The challenge of the FAO is to implant the water technology in the poor countries
Thu, 23/07/2009
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) considera que la escasez de agua, desde el punto de vista tecnológico, se puede resolver y el "reto" es trabajar para que esa tecnología esté a disposición de los países más pobres.
Así lo ha manifestado el representante de la Unidad de Agua de la (FAO), Julián Martínez, que junto al presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez, han presentado el encuentro "Agua y siglo XXI: un reto compartido" en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.
Este encuentro, que está promovido por el grupo de empresas públicas Tragsa, ha reunido a diferentes administraciones, técnicos y gerentes para abordar cuestiones como la creciente demanda del agua, su escasez y su relación con los territorios y el medio ambiente.
Julián Martínez ha señalado que el agua es "absolutamente imprescindible" para la producción agraria y, por tanto, para la lucha contra el hambre.
"Se necesita producir más y para ello el regadío es fundamental", ha añadido.
El representante de la FAO ha indicado también que los riesgos, tanto de escasez como de exceso de agua, van a verse incrementados por el cambio climático, sobre todo en los países pobres.
Sobre España, ha explicado que, en su opinión, debido a la mala distribución del agua de lluvia va a tener que "restringirse" las áreas de agricultura de secano a aquellos suelos que pueden retener bien el agua y se pueden defender bien de la sequía.
A su juicio, cree que va a tener que haber una reestructuración del uso de la tierra, "para que los recursos naturales se adapten mejor a esa situación".
Además, ha afirmado que el agua de nieve se va a "regular peor" y será necesaria mucha más regulación artificial a través de las aguas de embalses y acuíferos.
"Pero la tecnología y la gestión se conocen y lo que hay que tener es una voluntad de aplicarla", ha apostillado.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se ha referido a los sistemas de abastecimiento y ha asegurado que, aunque sigue habiendo pérdidas de agua, "en España se han mejorado y renovado muchas de estas redes".
Jorge Marquínez ha recordado que el mayor consumo de agua procede del sector agrícola y ha destacado que desde 2006 el Ministerio ha puesto en marcha un programa de renovación de las redes de regadíos con los que se está consiguiendo ahorrar de media 100 hectómetros cúbicos al año.
"Es cierto que tenemos pérdidas, que son consustanciales de los sistemas de abastecimiento, pero hay que combatirlas con energía y priorizando aquellos ámbitos de gestión donde el esfuerzo tenga más rentabilidad, como es el caso de los consumos agrícolas", ha dicho.
Así lo ha manifestado el representante de la Unidad de Agua de la (FAO), Julián Martínez, que junto al presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez, han presentado el encuentro "Agua y siglo XXI: un reto compartido" en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.
Este encuentro, que está promovido por el grupo de empresas públicas Tragsa, ha reunido a diferentes administraciones, técnicos y gerentes para abordar cuestiones como la creciente demanda del agua, su escasez y su relación con los territorios y el medio ambiente.
Julián Martínez ha señalado que el agua es "absolutamente imprescindible" para la producción agraria y, por tanto, para la lucha contra el hambre.
"Se necesita producir más y para ello el regadío es fundamental", ha añadido.
El representante de la FAO ha indicado también que los riesgos, tanto de escasez como de exceso de agua, van a verse incrementados por el cambio climático, sobre todo en los países pobres.
Sobre España, ha explicado que, en su opinión, debido a la mala distribución del agua de lluvia va a tener que "restringirse" las áreas de agricultura de secano a aquellos suelos que pueden retener bien el agua y se pueden defender bien de la sequía.
A su juicio, cree que va a tener que haber una reestructuración del uso de la tierra, "para que los recursos naturales se adapten mejor a esa situación".
Además, ha afirmado que el agua de nieve se va a "regular peor" y será necesaria mucha más regulación artificial a través de las aguas de embalses y acuíferos.
"Pero la tecnología y la gestión se conocen y lo que hay que tener es una voluntad de aplicarla", ha apostillado.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se ha referido a los sistemas de abastecimiento y ha asegurado que, aunque sigue habiendo pérdidas de agua, "en España se han mejorado y renovado muchas de estas redes".
Jorge Marquínez ha recordado que el mayor consumo de agua procede del sector agrícola y ha destacado que desde 2006 el Ministerio ha puesto en marcha un programa de renovación de las redes de regadíos con los que se está consiguiendo ahorrar de media 100 hectómetros cúbicos al año.
"Es cierto que tenemos pérdidas, que son consustanciales de los sistemas de abastecimiento, pero hay que combatirlas con energía y priorizando aquellos ámbitos de gestión donde el esfuerzo tenga más rentabilidad, como es el caso de los consumos agrícolas", ha dicho.