último año agrícola, agravado por la escasez de lluvia en los años precedentes, ha reducido sustancialmente las reservas de agua existentes en la red de embalses de la región. La cuenca del Tajo a su paso por Extremadura se encuentra esta semana al 54% de su capacidad, porcentaje que baja al 49% en los embalses del Guadiana. La situación no es buena si se compara con lo que sucedía hace justo un año, pero en el peor de los escenarios posibles los pantanos extremeños acumulan agua suficiente para garantizar el suministro durante casi dos años. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Eduardo Alvarado, ha dicho esta semana que con las reservas actuales hay el agua necesaria para soportar las campañas de riego durante los próximos 18 meses, un período que se ampliaría a dos años si se hace un gasto razonable y llueve algo durante el próximo año y medio. Optimismo moderado Menos alegría hay en la Confederación del Tajo, aunque su presidente, José María Macías, también aborda la situación con optimismo. «Llevamos varios años de sequía y este año seguramente hayamos soportado una de las sequías más graves de los últimos años, no hay más que escuchar a la gente del campo para darse cuenta de lo que ha ocurrido. No es la mejor situación, pero incluso así la situación no está mal». El máximo responsable del Tajo, cuyo cauce discurre por varias provincias, cree que las características de la cuenca hacen difícil que Extremadura se quede sin agua. «Hay mucha capacidad de almacenamiento y eso es clave: el agua que cae durante un año dura varias temporadas y eso aporta una gran tranquilidad». A la amplitud de la red de embalses del Tajo, sustentada básicamente en las presas de Alcántara y Valdecañas, se une el clima existente en el norte de la provincia de cacereña. «Aunque Extremadura parezca seca, el norte de Cáceres es bastante húmedo y eso se nota en ríos como el Alagón y el Árrago, que son muy caudalosos». La gran cantidad de agua recogida en años anteriores, sumada a la de este, permite garantizar los riegos durante la campaña actual. «Este año podremos cubrir los regadíos, pienso que todos los abastecimientos están asegurados durante bastante más de un año, y también debemos pensar que un escenario en el que no vaya a caer ni una sola gota no se contempla nunca: con unas lluvias mínimas se pueden aguantar varios años de sequía». Un período tan seco está muy lejos de lo ocurridoeste año. La prueba está en el pantano de Alcántara, que a pesar de ser uno de los más grandes de Europa, se ha llenado en tres ocasiones. «Los años mejores se llena hasta cinco veces y eso es mucho volumen de agua». Afirmar eso en un año con lluvias escasas es importante. Máxime si se observa el mapa confeccionado por la delegación en Extremadura de la Agencia Estatal de Meteorología, donde se aprecia que en la cuarta parte del territorio ha llovido durante el último año agrícola (desde septiembre) entre un 70 y un 50% menos que un año normal. Eso es lo que ha ocurrido, entre otras zonas, en Coria, Valencia de Alcántara, Trujillo, Plasencia, Fregenal de la Sierra o Villanueva del Fresno. Algo mayores han sido las precipitaciones en el resto de la región, donde la anomalía ha oscilado entre el 50% y el 30% salvo en áreas muy concretas. Tan sólo se han salvado Tierra de Barros, parte de las Vegas Altas y el límite noroeste de la región. Tampoco en los embalses gestionados por la Junta hay graves problemas. Únicamente hay alguno en el embalse de Navarredonda, del que se abastece la Mancomunidad del Tamuja, aunque se ha aprobado una obra para llevar agua desde el canal de Orellana. También en el embalse de Alcuéscar hay escasez, pero la Junta está finalizando una obra de emergencia para abastecer al sistema desde la presa de Aldea del Cano. La tercera zona en problemas está en el embalse de Jarripa, que abastece a Torreorgaz, Torrequemada y Torremocha. La Junta iniciará en breve plazo una obra para abastecer desde el embalse de Aldea del Cano.