Scientists think about the impact of the desertification and the arid lands

Fri, 25/09/2009

Este cuadro fue presentado en rueda de prensa por William Dar, facilitador de la Primera Conferencia Científica de la Convención de la ONU de la Lucha contra la Desertificación (CNULCD), que durante dos días sesionó aquí en el marco de la IX Conferencia de las Partes (CdP.9) que inició sus deliberaciones el pasado lunes.
El científico acuñó el término Tormenta Perfecta para el desenlace inminente para los pobres que luchan por sobrevivir y no serán capaces de responder a la combinación de las crisis globales alimentaria, energética, económica y de población, junto con la de la sequía, las altas temperaturas y tormentas asociadas con el cambio climático.
Se trata de desafíos que nos están impactando a todos y la única solución posible es la gestión sostenible de la tierra, a lo cual puede contribuir la ciencia si los países disponen de las tecnologías, dijo.
Calificó de histórica esta primera reunión en 12 años de existencia de la CNULCD que ha trabajado para que la ciencia sea tenida en cuenta ante este fenómeno que se avecina y que los políticos la contemplen en el momento de la toma de decisiones.
Dar dijo que tras la interconexión conseguida en este foro cabe esperar mayores inversiones de los gobiernos nacionales y los donantes internacionales para fortalecer la ciencia como motor en la lucha contra la desertificación, las tierras áridas y la sequía.
A la pregunta de si se está aún a tiempo para detener la Tormenta Perfecta, ofreció una serie de ideas que ponen en duda esa posibilidad.
Dijo que se está muy lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el 2015, adoptados en una Cumbre de la ONU en el 2000.
"No hay respuesta adecuada a la reducción del hambre a la mitad para esa fecha, cuando habrá un incremento del 10 por ciento de tierras áridas y sólo para lograr la seguridad alimentaria se requiere de grandes inversiones aún ausentes", sentenció.
Opinó que "se está perdiendo mucho tiempo y no se puede seguir como hasta ahora, porque la tempestad se nos viene encima" y puso como ejemplo evidente lo sucedido el miércoles último con la tormenta de arena y polvo en Australia.
Como complemento, el doctor Mahmoud Solh, director general del Centro de Investigación para la Agricultura en Zonas Secas (ICARDA), dijo que actualmente mil 700 millones de personas viven en esas áreas afectadas y que el 41 por ciento de la superficie del planeta es altamente vulnerable a la desertificación y tierras áridas.
Al opinar que la ciencia puede contribuir a resolver esos problemas, recordó que la tecnología no es la limitante, sino su transferencia, y por eso los científicos esperan de los gobiernos que emprendan más acciones en esa esfera para buscar las soluciones.