Aunque las sospechas apuntan hacia una empresa conservera a la que se responsabiliza de anteriores vertidos de aguas de Rianxo, los últimos episodios registrados en la zona están aún por esclarecer. La empresa concesionaria del servicio de aguas y saneamiento en el municipio, Aquagest, no ha logrado determinar el origen de las aguas residuales que en las jornadas del martes y el miércoles pasado manaron de un aliviadero situado en Rinlo, en pleno paseo marítimo rianxeiro, provocando además un intenso hedor. Al igual que en anteriores ocasiones, las autoridades municipales se dirigieron a los responsables de una industria conservera instalada a pocos metros de ese desagüe una vez que la empresa encargada del saneamiento descartó por completo que el vertido procediese de la red de alcantarillado. Sin embargo, según fuentes municipales, desde la fábrica, ubicada en Rianxiño, negaron cualquier responsabilidad en el asunto y apuntaron a que la suciedad provenía de otro lugar, tal vez de unas viviendas situadas más arriba. Pese a que desde Aquagest se aseguró que en las canalizaciones del saneamiento no se detectó ningún problema y que, por lo tanto, el vertido no procedía de la red, el Concello de Rianxo no impuso ninguna nueva sanción a la conservera al no tener «a certeza de que os restos procederan da fábrica, porque Aquagest non puido precisar de onde viñan». La factoría en cuestión cuenta con un amplio historial a sus espaldas por los continuos vertidos de aguas residuales a la ría arousana a través del aliviadero de Rinlo. De hecho, las últimas sanciones impuestas por el Concello a la empresa ascienden, según se informó desde el ejecutivo local, a seis mil euros. Este es un castigo ejemplar que ha llevado a los responsables de la conservera a adoptar las medidas oportunas para adaptar las instalaciones.