The Galicians will pay a canon based on water consumption and will exist social tariffs for the people that don´t exceed a minimum
Fri, 24/07/2009
El Gobierno gallego redactará este año una nueva Ley de Aguas, en la cual se sustituirá el actual canon de saneamiento por un "tributo progresivo" para que los gallegos paguen en función del agua que gastan y se creará una 'tarifa social', que reducirá este impuesto para los ciudadanos que no superen un determinado consumo mensual mínimo.
En la rueda de prensa posterior al Consello, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó que el objetivo de este gravamen progresivo en función del gasto de agua es "fomentar el consumo racional" de este bien. Asimismo, avanzó que el Gobierno gallego buscará la "colaboración" de los ayuntamientos en la aplicación de este nuevo marco impositivo, que sustituirá al vigente canon de saneamiento.
La nueva Ley de Aguas pretende "mejorar la gestión de la administración hidráulica y adaptarla a la directiva marco de la Unión Europea" y asumirá el objetivo de conseguir un buen estado ecológico y un saneamiento integral de las rías gallegas en el año 2015. Según resaltó Feijóo, el medio ambiente es "una prioridad" para su Gobierno.
El cambio en la gestión de los recursos hidráulicos se realizará mediante la creación de un nuevo órgano administrativo, la Axencia de Augas de Galicia, que integrará el actual organismo autónomo del mismo nombre y la Empresa Pública de Obras e Servizos Hidráulicos. Al respecto, el presidente gallego se refirió al Plan de Austeridad, porque de esta forma se evitan duplicidades en la organización de este área de gestión.
AGUAS RESIDUALES
Otro de los objetivos del nuevo marco normativo será cumplir la planificación hidrológica exigida por la Directiva Marco del Agua de la UE a través de la redacción del Plan Hidrológico de la Demarcación Galicia-Costa. La Xunta se propone incidir en la cobertura de las necesidades de agua potable de calidad, lo que implica la depuración y el saneamiento de las aguas residuales que resulten del consumo urbano.
El Gobierno gallego busca la implantación de un nuevo modelo de gestión del servicio de depuración "más eficaz y eficiente, tanto técnico como económico y financiero" para resolver los actuales problemas en materia de explotación de depuradoras de aguas residuales. Así, elaborará un reglamento-marco para la depuración de aguas residuales que establecerá los criterios para implantar un modelo de gestión para la explotación de las EDAR.
Con estas medidas, la Xunta asegura que se ponen "las bases" para asumir la cuenca del Miño-Sil, una demanda histórica que el actual Gobierno gallego seguirá solicitando ante el Ejecutivo central para lograr la transferencia de su gestión a Galicia en esta Legislatura, según subrayó Feijóo.
En la rueda de prensa posterior al Consello, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó que el objetivo de este gravamen progresivo en función del gasto de agua es "fomentar el consumo racional" de este bien. Asimismo, avanzó que el Gobierno gallego buscará la "colaboración" de los ayuntamientos en la aplicación de este nuevo marco impositivo, que sustituirá al vigente canon de saneamiento.
La nueva Ley de Aguas pretende "mejorar la gestión de la administración hidráulica y adaptarla a la directiva marco de la Unión Europea" y asumirá el objetivo de conseguir un buen estado ecológico y un saneamiento integral de las rías gallegas en el año 2015. Según resaltó Feijóo, el medio ambiente es "una prioridad" para su Gobierno.
El cambio en la gestión de los recursos hidráulicos se realizará mediante la creación de un nuevo órgano administrativo, la Axencia de Augas de Galicia, que integrará el actual organismo autónomo del mismo nombre y la Empresa Pública de Obras e Servizos Hidráulicos. Al respecto, el presidente gallego se refirió al Plan de Austeridad, porque de esta forma se evitan duplicidades en la organización de este área de gestión.
AGUAS RESIDUALES
Otro de los objetivos del nuevo marco normativo será cumplir la planificación hidrológica exigida por la Directiva Marco del Agua de la UE a través de la redacción del Plan Hidrológico de la Demarcación Galicia-Costa. La Xunta se propone incidir en la cobertura de las necesidades de agua potable de calidad, lo que implica la depuración y el saneamiento de las aguas residuales que resulten del consumo urbano.
El Gobierno gallego busca la implantación de un nuevo modelo de gestión del servicio de depuración "más eficaz y eficiente, tanto técnico como económico y financiero" para resolver los actuales problemas en materia de explotación de depuradoras de aguas residuales. Así, elaborará un reglamento-marco para la depuración de aguas residuales que establecerá los criterios para implantar un modelo de gestión para la explotación de las EDAR.
Con estas medidas, la Xunta asegura que se ponen "las bases" para asumir la cuenca del Miño-Sil, una demanda histórica que el actual Gobierno gallego seguirá solicitando ante el Ejecutivo central para lograr la transferencia de su gestión a Galicia en esta Legislatura, según subrayó Feijóo.