El Senado se pronunció ayer mayoritariamente en contra de paralizar la concesión de nuevas concesiones de explotaciones hidroeléctricas en los ríos incluidos en la cuenca Miño-Sil. La iniciativa fue rechazada con los votos del PSOE y el PP. La defendió el BNG y fue apoyada por los demás grupos minoritarios. El senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza arremetió tras la votación contra los senadores elegidos por la provincia de Ourense, y los acusó de defender «non se sabe que intereses». Bouza se declaró sorprendido por el voto en contra de los senadores gallegos de los dos principales grupos parlamentarios, porque dos de los cuatro puntos de la moción ya fueron aprobados en su día en el Parlamento de Galicia y en el Congreso. El representante del Bloque presentó su iniciativa en el calor de la polémica generada por el práctico vaciado del embalse de Santo Estevo, llevado a cabo por la empresa Iberdrola este verano para permitir la construcción de un canal para multiplicar la potencia de esta central. La paralización que reclamaba Bouza afectaría a cualquier solicitud de aprovechamiento hidroeléctrico en el Miño, el Sil y los ríos de sus respectivas cuencas. Pero apuntaba en concreto a aquellos proyectos que fuesen a necesitar obras o movimientos de tierra, o que afectasen de una forma especialmente negativa al medio natural. En el texto de su moción, mencionaba expresamente el vaciado del embalse de Santo Estevo, pero advertía que hay otras concesiones en trámite que pueden tener un impacto aún mayor, como la que supondría la construcción de una laguna en lo alto del cañón del Sil, a la altura de Santa Cristina. Los grupos mayoritarios no trataron de negociar enmiendas que rebajasen el alcance de la moción a cambio de su voto. Esto revela dice Bouza, su «absoluta falta de vontade e de cintura política para tratar de chegar a acordos».