The desalination is able to end twenty years of water shortage for the population
Fri, 16/10/2009
Los abastecimientos de la cuenca del Segura han salido oficialmente de los números rojos. Por vez primera desde el año 1990 no existe déficit de recursos para atender las demandas de la población y de todos los usos económicos no agrícolas. Así quedó de manifiesto ayer en la reunión de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Segura, presidida por José Salvador Fuentes Zorita. Los caudales proporcionados por las desalinizadoras han hecho que se invierta la tendencia sobre la dependencia de la cabecera del Tajo: por vez primera son mayores los recursos propios que los procedentes del trasvase.
El delegado del Gobierno en la Mancomunidad de Canales del Taibilla, Isidoro Carrillo, explicó que los abastecimientos urbanos han entrado en una fase de normalidad que contrasta con la situación oficial de alerta en el conjunto de la cuenca del Segura, dado que el déficit sigue estando por encima de los 450 hectómetros anuales debido a la falta de agua para los regadíos y a la sobreexplotación de los acuíferos. «Ha sido un año histórico. Por vez primera hemos tenido suficientes recursos asignados legalmente», explicó Carrillo a La Verdad.
La Mancomunidad está necesitando menos agua del Tajo. Han llegado 94,2 hectómetros, frente a los 119,3 del año hidrológico anterior, en los que se incluyó una compra de derechos al Canal de las Aves de Aranjuez. En resumen, la población del Segura ha necesitado un 25% menos de agua del Tajo. Las causas se encuentran en la producción de agua desalinizada, que ha pasado de 68 a 77 hectómetros cúbicos, y en una leve recuperación de los recursos propios del río Taibilla. Asimismo, en el último año ha bajado el consumo en un 3%, debido en parte a la crisis económica que ha ralentizado la actividad de la construcción y a un periodo algo más generoso de lluvias. La población de 2,5 millones de habitantes y los sectores no agrícolas ha consumido 216 hectómetros, siete menos que en el ejercicio anterior.
Carrillo destaca que la tendencia se ha invertido en lo que respecta a la dependencia del Tajo. De un año a otros se ha pasado del 54% al 44%. Eso no quiere decir, a su juicio, que los desembalses no sean necesarios, puesto que en el horizonte del año 2020 se precisarán unos 80 hectómetros anuales aunque funcionen todas las desalinizadoras previstas.
El presidente de la Confederación, Fuentes Zorita, señaló por otra parte que las encesidades de los regantes tradicionales de la cuenca -no dependen del Tajo- estarán cubiertas este año. Destacó el hecho de que ayer se aprobara el plan de riegos sin ningún voto en contra de los numerosos miembros de la Junta de Gobierno, en la que están representadas las comunidades de Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Sólo se abstuvo el representante castellano manchego, aunque votaron a favor los regantes de Albacete. Precisó que todos los pozos están ahora parados. Añadió que el nuevo plan de cuenca sigue adelante y que se han presentado más de 300 alegaciones.
El delegado del Gobierno en la Mancomunidad de Canales del Taibilla, Isidoro Carrillo, explicó que los abastecimientos urbanos han entrado en una fase de normalidad que contrasta con la situación oficial de alerta en el conjunto de la cuenca del Segura, dado que el déficit sigue estando por encima de los 450 hectómetros anuales debido a la falta de agua para los regadíos y a la sobreexplotación de los acuíferos. «Ha sido un año histórico. Por vez primera hemos tenido suficientes recursos asignados legalmente», explicó Carrillo a La Verdad.
La Mancomunidad está necesitando menos agua del Tajo. Han llegado 94,2 hectómetros, frente a los 119,3 del año hidrológico anterior, en los que se incluyó una compra de derechos al Canal de las Aves de Aranjuez. En resumen, la población del Segura ha necesitado un 25% menos de agua del Tajo. Las causas se encuentran en la producción de agua desalinizada, que ha pasado de 68 a 77 hectómetros cúbicos, y en una leve recuperación de los recursos propios del río Taibilla. Asimismo, en el último año ha bajado el consumo en un 3%, debido en parte a la crisis económica que ha ralentizado la actividad de la construcción y a un periodo algo más generoso de lluvias. La población de 2,5 millones de habitantes y los sectores no agrícolas ha consumido 216 hectómetros, siete menos que en el ejercicio anterior.
Carrillo destaca que la tendencia se ha invertido en lo que respecta a la dependencia del Tajo. De un año a otros se ha pasado del 54% al 44%. Eso no quiere decir, a su juicio, que los desembalses no sean necesarios, puesto que en el horizonte del año 2020 se precisarán unos 80 hectómetros anuales aunque funcionen todas las desalinizadoras previstas.
El presidente de la Confederación, Fuentes Zorita, señaló por otra parte que las encesidades de los regantes tradicionales de la cuenca -no dependen del Tajo- estarán cubiertas este año. Destacó el hecho de que ayer se aprobara el plan de riegos sin ningún voto en contra de los numerosos miembros de la Junta de Gobierno, en la que están representadas las comunidades de Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Sólo se abstuvo el representante castellano manchego, aunque votaron a favor los regantes de Albacete. Precisó que todos los pozos están ahora parados. Añadió que el nuevo plan de cuenca sigue adelante y que se han presentado más de 300 alegaciones.