The CHE builds a station to disinfect boats
Tue, 01/09/2009
El mejillón cebra es una especie invasiva que desde 2006 ha colonizado grandes zonas de aguas tranquilas del Ebro. Ejemplo es el pantano de Sobrón, pero también ha llegado aunque en menor medida hasta la ciudad.
La CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) tiene su erradicación entre sus propósitos y para impedir su proliferación se planteó la instalación de estaciones de limpieza, como la que dentro de muy pocos días podrá ser utilizada en Miranda.
En el entorno del Club Piragüismo Antares y el embarcadero es donde ya se han apreciado los primeros movimientos. Se ha marcado la zona y en ese lugar se instalará un centro de descontaminación. Allí será donde todas las embarcaciones que transiten por el Ebro en la ciudad deberán ser desinfectadas para evitar que en sus quillas queden adheridas larvas de este molusco y se depositen en otras zonas del cauce.
Hasta la fecha, tal y como se pone de manifiesto desde el Antares, «esto ya se viene haciendo cuando tenemos alguna competición. Antes y después, a los barcos se les pasa un producto con una especie de pistola a presión». Ellos adoptan ya las medidas de precaución, pero lo cierto es que en el momento en el que se instale la estación fija, «todo será más sencillo».
La construcción corre a cargo de la Confederación, en colaboración con la Concejalía de Medio Ambiente y es un paso más dentro del denominado plan de choque para controlar la invasión del mejillón cebra.
En zonas de remanso
Esta especie tiende a establecerse «en zonas de remanso porque es donde puede quedar anclado; son las que necesita para poder crecer», recuerda desde el gabinete de comunicación de la CHE, María Mohedano. Por eso las colonias más amplias se localizan habitualmente en pantanos. Eso sí, como sueltan las larvas y van aguas abajo, «pueden aparecer en cualquier lugar de la cuenca del río», pero su presencia en la ciudad «no se considera por ahora», un grave problema.
En Miranda el mayor número de ejemplares se encuentra, según quienes mejor conocen el río, como son los miembros del Antares, «cerca del embarcadero. Allí en cuanto metes la mano y levantas una piedra encuentras mejillones de estos pegados».
Para los piragüistas son «un auténtico incordio», y su portavoz, Sergio Cantalejo, considera que la instalación de este centro de desinfección, «será bueno»; aunque también pone de manifiesto que por el momento no tienen muy claro como se hará la gestión. «Suponemos que una vez que ya esté terminada se nos explicarán las normas de funcionamiento».
La CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) tiene su erradicación entre sus propósitos y para impedir su proliferación se planteó la instalación de estaciones de limpieza, como la que dentro de muy pocos días podrá ser utilizada en Miranda.
En el entorno del Club Piragüismo Antares y el embarcadero es donde ya se han apreciado los primeros movimientos. Se ha marcado la zona y en ese lugar se instalará un centro de descontaminación. Allí será donde todas las embarcaciones que transiten por el Ebro en la ciudad deberán ser desinfectadas para evitar que en sus quillas queden adheridas larvas de este molusco y se depositen en otras zonas del cauce.
Hasta la fecha, tal y como se pone de manifiesto desde el Antares, «esto ya se viene haciendo cuando tenemos alguna competición. Antes y después, a los barcos se les pasa un producto con una especie de pistola a presión». Ellos adoptan ya las medidas de precaución, pero lo cierto es que en el momento en el que se instale la estación fija, «todo será más sencillo».
La construcción corre a cargo de la Confederación, en colaboración con la Concejalía de Medio Ambiente y es un paso más dentro del denominado plan de choque para controlar la invasión del mejillón cebra.
En zonas de remanso
Esta especie tiende a establecerse «en zonas de remanso porque es donde puede quedar anclado; son las que necesita para poder crecer», recuerda desde el gabinete de comunicación de la CHE, María Mohedano. Por eso las colonias más amplias se localizan habitualmente en pantanos. Eso sí, como sueltan las larvas y van aguas abajo, «pueden aparecer en cualquier lugar de la cuenca del río», pero su presencia en la ciudad «no se considera por ahora», un grave problema.
En Miranda el mayor número de ejemplares se encuentra, según quienes mejor conocen el río, como son los miembros del Antares, «cerca del embarcadero. Allí en cuanto metes la mano y levantas una piedra encuentras mejillones de estos pegados».
Para los piragüistas son «un auténtico incordio», y su portavoz, Sergio Cantalejo, considera que la instalación de este centro de desinfección, «será bueno»; aunque también pone de manifiesto que por el momento no tienen muy claro como se hará la gestión. «Suponemos que una vez que ya esté terminada se nos explicarán las normas de funcionamiento».