The golf course that camouflages the potable water like agricultural irrigation, according to Ecologists in Action
Wed, 28/10/2009
La organización ecologista ha denunciado ante la Dirección General de Evaluación ambiental, “el falseamiento” de los datos que ha proporcionado la empresa pública Alcalá Natura 21. Esta empresa, como promotora de los campos de golf de la finca El Encín, en Alcalá de Henares, pretende regar sus campos con las antiguas concesiones para el riego de cultivos agrícolas.
Cuando las obras del campo de golf en la finca El Encía, en Alcalá de Henares, fueron proyectadas, el agua de riego tenía planeado extraerla de la nueva depuradora de Meco. Pero, según afirman los ecologistas, “ahora que están apunto de terminar el campo de golf, la depuradora no está aún ni en fase de construcción”.
¿De dónde proviene el agua?
Por estos motivos, la empresa pública Alcalá Natura 21, promotora de los campos de golf, que a su vez es dependiente de la Vicepresidencia, de la Consejería de Cultura y Deporte y de la Portavocía del Gobierno, pretende regarlos con agua potable.
Según Ecologistas en Acción, “el agua se quiere extraer de los pozos existentes en la finca, valiéndose de una antigua concesión de captación de agua del río Henares”. El permiso de extracción fue otorgado para el riego de los cultivos agrícolas de la zona que estaban en el terreno antes de los campos de golf. Las extracciones, se pretenden almacenar en una balsa de 46.000 m3.
Problemas al riego
Pero este riego que se la promotora pretende realizar se está encontrando con una serie de obstáculos. Tanto la Declaración de Impacto Ambiental, como los informes de la Confederación Hidrográfica del Tajo, y la propia licencia municipal, condicionaron la autorización de la construcción a que los campos fuesen regados con agua reciclada.
“Riego camuflado”
Con los impedimentos que se ha encontrado Alcalá Natura 21, los ecologistas afirman que la empresa “ha redactado un proyecto camuflando el destino real del agua que se almacenará en la balsa”. A lo largo de todo el proyecto, se afirma que la balsa tendrá un uso agrícola, cuando larealidad es como afirma Ecologistas en Acción que “de las más de 250 hectáreas que gestiona la empresa, apenas cuenta con cuatro de suelo agrícola correspondientes al parque agrotemático”. Así, las conclusiones de la asociación hacen evidente que “para regar esta pequeña superficie no es necesario almacenar el volumen de agua previsto”.
Por su lado, la Ley de Aguas, las concesiones no pueden destinarse a otros usos que no sean los autorizados. Por lo tanto, tal y como afirman los ecologistas, “la finca El Encía solo podría utilizar la para captar agua si la utiliza para uso agrícola”.
Pro ello, Alcalá Natura 21 se empeña en afirmar que el uso será agrícola y evita comunicar a la Confederación Hidrográfica del Tajo “el cambio de uso que se pretende y que sería desestimado”, concluyen los ecologistas.
Cuando las obras del campo de golf en la finca El Encía, en Alcalá de Henares, fueron proyectadas, el agua de riego tenía planeado extraerla de la nueva depuradora de Meco. Pero, según afirman los ecologistas, “ahora que están apunto de terminar el campo de golf, la depuradora no está aún ni en fase de construcción”.
¿De dónde proviene el agua?
Por estos motivos, la empresa pública Alcalá Natura 21, promotora de los campos de golf, que a su vez es dependiente de la Vicepresidencia, de la Consejería de Cultura y Deporte y de la Portavocía del Gobierno, pretende regarlos con agua potable.
Según Ecologistas en Acción, “el agua se quiere extraer de los pozos existentes en la finca, valiéndose de una antigua concesión de captación de agua del río Henares”. El permiso de extracción fue otorgado para el riego de los cultivos agrícolas de la zona que estaban en el terreno antes de los campos de golf. Las extracciones, se pretenden almacenar en una balsa de 46.000 m3.
Problemas al riego
Pero este riego que se la promotora pretende realizar se está encontrando con una serie de obstáculos. Tanto la Declaración de Impacto Ambiental, como los informes de la Confederación Hidrográfica del Tajo, y la propia licencia municipal, condicionaron la autorización de la construcción a que los campos fuesen regados con agua reciclada.
“Riego camuflado”
Con los impedimentos que se ha encontrado Alcalá Natura 21, los ecologistas afirman que la empresa “ha redactado un proyecto camuflando el destino real del agua que se almacenará en la balsa”. A lo largo de todo el proyecto, se afirma que la balsa tendrá un uso agrícola, cuando larealidad es como afirma Ecologistas en Acción que “de las más de 250 hectáreas que gestiona la empresa, apenas cuenta con cuatro de suelo agrícola correspondientes al parque agrotemático”. Así, las conclusiones de la asociación hacen evidente que “para regar esta pequeña superficie no es necesario almacenar el volumen de agua previsto”.
Por su lado, la Ley de Aguas, las concesiones no pueden destinarse a otros usos que no sean los autorizados. Por lo tanto, tal y como afirman los ecologistas, “la finca El Encía solo podría utilizar la para captar agua si la utiliza para uso agrícola”.
Pro ello, Alcalá Natura 21 se empeña en afirmar que el uso será agrícola y evita comunicar a la Confederación Hidrográfica del Tajo “el cambio de uso que se pretende y que sería desestimado”, concluyen los ecologistas.