The aquaculture sector thinks that is a "bad news" the exclusion of four projects and estimates that 200 million euros will be lost
Fri, 11/09/2009
Las empresas del sector acuícola consideran una "mala noticia" para sus "expectativas" que se excluyan cuatro proyectos de los 23 integrados en el Plan Galego de Acuicultura del Gobierno bipartito al sostener que, precisamente, se corresponden con las ubicaciones de "mejor calidad técnica" y a las inversiones "más cuantiosas". Las cuatro plantas proyectadas --tres de ellas en A Costa da Morte y una en Ribeira-- supondrían el desembolso de unos 200 millones de euros y la creación de más de 700 empleos directos.
Así lo aseguró a Europa Press el gerente de la Asociación de Productores de Rodaballo de Galicia (Aroga), Fernando Otero Lourido, quien atribuyó la decisión a la "coherencia política" de un partido "con su programa electoral" y negó que exista "alguna razón técnica o jurídica para excluir estas ubicaciones".
El responsable de Aroga subrayó que se eliminan "los mejores polígonos" al recordar que las tres ubicaciones de A Costa da Morte --Merexo (Muxía), Seiruga (Malpica) y Xandriña (Camariñas)-- reunían unas condiciones "óptimas", determinadas por la cota existente entre el mar y la zona donde se implantaría la piscifactoría --cuanto menor sea el desnivel también es menor el gasto eléctrico derivado del bombeo del agua--; la pureza y calidad del agua, así como por su temperatura.
Sobre este último factor, Otero Lourido explicó que el agua registra una temperatura estable de 16 grados centígrados en A Costa da Morte frente, por ejemplo, a la de A Mariña lucense, que ronda los 22 o 23 grados. "Con más temperatura, el rodaballo crece más rápido pero también las bacterias y por eso los técnicos recomiendan huir de aguas de más de 20 grados", afirmó.
"Las alternativas no son buenas en general", añadió, pese a reconocer que el desbloqueo de cabo Touriñán para la implantación de la piscifactoría "de una sola empresa" será buena "desde la perspectiva de la calidad del agua".
ABANDONO DE LA INVERSIÓN EN GALICIA
No obstante, advirtió de que hay firmas como Stolt Sea Farm o la Sociedad Anónima de Actividades Piscícolas y Acuicultura (PYAC) que ya habían avisado de que o se implantaban en A Costa da Morte o desistían de invertir en Galicia.
Otero Lourido recordó que la firma de capital noruego preveía invertir 40 millones de euros y crear 150 puestos de trabajo con la planta de Xandriña --donde iba a establecer una 'hatcherie' para producir cría de rodaballo-- y la ampliación de la de Merexo. De esta última, aseguró que ahora correrá el riesgo de que la empresa decida cerrarla por no ser viable en sus actuales dimensiones.
En el caso de PYAC, señaló que la inversión era más elevada y rondaría los 100 millones, mientras que en el de Laxe Brava, en Ribeira, la cuantía del proyecto impulsado por un consorcio de tres pequeñas empresas --Luso Hispana de Acuicultura, Aquacría Arousa y Piscícola del Morrazo-- ascendía a 50 millones.
"DESÁNIMO Y EXPECTACIÓN"
El gerente de Aroga manifestó que entre las empresas del sector --esta organización representa a nueve de ellas-- predomina el "desánimo" hacia las nuevas inversiones en esta comunidad, aunque al mismo tiempo también persiste la "expectación" frente a las posibilidades que se abran.
"Al aumentar la producción de rodaballo con la nueva planta de Portugal y haber más oferta, en el futuro lo previsible es que haya que ajustar los costes de producción y que así Galicia mantenga su liderazgo", argumentó, tras insistir en que, por ello, las empresas requieren "las mejores ubicaciones".
"Son muchos años de paralización en el sector por parte de las diferentes administraciones", añadió para afirmar que son "varias" las empresas que "ahora" se "replantearán" irse a producir a Portugal.
COMPRA DE LOS TERRENOS
Otero Lourido entendió que la modificación del procedimiento de acceso a los terrenos en los que se ubicarán las plantas acuícolas --en lugar de su expropiación la Xunta promoverá la compra por parte de las propias empresas-- supone un "cambio importante" y "delicado", del que también señaló que se debe a una decisión "política".
"Puede dificultar el acceso a los terrenos", advirtió, tras recordar que la mayoría de ellos son solo utilizables para su uso acuícola o usos "muy limitados" --apuntó citando Lei de Ordenación Urbanística e Protección do medio rural en Galicia--, y, por el contrario "favorecer la especulación". Existe el riesgo, como insistió, de que "se pidan cantidades desorbitadas" por esos terrenos.
Así lo aseguró a Europa Press el gerente de la Asociación de Productores de Rodaballo de Galicia (Aroga), Fernando Otero Lourido, quien atribuyó la decisión a la "coherencia política" de un partido "con su programa electoral" y negó que exista "alguna razón técnica o jurídica para excluir estas ubicaciones".
El responsable de Aroga subrayó que se eliminan "los mejores polígonos" al recordar que las tres ubicaciones de A Costa da Morte --Merexo (Muxía), Seiruga (Malpica) y Xandriña (Camariñas)-- reunían unas condiciones "óptimas", determinadas por la cota existente entre el mar y la zona donde se implantaría la piscifactoría --cuanto menor sea el desnivel también es menor el gasto eléctrico derivado del bombeo del agua--; la pureza y calidad del agua, así como por su temperatura.
Sobre este último factor, Otero Lourido explicó que el agua registra una temperatura estable de 16 grados centígrados en A Costa da Morte frente, por ejemplo, a la de A Mariña lucense, que ronda los 22 o 23 grados. "Con más temperatura, el rodaballo crece más rápido pero también las bacterias y por eso los técnicos recomiendan huir de aguas de más de 20 grados", afirmó.
"Las alternativas no son buenas en general", añadió, pese a reconocer que el desbloqueo de cabo Touriñán para la implantación de la piscifactoría "de una sola empresa" será buena "desde la perspectiva de la calidad del agua".
ABANDONO DE LA INVERSIÓN EN GALICIA
No obstante, advirtió de que hay firmas como Stolt Sea Farm o la Sociedad Anónima de Actividades Piscícolas y Acuicultura (PYAC) que ya habían avisado de que o se implantaban en A Costa da Morte o desistían de invertir en Galicia.
Otero Lourido recordó que la firma de capital noruego preveía invertir 40 millones de euros y crear 150 puestos de trabajo con la planta de Xandriña --donde iba a establecer una 'hatcherie' para producir cría de rodaballo-- y la ampliación de la de Merexo. De esta última, aseguró que ahora correrá el riesgo de que la empresa decida cerrarla por no ser viable en sus actuales dimensiones.
En el caso de PYAC, señaló que la inversión era más elevada y rondaría los 100 millones, mientras que en el de Laxe Brava, en Ribeira, la cuantía del proyecto impulsado por un consorcio de tres pequeñas empresas --Luso Hispana de Acuicultura, Aquacría Arousa y Piscícola del Morrazo-- ascendía a 50 millones.
"DESÁNIMO Y EXPECTACIÓN"
El gerente de Aroga manifestó que entre las empresas del sector --esta organización representa a nueve de ellas-- predomina el "desánimo" hacia las nuevas inversiones en esta comunidad, aunque al mismo tiempo también persiste la "expectación" frente a las posibilidades que se abran.
"Al aumentar la producción de rodaballo con la nueva planta de Portugal y haber más oferta, en el futuro lo previsible es que haya que ajustar los costes de producción y que así Galicia mantenga su liderazgo", argumentó, tras insistir en que, por ello, las empresas requieren "las mejores ubicaciones".
"Son muchos años de paralización en el sector por parte de las diferentes administraciones", añadió para afirmar que son "varias" las empresas que "ahora" se "replantearán" irse a producir a Portugal.
COMPRA DE LOS TERRENOS
Otero Lourido entendió que la modificación del procedimiento de acceso a los terrenos en los que se ubicarán las plantas acuícolas --en lugar de su expropiación la Xunta promoverá la compra por parte de las propias empresas-- supone un "cambio importante" y "delicado", del que también señaló que se debe a una decisión "política".
"Puede dificultar el acceso a los terrenos", advirtió, tras recordar que la mayoría de ellos son solo utilizables para su uso acuícola o usos "muy limitados" --apuntó citando Lei de Ordenación Urbanística e Protección do medio rural en Galicia--, y, por el contrario "favorecer la especulación". Existe el riesgo, como insistió, de que "se pidan cantidades desorbitadas" por esos terrenos.